Dicen que hay insectos que, una vez que su cabeza es apartada de su cuerpo, siguen viviendo un periodo de tipo no muy corto.
Los humanos no.
Ellos no saben vivir sin corazón, por ejemplo, que fue el caso de Gloria.
Cuando te lo arracan de cuajo, el palpitante órgano sigue funcionando unos segundos después pero, ¿el humano? Quizá si se cuenta hasta dos o tres. Pero Gloria no. Ella siguió viva mientras Emma la abría con un cuchillo en el gimnasio del colegio, siguió viva cuando ésta canturreaba y buscaba el corazón. Siguió viva cuando lo encontró y lo arrancó de raiz, como una mala hierba. Y claro, también cuando la metió en esa bolsa negra grande y la enterró en el jardín de Emily.
Cuando se acercó la señora adulta hablándole a Emma, Gloria había gritado, pataleado y pedido ayuda constantemente. Y tampoco había dejado de llorar escandalosamente desde el principio de esa odisea.
Sintió cuando Emma la había metido en el hoyo y también notó la tierra caer encima de sí.
Se retorcía en el agujero gritando y llorando escandalosamente hasta que creyó que su garganta dolería. Pero no fue así. Es más, el corte del abdomen no había dolido, ni tampoco cuando arrancó su corazón. Se estaba dando cuenta de las cosas cuando algo le tocó el hombro..y el pie, y la espalda, y el pelo. Dios, había manos por todas las partes de su cuerpo. Gritó con todas sus fuerzas y esa vez sí que dolió. Escuchó su nombre en la lejanía mientras notaba empujones, arañazos, pisotones...la voz le resultaba más que familiar aunque su pregunta era otra, ¿dónde diablos estoy?
Diablos...sí, los había por todas partes. Pequeños demonios jalándole el pelo y susurrándole cosas demasiado desagradables como para reproducirlas. Ella lloraba, su "corazón" se desgarraba con cada arañazo que esas cosas hacían. Parecían dibujarle en la piel con sus uñas, aunque era imposible mirar, no quería mirarlos a la cara. Aquella voz, que había susurrado su nombre, volvió a hacerlo, aunque esta vez más fuerte y cerca.
Gloria se atrevió a abrir los ojos, pero no había nada. Sólo oscuridad.
Comenzó a moverse por sí sola, tambaleándose y tropezándose con los seres, hasta que las manos fueron disminuyendo hasta desaparecer. Se había alejado de ellos y éstos la habían perdido. Menos mal. La voz volvió a sonar y esta vez, Gloria corrió en su dirección. No será nada peor que aquello. Inconscientemente, estaba corriendo hacia una luz envolvente que, acortando la distancia, se hacía cada vez más grande. Llegó hasta ella con los ojos entrecerrados y quiso tocarla, quiso perderse en esa luz tan maravillosa...pero no pudo. Una mano la detuvo. Se giró con terror y, gracias a la luz, pudo ver con total claridad.Clara estaba dolida, muy dolida. Desde que Emily se había vuelto amiga de Gloria, la había dejado de lado. Se suponía que eran mejores amigas y ambas odiaban a Gloria, ¿qué había pasado? Si hacía unos meses, Emily le había pegado una paliza de casi muerte. Muerte. Clara se había vuelto muy hiriente consigo misma desde que Emily la abandonó. Aunque..todos la abandonaban, a quién quería engañar. No era culpa de su ex mejor amiga, era su propia culpa. Nunca serás lo suficiente buena para nadie. Se repetía una y otra vez mientras las cuchillas de afeitar hacían garabatos en su piel blanquecina. Es mejor que estuvieses muerta. Y, aunque pareciera mentira, nunca lloraba. No lo hizo cuando, a sus 5 años, su gato fue atropellado. Ni cuando, unos años más tarde, su perro sufriera el mismo destino que el pobre minino. Ni cuando su madre, hacía unos meses, le había confesado que era su tía. Tus padres murieron y yo era tu madrina, por lo que tuve que cuidarte yo y fingir ser tu madre. Fingir. Realmente nunca la había querido. Como ella misma dijo, había fingido hacerlo. No había llorado entonces, ¿por qué habría de hacerlo cuando Emily se fue con su enemiga? Pero lo hizo. Lloró lo que nunca había llorado y tuvo la sensación de que en cualquier momento, expulsaría todo el aire que tenía y moriría asfixada. Aunque no le hubiese importado. Tuvo el deseo de morir desde que nació, y su vida había empeorado las cosas. Era un caso perdido. Odiaba a todas y cada una de las personas que habían formado parte de su vida. A todas. Pero sobre todo a Emily. Ella le había hecho creer que la querría para siempre, pero jamás lo había hecho.
Quería hacerle daño, quería torturarla, quería...quería matarla. Y lo haría. Claro que lo haría. Y pondría las pruebas como un suicidio, lo había planeado millones de veces consigo misma. Nada de notas.Al final, todos creerían que Emily se había matado.
¡Hola! Siento la tardanza, tuve cositas que hacer jaja. Espero que os haya gustado y espero leeros en los comentarios. ¡Un beso muy grande a todos!
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¿Lo Sientes?
HorrorY cuando no haya más sitio en el infierno, los muertos caminarán por la tierra de los vivos. Dicen que en el hogar de Satanás, hace calor, mucho calor. ¿Y si es mentira? Según Emily, la oscuridad forma parte del decorado pero...Nadie estuvo tan cerc...