-¡Con este jaleo no se puede dormir!- dije mientras entraba a la habitación de Rebecca, que estaba con una de sus amigas.-¡¿No podéis hablar un poco màs bajito, par de ruidosas!?, que es la 1 de la madrugada, hay gente que quiere dormir, ¿sabíais?- dije. Las dos se me quedaron mirando raro un buen rato hasta que mi hermana intervino:
-Hermanito no te pongas así, sólo estamos de charla- dijo con su vocecita de inocente.
-Además que mañana no hay instituto, ¿que más te da?- soltó Lucía, mientras se acomodaba su pelirrojo pelo al hombro, era una chica muy guapa, pero a diferencia de mi hermana, ella era más directa al decir las cosas, tiene su parte buena, pero tambien su parte mala, como ahora -"¿quién es ella para venir a mi casa a molestar con sus risitas y cotilleos?"- pensé.
- Oye Aris- dijo mi hermana, desviando mi mirada molesta hacia Lucia a ella- desde que has venido esta tarde te veo un poco alterado, ¿te pasa algo?- preguntó preocupada, a lo que yo sólo negué con la cabeza(mentira n° 1) y me fui de su habitación dando las buenas noches cabizbajo. A quien quiero engañar, no puedo dormir por lo que pasó esta tarde, y por lo que pasarà mañana, no por unas risas provocadas por mi hermana y sus amigas, eso en realidad no me importa, la verdad. Aún sigo sin creerme lo que ha ocurrido, no sé por qué le seguí el juego a ese imbécil, por todo el daño que me ha hecho no merece ni un escupitajo de mi parte, sigo sin confiar nada en ese demonio regordete, pero por otra parte, parecía sincero al pedirme disculpas, se veía a kilómetros que estaba arrepentido, pero puede que esté actuando, no sé, mañana ya se vería. Estuve un rato en la cama mirando al techo en el mundo de Arislandia, y al parecer me quedé dormido sin darme cuenta.
-¡¡¡¡¡Aaaaaaaaariiiiiiiis, despieeeerrtaaa!!!!!- me desperté de un salto y busqué de dónde provenía esos gritos de niña, aunque ya sabía perfectamente de quién era, esta en el filo de mi cama recolocándose el velo blanco que llevaba ese día-Vamos, que son las doce de mediodía y hoy es sàbado- dijo con un chute de energía en cada palabra que decía, yo en cambio la fulminé con la mirada y me volví a acostar-¿ y para que estàn los sàbados?, para hacer el vago- dije muuuuuy adormilado. Ella sin embargo me cogió de la oreja y me tiró de la cama. -"No, esa mujer no se da por vencida, la muy hija de..." - pensé mientras ella me seguía tirando de la oreja- A ver, mi negro, ahora te vas a vestir, y nos vamos pitando a casa de Badel, que ya nos estarà esperando- dijo con una voz amenazante. Hice caso y me vestí y me cepillé los dientes. No me había acordado de la comida con Badel, se me había olvidado por completo, Badel es el hermano mayor de Katie, me parece muy bonito que la chica del libro se siga llevando bien con él, a pesar de la relación que tiene con su padre, que desde que murió la madre Badel y su padre se han distanciado bastante, pero Katie no va a dejar de ver a su hermano sólo por eso.
Me levanté de un brinco de la cama y me metí en el baño directamente, mientras Katie me metía prisa, yo me vestía y me cepillaba los dientes al mismo tiempo, no sé como lo hice, pero lo conseguí, en diez minutos estaba listo y salimos pitando de casa hacia la parada de autobús, llegamos por los pelos.
-Uffff- dije faltandome el aliento, miré a Katie y también estaba fatigada, me miró y como siempre me regaló su mejor sonrisa.
De camino a casa del hermano de Katie, estuvimos hablando de nuestras cosas, también me estuvo contando lo mucho que quiere a Gonzalo y que es el chico perfecto y bla, bla, bla... cosas que desconozco pero me parecen tonterías. No tuve el valor de contarle lo sucedido de ayer con Robert, y me sentia un poco culpable por no habérselo dicho, ya que nosotros nos contamos todo del uno al otro, pero por otra parte, no sabía como iba a reaccionar asi que decidí guardar el secreto un tiempo.
El hermano mayor de Katie nos estaba esperando en la entrada de su edificio, al vernos de lejos nos saludó con la mano en alto, como si hace años que no nos hubieramos visto, cuando llegamos al portal nos recibió con su mejor sonrisa y con un abrazo a cada uno.
-Hey, ¿como están mis niños?- nos preguntó todavia con una sonrisa en la cara, él y su hermana se parecían mucho, los dos eran delgados y muy risueños, la misma forma de mirarte con esa dulzura... las diferencias son que Badel tiene los ojos azul claro y Katie verde pantano, pero tienen la misma calidez, como si te estuvieran abrazando con la mirada, y también que uno tiene el pelo negro y la otra el pelo castaño, pero no pueden negar que son hermanos , tienen hasta los mismos gestos.
Después de saludarnos entramos en su piso, era un piso pequeño pero muy bonito, para vivir una persona está perfecto, ya teníamos la comida servida en la mesa cuando llegamos, de inmediatamente nos pusimos a comer, y a hablar de nuestras vidas, parece ser que el hermano mayor ya a encontrado a su media naranja, se le veia muy enamorado -"la chica con la que estás tiene que sentirse muy afortunada"- pensé, me alegraba mucho de que aquel chico haya encontrado la felicidad, estuvo hablando de ella durante toda la comida, eso tambien me recordaba a la hermana pequeña, hasta en la forma de enamorarse es la misma.
-¿Y tu kinder?, ¿has encontrado a tu chico ideal?- me preguntó clavando sus ojos de una forma pícara en mi, le miré y sonreí- no... todavia no... y no creo que lo encuentre nunca- dije esto ultimo en voz baja, pero parece que me escuchó.
- ¿Por qué dices eso? Sabes perfectamente kinder, que eres un chico maravilloso, además de guapo, tienes un corazón que no te cabe en el pecho, ¿y tu crees que con esa carita no vas a poder ligar? ¡por favor, no me hagas reir! Si tengo novia hasta yo, y mira que eso es un gran logro- al decir esto el delgado, me ruboricé, y también me sorprendí, ya que él sabe perfectamente que soy homosexual, con el tema de su religión y que es heterosexual, seamos sinceros, no es fácil aceptarlo, pero a él lo aceptaba, no sólo lo aceptaba, si no que me seguía el rollo llamandome kinder bueno y cosas asi, me hacia mucha gracia esa maravilla de chico.Después de la comida,Katie y yo nos despedimos de Badel. Cuando estábamos en la parada de bus me tuve que despedir también de ella, porque se iba a casa de su novio a pasar la tarde, me invitó pero le dije que estaba muy cansado y que no me apetecia ir (mentira n° 2: no iba a casa, iba al polideportivo).
La espera del bus se me hizo eterna pero al fin de un cuarto de hora llegó. Al bajarme del bus fui directamente al polideportivo, hacía mucho calor ese dia, y Robert y yo no hemos quedado hasta dentro de media hora, asi que fui dentro del polideportivo. No habia cruzado el umbral de la puerta principal hasta que alguien me tiró muy fuerte del cuello de la camisa haciendome retroceder y finalmente me dio la vuelta y me estampó contra la puerta, por un momento crei que era Robert pero cuando alcé la mirada vi esos ojos azules como el cielo llenos de rabia, y las manos temblando por la misma razón, si no fuera porque podría ir a un centro de menores, hubiera creido que Gabriel me mataría ahi mismo.