Sali corriendo de la clinica en la que me encontraba con mi familia. No se a donde me dirijo, solo quiero despejarme, quiero pensar.
Solo corria, hasta encontrar un lugar que yo se, será el indicado.
Llegue a una plaza extraña. Ya era de noche, al rededor de las 9 de la noche por lo que no había nadie en ella.
Me detuve un segundo en frente del camino adornado con faroles amarillos que seguian el mismo por ambos lados hasta dar con el final, el cual no conocia. Y tampoco tenia curiosidad por el.
Caminé lentamente por el camino de tierra. No había notado que estaba llorando hasta que restregue mis ojos para contemplar mejor el paisaje en frente mio.
Cesped que se veia de un verde más oscuro que el normal debido a que era de noche. Así mismo se veia mi vida en este momento. Todo es más oscuro desde que escuche las palabras del doctor.
《Cancer》
Una enfermedad terminal, ya avanzada segun dijó.
Palabras, solo palabras inutiles para aligerar el asunto ¿Por qué no simplemete dicen 《Te vas a morir》?
Iba como a la mitad del iluminado camino, sentí el ruido de un caminar a mi derecha. Dirigí mi mirada hacia allí y vi una figura masculina, con la cabeza algo inclinada hacía abajo, paseando, al igual que yo. No le tome mucha importancia.
Mire hacia el frente una vez más y camine. Recorde. Recorde las reacciones de mi familia.
Recorde los ojos llorosos de mi padre, su vista perdida. Su princesa se iría.
Recorde el desgarrador llanto de mi madre. Su compañera no estaria más con ella.
Ambos ya habían perdido una hija. Gemma fallecio en un accidente automovilistico. Iba en un paseo escolar a los 11 años, un conductor ebrio se cruzo por en frente. Murieron muchos niños y otros quedaron con heridas graves. Entre los muertos en ese accidente, se encontraba mi hermana mayor.
Recorde a Harry, mi hermano, que siempre me protegió de todo. Desde los montsruos de abajo de mi cama, hasta los babosos de la escuela. ¿Como me protegería ahora? ¿Y de qué? ¿De mi misma? Yo misma me meti en este asunto y ahora tengo que afrontar las concecuencias.Todos tenemos que morir algun día, pero nos hiere saberlo y nunca seremos capaces de admitirlo en voz alta.
Somos debiles. Lloramos. Nos hieren. Enfermamos.
Soy debil, estoy enferma, me hirieron al decirmelo y ahora lloro porque se que no hay vuelta atras.
Sin darme cuenta ya estaba casi en el final del camino. Lleque a lo que supuse era el centro de la plaza. Un pequeño terreno circular lleno de cesped humedo gracias a la brisa. Y más que eso, estaba lleno de rosas rojas, mis favoritas -es tipico, ya lo se-, pero en ese momento no me importo, ya no eran bellas para mi.
La belleza de todo ya no era nada.
Me sente en una banca en frente de las rozas y las observe, sin observarlas realmente.
- No cumpliré mis sueños - pense.
No lo hare. No conocere otros países y lo digo en serio, nunca he salido de Londres por ninguna razón. No terminare mis estudios. Nunca caminare hasta el altar con un hermoso vestido blanco, ni mirare a los ojos al amor de mi vida. Probablemente nunca lo conocere.
Llore más fuerte. Mi llanto se escuchaba en toda la plaza. Cubri mi cara con las manos y apolle mis codos en mis rodillas.
Alguien toco mi hombro.