10. Eimi Katou

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Capítulo dedicado a Jennifer July por su increíble apoyo en estas semanas.

Sasori y Sakura llegaron por la madrugada a la casa de los Katou una semana después de que Sasori le implantara un par de piernas nuevas a Sakura

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Sasori y Sakura llegaron por la madrugada a la casa de los Katou una semana después de que Sasori le implantara un par de piernas nuevas a Sakura.

Desde el inicio del viaje de regreso, Sasori había mantenido a Sakura en su espalda. La conversión en las extremidades bajas era mucho más complicado que la de los brazos. Sakura no sólo tenía que aprender a sostenerse a base de chakra, sino a regularlo para no hacer explotar sus recientes miembros. Apenas había conseguido mantenerse de pie unos segundos durante su entrenamiento individual.

Sasori no se había quejado cuando Sakura le propuso regresar en su espalda a la aldea. Ya se había dado a la idea cuando por primera vez Sakura le pidió que la llevara a un cuarto de baño.

La conversión había ocurrido a partir de la ingle, por lo que las funciones del aparato digestivo en Sakura seguían su camino. La incomodidad de Sakura había desaparecido luego de que Sasori le explicó que para él se trataba de un cuerpo al que tenía que trabajar; tenía sentido que el morbo estuviera ausente. Pues incluso cuando Sasori mencionó que las piernas de Sakura eran más largas de lo que había previsto, en sus ojos o en su voz no hubo atisbo de deseo o lujuria.

Así, ninguno de los dos se sintió incómodo durante el viaje de regreso. Sasori no podía tocar con sus hilos a Sakura hasta que ella aprendiera a controlar su nuevo flujo de chakra; lo que los dejaba con un Sasori que mantenía a Sakura sobre su espalda, sosteniéndola como cualquier civil a una mujer herida. Sorprendentemente, Sakura no había sido un gran problema ni siquiera cuando su estómago reclamaba por alimento.

Durante seis días, Sasori vio a la muchacha prepararse el alimento. Sentada en el césped, ya fuera con una fogata frente a ella o con un arrollo a su lado, Sakura tomaba una lata del pergamino creado antes de enfrentarse a Kabuto, y seguía las instrucciones que cualquier ninja conocía sobre la comida en misiones.

Descubrieron, a lo largo de esos días, que podían funcionar como un buen equipo si no se gritaban todo el tiempo. Una noche, incluso, Sakura se atrevió a preguntarle sobre su vida en Akatsuki y Sasori resolvió todas sus dudas.

—Van a atacar a Konoha con lo más fuerte que tienen, ¿no es cierto? —preguntó Sakura a pesar de saber la respuesta. Sasori asintió.

—Enviarás otra carta a Konoha sobre eso —adivinó Sasori. Antes ya la había descubierto escribiendo y antes ya había interceptado esas cartas para asegurarse de que no lo estaba delatando. Carta anónima con mensajes de nivel medio que presumían de ataques de Akatsuki; era lo único que había en la segunda. En la primera, una ubicación exacta a una de las guaridas de Orochimaru.

Nada de qué preocuparse, en realidad. Sakura ocultaba algo, pero mientras no afectara a Sasori directamente, no la obligaría a hablar.

Sasori saltó al jardín semidestruido de los Katou. Sakura apenas se aferró más de su cuello. Las luces encendidas en la cocina les indicaron que algo estaba sucediendo dentro de la casa. Sasori avanzó con precaución.

Sigo viva (SasoSaku longfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora