T W O

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El atardecer estaba cayendo y Nathaniel decidió que era momento de regresar a casa, tomó sus cosas y salió del Instituto. Mientras caminaba, le era imposible no ver tan hermoso ocaso, el sol se ocultaba en medio de tantas nubes, haciendo que se viera un increíble paisaje. Caminó en medio de un parque, donde la vista se hacía mejor que antes, pero de pronto, unas luciérnagas comenzaron a volar a su alrededor, haciendo que una luz resplandeciente lo cegara.

Ahí estaba, Ezarel había despertado.

Su cabello rubio se tornó azul, sus orejas comenzaron a volverse puntiagudas y el color de sus ojos se volvieron verdes, también su ropa había cambiado, a ser la misma llamativa de antes.

- Así que sólo puedo salir en la noche, interesante. -Él sonrió de lado y continuó su camino, además, alborotó un poco su cabello para evitar que se mostraran sus puntiagudas orejas.

Debía regresar a Eldarya lo más pronto posible, él ya había recuperado la memoria y tenía que regresar rápido a su mundo. Pero ¿como?, Ezarel sencillamente podrá fabricar una poción o un hechizo que lo regresara a su tierra.

Lo difícil sería buscar los diferentes tipos de plantas que necesitaría.

Siguiendo con su camino, se detuvo en frente de una banca donde una joven conocida para él, estaba sentada.

- ¡Ezarel!. -Lynn levantó rápido la mirada cuando sus ojos se encontraron.

- Tú .. -Dijo serio.

- Me llamo Lynn, disculpa sino te lo dije. -Ella se levantó de su asiento y se acercó a él.- ¿Qué haces? y .. ¿Por qué estas vestido así?

Su atuendo llamativo lo delataba.

- Caminar y eso no te .. -Se quedó quieto cuando miró atrás de la banca, un gran árbol estaba situación y en las ramas se encontraban algunas bellotas.

Él se acercó hasta el árbol, se inclinó y tomó algunas de ellas en sus manos.

- Esto podrá servir.

- ¿Quieres plantar árboles en tu casa?

La voz de Lynn zumbaba por las grandes orejas de Ezarel, haciendo que le molestara su presencia.

Él se levantó y se dio media vuelta hasta donde se encontraba ella.

- Haces muchas preguntas.

- Y tú no las contestas. -Refutó Lynn.

Para ella, haber sido salvada por él, era mucho y tenía que hacer algo para agradecérselo.

Ezarel sin decir más, continuó su camino, pero aún así, la personalidad de Ezarel le llamaba mucho la atención a Lynn, así que no dudo en seguirlo cuando este se alejó.

Ezarel caminaba sabiendo que Lynn lo seguía, para él, no le molestaba en absoluto, le molestaría más si estuviera haciendo más preguntas tontas.

Lynn se sorprendía más cuando Ezarel tomaba algunas cosas y las guardaba en un saco de papel en su bolsillo. Cosas como tulipanes, bellotas, manzanas, entre otras cosas, no era común tenerlas, a no ser que se tratara de algún experimento escolar.

- ¿Puedo hacerte una pregunta?. -Dijo de pronto Lynn cuando seguían caminando.

- No. -Ezarel se mantuvo firme.

- ¿De donde vienes? pienso que apareciste de la nada. -No le importó la opinión de Ezarel, igual dijo la pregunta.

Ezarel miró hacia el cielo oscuro.

- Es tarde, deberías regresar a casa, tú papá de seguro estará preocupado.

Esas palabras fueron tan cortas y dolorosas para Lynn, ella agachó y sonrió.

- No esta. -Dijo en voz baja.

- ¿Ah? No te escuché. -Ezarel levantó la voz para fastidiarla.

- Que no está.

- ¡Sigo sin escucharte!. -Él levantó más la voz sólo para seguir molestando.

- ¡Murió la semana pasada!.

Ezarel era experto en hacer bromas pesadas, él volteó su mirada hacia Lynn y ella trataba de no llorar pero le era imposible ocultar sus lágrimas, él mismo se dio cuenta que había ido demasiado lejos.

Él suspiro pero su orgullo no le permitía disculparse.

- ¿Donde vives? Te acompañare. -Fueron las palabras que pronunció Ezarel.

Lynn sin dejar de mirarlo, sólo pasó una mano por sus mejillas pero en ese momento, Ezarel sacó de su bolsillo un pañuelo de seda hecho por las más tejedoras orugas de Eldarya, se acercó a ella y pasó el pañuelo por su mejilla, un tanto torpe, pues era la primera vez que lo hacia.

- Vamos.

Ezarel pasó el brazo por su hombro y caminó con ella para llevarla a su casa, ella le indicó exactamente donde vivía y después de unos largos minutos, habían llegado.


[ O N E ]- Nathaniel/EzarelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora