Lluvia.
Amo la lluvia, siempre lo he hecho. Sobre todo porque si llueve no tengo que caminar a la escuela.
Naaah, la verdad es que la amo por... no lo se. Me encanta el olor a tierra mojada y como las gotas de lluvia golpean mi ventana mientras leo, con una una taza de té y una camiseta de Harry.
¡Dios, no quiero ir a clases!
Desperte por el sonido de la lluvia y lo primero que hice fue correr a la ventana y sonreir. Harry llegó unos minutos después, sonriente con dos tazas de café.
- ¿Viste? Está lloviendo - comentó
- No me digas, Harry
Era temprano para irnos, las 5:40 para ser exactos, me dormí muy temprano anoche y Harry igual, así que...
Estabamos en mi cama tomando café en mi cama, conversando de cosas triviales, ya saben, queso y cosas así.
- ¿Y cuál sera tu golpe de hoy? - preguntó alzando las cejas.
Sonreí - Mayonesa - respondí y me miro confundido.
- ¿Mayo? ¿En serio? ¿Haras lo mismo de ayer? Nadie caera de nuevo, Alice. Creía que tenías más creatividad o que al menos tus amigos, esos, los gemelos te ayudarían o...
- Que te calles, puta - interrumpi - ¿Creías que haría lo mismo de ayer? No te creía tan estupido, Harry. De verdad.
- Bueno y entonces ¿Qué?
- Ya lo veras - le quiñe un ojo, tomamdo un sorbo de mi café
- Pero no estaré ahi - se quejó haciendo puchero
- Deberías agradecerlo
- ¿Qué les haras? - volvió a quejarse
- Que ya lo veras, joder
Iba en el auto de Harry, mirando mis converse negras desinteresadamente. Mi camiseta de Kiss tapaba hasta la mitad del muslo mis blue jeans, con mi chaqueta negra gruesa puesta encima. Mi mochila azul en mi regazo, con dos botes de mayonesa dentro además de cuadernos y lápices.
Mi hermano detuvo el Audi de papá en la entrada de la escuela, me despedí con un beso en su mejilla, me baje y saque mi paraguas del asiento trasero. Lo abrí para protegerme de la lluvia y me volví a despedir de Harry, esta vez con la mano.
Vi el auto gris desaparecer entre el oscuro paisaje, me encaminé hacia la entrada principal de la escuela.
Llegué al salón de Literatura, ya todos estaban en sus asientos, pero no había empezado la clase. Me senté en uno de los dos últimos puestos del salón, tratando de no reirme de las caras de odio que recibi mientras caminaba hasta aquí.
Marco y Marcus se encontraban delante mio. Me sonrieron apenas me vieron llegar.
Un chico que nunca había visto entró al salón. Cabello medio rizado castaño, casi rojo, bronceado, ojos cafe avellana, mandibula firme. Es muy atractivo, cualquiera lo nota y aunque no presto mucha atención a la gente en este lugar, juro que no lo he visto en toda mi puta vida.
Se sento en el puesto vacio junto a mi y los gemelos lo miraron entre sorprendidos, enojados y extrañados. Dirán que como mierda se eso, pero es que sus rostros son muy expresivos, entonces te das cuenta facil.
Lo importante aquí es que se sentó junto a mi ¿Qué se creía el muy hijo de...?
- Me llamó Keaton - dijo ofreciendome la mano para saludarle, con su silla ligeramente ladeada en mi dirección. Levanté la cabeza para mirarle incomoda.