Orihime
Para el medio día, Orihime ya estaba enterada de todo lo que había ocurrido en su ausencia. Aunque fuese un suceso completamente irrelevante, Rukia y Nel se encargaban de contárselo todo con lujo de detalles. A Orihime no le molestaba, para nada, al contrario se encontraba sumamente contenta de que sus amigas no hubieran cambiado tanto como ella se esperaba. Seguían siendo las mismas chicas parlanchinas e hiperactivas y un simple año no podría cambiar ese hecho.
Físicamente, desde luego que todos habían cambiado. Rukia se veía un poco más alta y había cortado su cabello, de tal manera que este caía libremente por sus mejillas, al contrario de Nel, que había dejado que este creciera y le llegara a la espalda y parecía haber estado haciendo ejercicio, pues se veía ligeramente más "musculosa" y delgada. Por otra parte, Renji también había cortado su cabello, pero aun así este seguía manteniendo su color rojizo que lo hacía parecer tan salvaje. También estaba Grimmjow, que se había vuelto más alto y fornido de lo que recordaba, y desde luego, Ulquiorra. De este no podía decir mucho, pues aparentemente estaba completamente igual, pero había algo que le decía que el pelo azabache había cambiado, de alguna manera se veía diferente, pero Orihime no sabía identificar aquella diferencia.
— Nel, Rukia, paren ya, hacen que me duela la cabeza de tanto escucharlas hablar— se quejó Grimmjow con una expresión de aburrimiento.
— Además, no creo que a Orihime le importe que hayas ido de compras al centro comercial y alimentaras a un pollo, Rukia— agregó Renji, pues en efecto, habían interrumpido la anécdota que Rukia contaba sobre su visita a un centro comercial y su encuentro con un pollito en el camino.
— ¡No seas insensible, imbécil!— estalló Rukia, propinándole una buena patada a Renji en la espinilla, quien se retorcía de dolor en el sillón. — Fue el pollito más adorable que pude haber visto...— ignorando las quejas de dolor del pelirrojo, prosiguió con su anécdota.
Orihime soltó una risita, que muy pronto se convirtió en una carcajada que interrumpió la retomada historia de su amiga pelinegra. Estaba feliz, muy feliz por el hecho de que sus amigos estuvieran en ese momento con ella. Volverlos a ver significaba mucho, realmente los había extrañado.
Todos la miraron con expresiones confusas por su extraña reacción, pero pronto también se unieron a las risas de su amiga pelirroja. Todos, menos cierto pelo azabache que observaba todo con una expresión rara en el rostro, casi melancólica.
Cuando las risas cesaron casi por completo, Rukia prosiguió con otra anécdota bastante peculiar: —...además, descubrimos que Renji es gay — comentó Rukia, provocando que Orihime, y el mismo se Renji se atragantaran, mientras los demás se reían.
El pelirrojo, bastante avergonzado respondió: — ¡¿De dónde sacaste esa estupidez, gnomo del demonio?!
— ¡¿Cómo me dijiste, estúpido mandril?!
— ¿Pero qué cosas dices? — Intervino Orihime antes de que la discusión llegara a más — No creo que Renji sea gay — prosiguió, después de todo ella estaba casi segura de que a su amigo pelirrojo le gustaba Rukia, era un poco evidente, de hecho, aunque no podía realmente asegurarlo.
Renji bufó.
— Claro que no lo soy — Se defendió, sin embargo, Rukia pareció ignorar su declaración.
— ¡Si lo es! — Dijo, o más bien gritó — Nel y yo lo vimos saliendo del baño de hombres con otro chico y después le dijo "Gracias por eso, eres el mejor".
Para Orihime era divertido ver como Rukia molestaba a Renji por tal cosa (porque era bastante obvio que la pelinegra sabía que Renji no era para nada gay). Sonriendo, trató de seguir el hilo de la discusión sobre la sexualidad del pelirrojo.