Corre Melanie, corre, corre como si de eso dependiera tu vida. Aunque así sea.
Mis piernas temblaban y estaban dormidas de tanto que había corrido, sabía que si miraba hacía atrás, podría caer al suelo y los hombres que me perseguían me atraparían y Dios sabe que cosas me harían.
—Podrás correr pero sabes que siempre te encontráremos —una voz ronca y aterradora hablo.
¿Bruce? No puede ser, tú estas muerto. Yo misma vi tu cuerpo sin vida a mi lado.
—Jamás te podrás deshacer de mi, y lo sabes —habló nuevamente.
No, no, no. Déjame en paz, por favor.
—Tú me perteneces.
Yo no soy de nadie, ya te lo dije mil veces.
—Eres mía, solo mía.
¡No soy tuya!
Abrí mis ojos de golpe y pase mi mano por mi frente, tenia gotas de sudor.
Diablos, fue una pesadilla, una horrible pesadilla.
Suspiré recostándome de nuevo en la cómoda cama en la cual me encontraba cuando mi hombro sintió algo, o mejor dicho, alguien. Me asuste y me levanté nuevamente mirando a mi lado, era Jason, oh Jason. Se veía realmente adorable.
Comenzó a abrir sus ojos perezosamente hasta que se posaron con los míos, una adorable sonrisa se formó en sus carnosos labios.
—Buenos días —habló con una voz ronca, diablos era realmente sexy cuando despertaba y hablaba.
Llevé mi mano a mi frente golpeándome suavemente. Cállate, no pienses en eso, en lo sexy que se ve, en su voz ronca, no pienses cosas buenas de él, puede llegar a gustarte y todo terminara mal.
—Maldicion —gruñí. Pero al recordar, levanté la mirada para mirarlo— ¿Cómo llegaste aquí? ¿Por que estas durmiendo aquí conmigo? Y... —Bruce me tenía en su casa— ¿Dónde coño esta Bruce?
Se incorporó de la cama y oh no, no mires Melanie, sabes que eres fuerte. Baje la mirada a su abdomen, estaba marcado y era fuerte, oh Dios, Jesus, Maria y José. Inconscientemente moje mis labios y nuevamente lo miré a los ojos.
—¿No recuerdas? —susurró acariciando mi mano.
—Es todo borroso y confuso —fruncí el ceño.
Las imágenes venían a mi cabeza, pero nada era claro: Yo amarrada en una silla, los asquerosos labios de Bruce junto a los míos, yo atada en una cama, mi ropa destrozada, Bruce llegando, Bruce encima mío, Jake, Jason y Blake, Blake, BLAKE.
—¿Cómo es que llegó Blake? —le pregunté con mis ojos tan abiertos que creía que se me saldrían.
—Te contaré todo —se apoyó en el respaldo de la cama y yo hice lo mismo— Tú te marchaste y nosotros decidimos ir a dormir, al amanecer y con haber dormido solo 2 horas, hicimos nuestra rutina diaria. Pero al ser ya medio día, le pregunté a Jess si habías llegado y dijo que no, comencé a preocuparme pero pensé que estabas bien —jugó con sus dedos— salí a buscarte por si te encontraba en las calles pero nada, volví a la casa cuando se estaba oscureciendo y escuche a Jake hablar con alguien, me asomé sin que me vieran y escuche que esa otra persona le contaba de ti; todo lo que pasaste cuando pequeña y él estaba seguro de que Bruce se las ingenió para secuestrarte. Entré a la habitación y les dije que teníamos que salvarte, hicimos un rápido plan y nos marchamos para llevarlo acabo y traerte nuevamente a casa.
—Entiendo —mi vista se clavo en el otro lado de la habitación— Entonces, ya sabes todo sobre mi pasado.
Sentía un nudo en la garganta, no me preocupaba que Jake lo supiera todo pero Jason, Jason es distinto.
—Si, pero no te sientas mal —tomó mi mano y entrelazo nuestros dedos— Tú secreto esta a salvo conmigo y ahora te entiendo, perfectamente.
—¿Por qué? —fruncí el ceño confundida.
Un gran suspiro dejo escapar de sus labios, entendí que estaba conteniendo el aire por largo tiempo— Mi hermana pequeña fue abusada y... la mataron.
Abrí mis ojos como platos, sentí una pena enorme por él y bueno, su pequeña hermana.
—Lo siento... Mucho —dije en un hilo de voz.
—Si, gracias —se encogió de hombros— Mi vida fue difícil, mis padres murieron cuando yo tenia diez años y me encargué de mi pequeña hermana, tenía solo cuatro años.
—Y.. ¿qué pasó? —la curiosidad y el hecho de querer saber sobre su pasado.
—Bueno, un día la deje sola en casa porque necesitaba buscar algún lugar en el que me dieran trabajo, faltaba comida y no podía dejar que Jazzy pasara hambre. No tuve éxito, así que entre a un supermercado y robe galletas y leche. Cuando llegué a casa, todo se me vino abajo, mi hermana estaba en un charco de sangre sin vida y desnuda, a su lado un hombre mayor. Trate de dañarlo pero me empujó y me golpeé la cabeza quedando inconsciente, cuando desperté el hombre ya no estaba. —suspiro nuevamente— Cuando desperté, enterré a mi hermana con mis propias manos. Luego me fui y llegué aquí, me encontré con Jake y me dejo vivir con él, con el tiempo aprendí todo de él y bueno, eso es todo.
Pude observar sus ojos cristalizados, le dolía tanto a él como a mí el hecho de hablar sobre el terrible pasado. Sin pensarlo dos veces me acerqué a él y bese su mejilla, se sobresaltó.
—No me esperaba eso —me sonrió cálidamente.
—Nuestras vidas se parecen mucho —susurré mirando su pecho. No me había dado cuenta de los tantos tatuajes que tenía en su cuerpo, pase mi mano por una cruz que tenia al centro de pecho— Me gustan tus tatuajes.
—Gracias —sonrío mirando mi mano al acariciar su pecho— A mi me gusta tu cabello.
Levanté la mirada y sentí mis mejillas sonrojarse, creo que parecía un tomate en esté momento.
—Es distinto —susurré bajando la mirada.
Jason tomó mi barbilla con su mano y levantó suavemente mi rostro para mirarnos a los ojos.
—Si, es distinto —acarició con su pulgar mi mejilla— Pero es hermoso, te hace única, pelirroja.
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No Sense ➸ Jason McCann {jb}
Fanfiction"-Eres mía. -Cariño, no soy propiedad de nadie."