5 - Dylan

40 3 1
                                    

Pasaron 4 días hasta que me decidí ha hablarle, fué en clase, no sé donde se metia en los recreos, aunque sinceramente tampoco lo buscaba. Simplemente me sentaba sola en un rincón y leia algún libro o buscaba algo en Internet. Algo bueno de esto es poder disfrutar de las historias del 2090, año al que nunca creí poder llegar y mucho menos sin necesitar gafas de lectura. La tecnología también era impresionante, pero nunca me compraba lo que estaba a la última, no tenía esa ilusión. Me gustaban más las cosas antiguas.
Bueno, que me voy del tema; entre a la clase en la que me tocaba sentarme con él. Y comenzé una conversación:

- Oye , ¿cuál es tu nombre?
- ¿Crees que lo usarás más de una vez?
-Sí. Yo me llamo Soul.
-Ese no es tu nombre , es tu apodo.
-Lo sé, ¿y el tuyo?
-Dylan
-Quería saber que le ha pasado a tus brazos
-Nada - dijo arisco mientras los escondia debajo de su mesa
-Yo también lo hago - dije enseñándole mi muñeca izquierda.
Esto no os lo había contado , pero probé ha hacerlo y sinceramente no lo sentí necesario pero me apetecía probar y me gustó pero no me apetece volverlo ha hacer . Quedaron unas marcas guays y que expresaban una parte de mi interior en mi exterior pero no era nada guay verle los brazos a ese chico.
Lo probé y no lo volví a hacer, no dolía tanto , ya estaba acostumbrada al dolor , después de todo morí por un ataque al corazón y eso si que dolió. Aunque no muchos sobreviven para contarlo, o ni si quiera lo recuerdan.
No es que me gustara mi rollo de ser una persona triste pero no podía evitarlo. Ni si quiera tenía una amiga con la que hablar, ni un chico que me hiciera cosquillas y me contará chistes de vez en cuando. Nadie quiere acercarse a alguien que pueda contagiarle su tristeza, y además supongo que doy mala impresión a los adultos. Que poco saben de mi... .

Dylan me dijo que si quería podríamos hablar en el recreo del día siguiente , ahora parecía más atento y algo menos antipático conmigo. Quizá las apariencias engañan, y sí no que me lo digan a mi.

Al día siguiente hablamos en el recreo, el me contó algo de él , no todo , ya que , bueno, "los pasados difíciles no son agradables de recordar" comentó él en un momento de la charla, y le respondí con una risilla irónica.

Cuando ya me había contado algunas cosas de él me preguntó porque razón lo había hecho, y le dije que realmente solo lo había probado una vez. Me dijo que sí no tenía la fea costumbre que no empezara, y le dije que yo también había tenido un pasado duro. Pero solo le conté que a mis padres les importaba poco y menos mi vida. No podía contarle nada sobre mi vida anterior podría perjudicarme y podrían tratarme por loca. Adjetivo el cuál me estaba volviendo poco a poco.

INMORTALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora