Capítulo 1

603 10 3
                                    


Era la hora del día que más le gustaba a ____(tn), esos momentos serenos de la mañana en que disponía de la casa para ella sola. Antes de que llegaran los pintores y los albañiles y se emprendiera otra vez el trabajo para devolver a la finca Wildhurst su antigua gloria.

Le gustaba ir despacio de habitación en habitación, abriendo persianas y corriendo cortinas para dar paso al sol de finales del verano. Entonces dejaba que la imaginación la llevara al momento en que Piers y ella estuvieran casados y vivieran allí, cuando dejaría de ser solo la decoradora de interiores, y pasara a ser la señora de la casa. Y esposa de Piers.

Esa era la mejor parte, y el pensamiento siempre la dejaba algo jadeante, como si no pudiera creer en su suerte, en el modo en que su vida había encajado con tanta dulzura en su sitio.

Porque todo exhibía una simetría maravillosa. Cómo se habían conocido en Wildhurst tantos años atrás, cuando él había ido a rescatarla al estar en problemas, y luego cómo la casa los había vuelto a unir en el momento en que Piers había heredado la descuidada propiedad de su difunto tío, Angus Stretton, y necesitó una decoradora que ayudara a planificar la restauración.

«Y pronto», pensó, «estará acabada y podremos compartirla como marido y mujer». De ese modo la cadena de acontecimientos se cerraría.

Lo único que lamentaba era que Piers no se encontrara presente para observar la regeneración de su futuro hogar, ya que se hallaba trabajando en Portugal.

* Yo también lo siento, cariño -había murmurado al abrazarla la última noche que pasaron juntos. - Pero hay que hacerlo. Aparte de los trabajos que necesita, no será barato mantener la finca, así que tengo que conseguir dinero suficiente para no tener que ahorrar y conformamos con algo de calidad inferior. Deseo que lo tengas todo.

* Pero no necesito todo -había protestado ____(tn), un poco atribulada. - Y podríamos empezar despacio... Ocupándonos de las habitaciones que vayamos a usar.

Pero Piers no quiso oír hablar del asunto. Deseaba que toda la casa estuviera terminada... «Para que no tengamos que vivir con obreros y entre cajas el resto de nuestra vida, cariño».

Suspiró y supuso que ahí tenía razón. Le escribía cada semana para enviarle concisos informes del progreso, incluyendo muestras de tela mientras él telefoneaba y le mandaba correos electrónicos y faxes.

Pero no era lo mismo que tenerlo en persona.

* En cuanto la empresa esté establecida, no volveré a dejarte, lo prometo -había murmurado. - Y piensa en la maravillosa prueba de tu talento que será la mansión -había añadido con tono lisonjero. - El negocio florecerá cuando empecemos a tener invitados.

____(tn) rió y lo abrazó, pero por dentro estaba decidida a que la mansión fuera principalmente y por encima de todo su hogar, su santuario privado.

En cualquier caso, no sabía si sería capaz de abarcar más trabajo. Antes de volver a encontrarse con Piers y enamorarse, para luego involucrarse en el proyecto de restauración, su negocio ya iba viento en popa.

Básicamente se trataba de una empresa de dos mujeres... Ella misma como diseñadora, y Zelda March, una brillante costurera local. Diseños (inicial de tn)-Z no había carecido de trabajo desde que comenzó.

Aunque reconoció que bajo ningún concepto era lo que tenía en mente cuando terminó de estudiar. Regresar a la tranquila y pequeña ciudad de la campiña donde había crecido no había formado parte de sus planes. Pero la súbita muerte de su madre tres años atrás había hecho que reestructurara por completo su futuro.

Al regresar a toda velocidad de Londres había tenido que enfrentarse al hecho de que había quedado sola en el mundo. Pero también había heredado Listow Cottage y algo de dinero del seguro de su madre, que por primera vez le había dado cierta independencia.

Misterio Familiar (Justin Bieber Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora