Right where you are | Jack Johnson & Cameron Dallas

Capítulo 16

Narra Cameron:

Le había dejado a ella más de una quincena de llamadas en los últimos días, las que obviamente no ha llegado a responder. Imaginaba que estaría muy enfadada conmigo, el beso, las fotos... Jack todavía no había perdido todo, pero yo a penas tenía alguna oportunidad para recuperarla después de todo lo que he hecho.

Escuché que ella y Lucía habían vuelto ya, así que decidí armarme de valor e ir a su casa.

Me quedé unos minutos en el pequeño porche delantero contemplando la puerta. Tragué saliva y llamé con unos golpes.

La puerta se abrió y tras ella se asomó Lucía.

-¡No es la pizza tranquila!-gritó para el interior de la casa.

¿Qué quieres? -preguntó cortante-

-Quiero hablar con Lydia.

-¿No has pillado la indirecta de que ella no quiere hablar contigo? No eres demasiado bienvenido aquí.

Cuando vi que tenía intención de cerrar la puerta, metí la mano por el canto.

-Por favor.

No me iba a ir de aquí sin mi objetivo, hoy no.

-¡Lydia!

-Vete de mi casa ahora mismo, no quiero hablar contigo.- se incorporó en el sofá y cruzó sus brazos.

-¡Déjame intentar arreglarlo!

-No hay nada que arreglar, solo dime una cosa; ¿fuiste tu el que encargó las fotos de aquel sobre?

Me quedé dubitativo por unos instantes, y respondí con un monosílabo.

-Sí.

-No necesito saber nada más, fuera.

-Pero...

-¡Fuera!

Y dicho eso abandoné el lugar.

Narra Lydia:

Cómo esperaba, Cameron fue el que contrató a un fotógrafo para que sacara aquellas fotos. Después de la discusión que habíamos tenido antes, mi estado de humor pasó de ser indiferente a enfadado. Esta vez sonó el timbre y me arrimé a la puerta.

-¡Te he dicho qu...!

-¿No habían pedido aquí una pizza carbonara?

Me sentía muy avergonzada ahora mismo, pensaba que era Cameron de nuevo, no imaginaba que era el repartidor de pizzas.

-Perdóname- pedí con mis mejillas rojas y cuando pagué, volví dentro.

Lucía estaba en el sofá riéndose de lo que acababa de ocurrir.

-Te parecerá bonito, ¿no?

Ella continuaba riendo.

-¿Y bien? ¿Qué te ha dicho?

-Él encargó las fotos, lo sabía.

-Se ha comportado como un auténtico capullo.

-Últimamente eso no me sorprende, todos son iguales.

-Qué razón.

-Oye, ¿que pasó aquella noche hace un par de meses cuando te fuiste con Sam?

-Lo que pasó aquella noche se quedó entre Pottorff y yo. -guiñó un ojo-.

-Sí luego no pasaría nada siquiera. -dije entre risas.

-¡Y tu que sabes! -replicó.