Capítulo 12

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El éxito del cóctel continuó durante la cena. La señora Whitley se había superado a sí misma. Después de la exquisita ensalada de mariscos, tomaron pollo al vino y, de postre, un soufflé de amaretto. La llegada de Pattie Stretton proporcionó un nuevo foco de atención y, lejos de ser tímida, lo encaró con gran encanto y aplomo.

Las risas y la charla le dieron a ____(tn) la oportunidad perfecta para concentrarse en sus desdichados pensamientos. Era como si, durante todos esos años, hubiera estado contemplando un espejo distorsionado. Y en ese momento, por primera vez, era libre para ver las cosas tal como realmente eran.

Y también darse cuenta de lo necia que había sido. De repente reinó el silencio a la mesa y alzó la vista. Vio que Justin se levantaba.

* Me gustaría proponer un brindis por ___(tn) -dijo - que se encargó de una casa descuidada y la convirtió en un hogar. Ha trabajado como mi asistente para cerciorarse de que todo estuviera listo para darles la bienvenida este fin de semana, y ahora ha llegado el momento de que siga adelante con su propia vida y su carrera -alzó la copa. - Qué tengas éxito y felicidad, ____(tn).

Todos bebieron por ella. ____(tn) vio que Adena enarcaba las cejas y que las otras mujeres intercambiaban miradas sorprendidas con sus maridos. Ruborizada, inclinó la cabeza. No había esperado un rechazo tan público.

* Una cosa más -Justin introdujo la mano en un bolsillo interior de la chaqueta y extrajo un estuche plano. Se dirigió al lado de ella. - Tengo un regalo de despedida para ti. Algo que te recuerde todo el tiempo que pasamos juntos -depositó el estuche frente a ella con ojos inescrutables.

A ____(tn) le temblaron los dedos al abrirlo, porque sabía lo que iba a ver. Emitió un leve sonido ahogado cuando las oscuras piedras rojas del colgante de granates aparecieron a su vista; Justin lo alzó y colocó la fina cadena de oro alrededor de su cuello.

* El cierre original era defectuoso -indicó. - Pero lo hice arreglar. Casi había olvidado lo hermoso que era.

* Gracias -su voz era de una desconocida. - Jamás esperé... algo así -lo miró con la súplica silenciosa de una explicación, pero él dio media vuelta y regresó a su asiento.

* Es una joya preciosa, querida -Arlena Travis se adelantó y la examinó con ojos conocedores. - Y muy antigua, aparte de valiosa. ¿Posee alguna historia?

* Oh, sí -comentó Pattie Stretton con voz reflexiva. - En un principio, la compró un joven para dársela a la mujer con la que quería casarse. Pero los padres de él, bien o mal, consideraron que ella era muy joven para establecer un compromiso tan serio, y que la sola mención del matrimonio la asustaría.

___(tn) se dio cuenta de que casi había dejado de respirar. Observaba a la mujer mayor como hipnotizada.

* Había otros obstáculos, también -continuó Pattie. - Bastante serios. De modo que se acordó que sería más seguro ofrecerle el colgante como un simple regalo familiar, sin ataduras, y que el joven comenzara a cortejarla con gentileza y sin presiones -suspiró. - Pero por desgracia todo salió mal, y se separaron con gran amargura -sonrió a la mesa. - No es una historia muy feliz, pero todo forma parte del pasado. Desde luego, ya no tiene importancia. Y me alegro de que el colgante al fin encontrara una buena receptora.

«¿Y qué pasa conmigo?», quiso preguntar ___(tn) en voz alta. «¿Yo tampoco importo ya?».

Tenía la respuesta en el cuello. El colgante era un regalo de despedida. Miró a Justin, deseando que él también la mirara, pero hablaba con Nathalie Byron y solo pudo ver su perfil, fuerte pero remoto.

Echó la silla hacia atrás y se incorporó.

* Señoras, creo que nuestro café ya debe de estar en el salón. ¿Vamos?

Misterio Familiar (Justin Bieber Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora