Capitulo 2 Soy La Reina

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Entro con cautela al pequeño espacio que había marcado en el mapa, llevo al menos 20 personas atrás cuidándome la espalda. Pote viene a un lado mío, y los dos con pistola en mano nos acercamos al lugar.
De repente se oye un brusco movimiento que hace apuntar a todos lados, y tan solo entra un niño de casi 8 años. En sus ojos encuentro un temor impresionante, y cuando ve las armas sus pequeñas lágrimas empiezan a brotar de los ojos
"Bajen armas" ninguno reaccionó al principio, pues todos, incluso yo, sabíamos que podría ser una trampa, pero ese niño me trajo recuerdos, recuerdos totalmente desagradable de mi infancia
"Jefa si las..." Empieza a decir Calote, un fiel hombre, pero lo callo con un grito más fuerte
"Bajen las armas, ¿¡no me oyeron!?" Inmediatamente todos las bajaron, El Niño estaba cada vez más espantado, y tan solo corrió a una esquina acurrucándose a sí mismo, en señas le dije a Pote que vigilará.
Lentamente me acerqué al niño, con una cara que ni yo misma reconocía
"Hola, soy Jessica" digo con una sonrisa, Jessica, hace tanto que no decía ese nombre, pues quedó en el olvido, pero, como explicarle a un niño asustado que me tiene que decir señora
"Erick" le tomó la mano en señal de cortesía, pero en lugar de eso, Erick empieza a llorar y me abraza como si fuera la última persona que verá en la tierra. No sé cómo reaccionar así que sin devolver el abrazo digo que todo estará bien.
Poco a poco me suelta, yo con una media sonrisa digo
"Erick, necesito saber que te pasó" La mirada de pánico vuelve a entrar a sus ojos
"Mi padre" dice en susurro "El me vendió"
Mi corazón se hace chiquito, pero necesito averiguar qué está pasando
"¿Quién? ¿A quién te vendió, Erick?" El me mira asustado, pero no hace falta que diga el nombre, su cara lo dice todo,, y hasta ahora noto el chaleco que trae puesto. Explosivos.
Me paro con decisión, dispuesta a hacer lo que un buen líder haría
"Muchachos, en este momento se van a retirar, cuiden con su vida a Fátima, gracias por su lealtad" todos se miraron confundidos entre sí, por lo que volvi a gritar "Fuera de aquí" todos salieron corriendo, quedándome con Lalo, El Gato, él Ratas y Pote allí. Volteo fingiendo molestia "¿qué no me oyeron? Dije largo" Ratas es el primero en alterarse
"Usted no es mi jefa, Santiago lo era y lo seguirá siendo por siempre" en otra ocasión lo hubiera matado pero en lugar lo deje continuar " y yo le prometí a mi jefe, que la iba a cuidar con mi vida, y no iba a dejar que pasara por ningún tipo de dolor, y últimamente no he cumplido con mi promesa. Pero no la voy a dejar morir en este lugar solo porque me dio una estupida orden que nadie tuvo que haber acatado" una pequeña lagrima salió de mis ojos mientras intentaba mirar a otro lado
"No me va a matar, solo me quiere hacer más débil"
"Lo sabemos señorita" dice ahora Gato " Por eso estaremos listos desde arriba a atacar si nos necesita, pero no la vamos s dejar en la boca de lobo sola"
" No cometo el mismo error dos veces" dice ahora Pote, refiriéndose a Santiago, mi Santiago. Yo alzo mi cabeza ya sin ningún ratos de lagrimas y digo
"Pues vamos s mandar al Diablo devuelta a su casa"
Ya todos estaban en posiciones, Erick se veía muerto del miedo, pero cuando supo el plan me dijo que estaba dispuesto a ayudarme. Me siento mal por tener que meter al niño en mi plan, pero es la única forma de poder seguir creciendo.
Oigo pasos a lo lejos llenas de risas cínicas y sarcásticas, me dan tanto asco
"Querida" escucho su voz repugnante "Que gusto volver a verte" me levanto del lado de Erick para volver a ver la cara que más odio en esta vida
"Diablo Diablo, pensé que ya habías aprendido quien manda aquí" el suelta una carcajada
"Yo pensé que tú habías aprendido más sobre este negocio Reina, pero parece ser que eres la misma niña con sentimientos que conocí hace dos años. Y pensé que con la penosa muerte de tus padres habías aprendido quien era el diablo" tormentosas imágenes vinieron a mi mente, mi mama siendo violada por tres hombres mi papá tirado en el suelo ahogado en su propia sangre  elimino esos pensamientos de mi cabeza antes de ponerme a llorar "cabeza Fría Reina, cabeza fría" me repetía a mí misma antes de matarlo en este momento
" Ya acabaste con mis debilidades"
"¿Y ese niño?" Sonrío y empieza el plan
"Pote me haces favor" Pote agarra a Erick y dispara, Erick empieza a sangrar y gritar, me siento terrible "Sácalo de aquí y termina con el, no quiero más gritos" Pote asiente y se lleva al niño en brazos, metros después se escucha otro disparo y entra un hombre del Diablo y asiente para dar crédito a lo que sucedió hace un momento
"En serio Reina, eso no es nada"
"¿Necesitas alguna otra cosa? Porque tengo varios enemigos que derrotar" el diablo cambia su cara
"Te puedo matar ahora mismo si así lo deseo" dice mientras saca su pistola , volteo hacia arriba donde él Ratas ya está apuntando hacia su cabeza, pero hago una seña negándole el permiso.
"Hazlo" digo mientras me acerco haya golpear mi frente con esta "me harías un favor, vamos ¡Hazlo!" el gruñe y baja la pistola "Se que puedes, pero no te conviene, porque ya no eres nadie, solo un pobre diablo que era el jefe del narcotrafico, pero una chiquilla asustada idiota le ganó el puesto gracias a su hijo que es el doble de bueno que el mismísimo diablo, y ahora tiene que besar los pies de esta chiquilla que se hace llamar La Reina para poder meter un poco de mercancía a Rusia" veo sus ojos achicarse, pero estoy segura de ir no me hará nada "¿tengo razón Diablo?" me burlo de el "me necesitas, necesitas mis negocios, mis contactos y a mí para poder seguir siendo algo en este negocio" me acerco más a él, y por fin veo lo que quería ver en sus ojos, pánico y rabia, y me siento feliz "Pero jamás me podrás vencer, porque si me matas aquí y ahora Rusos, Españoles, Colombianos y toda mi gente viene por ti, porque yo soy la Reina, y ni tú ni ninguno de tus socios pueden cambiarlo"  digo para comenzar a caminar  a la puerta con una sonrisa triunfante
LO SIENTO, NO TENGO INTERNET PERO SUBIRÉ CUANTO PUEDA

La Reina De La Mafia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora