Improbable [Trad/kaisoo]

Positivo

Nota de la autora:  Este enredo surgió después de una conversación sin compromiso con mi profesora de fisiología, por lo que esto es lo más próximo a la realidad posible. Siempre tendrá notas finales, les recomendaría leerlas, porque son explicaciones detalladas sobre información que colocó en los capítulos.

"Algo debe cambiar para que todo siga igual"

- Giuseppe Tomasi di Lampedusa (1896 - 1957).

— Kyungsoo, no puedo darte la información que me estás pidiendo, ¡y lo sabes! ¡Es contra la ley! ¡Y que sea contra la ley significa que puedo perder mi empleo! — Baekhyun puntuó, lentamente, como si estuviera hablando con un niño tonto, sin embargo, sabía muy bien que podía ser lo suficientemente insoportable como para convencerlo de hacer lo que quería. Era solo cuestión de cuánto empeño podía poner en una causa, en el poco tiempo que tenía.

Crucé los brazos sobre el pecho, mirándolo con una ceja arqueada y una impaciencia disimulada, dejando que solo mi disgusto se notara.

— Como si amaras tu empleo. — Desdeñé, en un tono cargado de sarcasmo. — ¡E incluso si lo haces, no tengo la intención de hablar sobre la información que me des! ¡Es la decisión más importante de mi vida, no voy a tomarla sin estar absolutamente seguro de lo que estoy haciendo, Baekkie! — A pesar de mi impaciencia, estaba siendo completamente honesto en ese momento. No tenía la intención de perjudicarlo de ninguna manera, pero no me tranquilizaría hasta que tuviera la información que necesitaba. Necesitaba.

Suspiró y levantó las manos, como si le pidiera fuerza al cielo. Sabía que estaba presionándolo mucho y no quería tener que hacer eso con Byun, pero ver esa actitud de súplica me hizo estar seguro de que obtendría lo que quería y una discreta sonrisa se enmarcó en mis labios.

— Dejemos en claro que si termino en la calle será tu culpa, tendrás que mantenerme, Do. — Su mirada era cortante, pero sabía que Baekhyun no estaba realmente molesto conmigo. Sin embargo, era hecho que no estaba contento por arriesgar su fuente de ingresos a causa de una locura mía. Sus dedos comenzaron a teclear frenéticamente en el teclado de la recepción, buscando en el sistema la información que le había pedido. Poco después, la impresora empezó a trabajar. Buscó los papeles en la salida de la máquina, los engrapó y me los entregó, a regañadientes. — Fue este hombre al quien escogiste. Y que quedé bien claro que yo no puse esta información en tu mano, ¿bien? ¡Las obtuviste de un santo!

— Claro. Tarot y lectura de manos. Encontré la dirección en internet y su nombre era algo impronunciable, en castellano. — Hablé, sin darle mucha atención al berrinche que hacía mientras me ocupaba de leer la información contenida allí.

Hasta ver la foto que venía junto al expediente.

Un moreno de cabello negro que enmarcaba su rostro como una cortina de cielo nocturno, sin estrellas; acompañado de labios gruesos y una ligera sonrisa completado la imagen. Era lindo, no había ni que decirlo. Lindo de una manera que fácilmente encajaría en la portada de una revista. Pero no era solo la belleza lo que me conquistaría esta vez.

Miré los papeles una y otra vez, leyendo todo con una atención atípica hasta para mí. No tenía enfermedades venéreas, ni antecedentes familiares de cáncer. Era dueño de una empresa de construcción que había levantado la mitad de Gangnam. Graduado como ingeniero civil de la Universidad de Seúl. Actualmente tenía 29 años y había donado su esperma para que su ex esposa pudiera intentar un embarazo in vitro; pero cuando se divorciaron y le preguntaron qué quería hacer con su semen, afirmó que podían donarlo de forma anónima, probablemente una decisión un poco arbitraria.