Improbable [Trad/kaisoo]

Acepto

No era fácil ser padre.

Mucho menos ser padre de gemelos, eso tenía que admitirlo.

Y para alguien que fue lanzado en todo aquello de la manera en la que lo fui, sin saber nada, exactamente como un individuo que acababa de caer en paracaídas en un campo de guerra, a veces, pensaba que todo aquello era una pesadilla sin fin.

A pesar de todo lo que la mayor parte de las personas piensan sobre mí, no soy tan tranquilo y seguro como aparento. Tengo miedo, sobre todo miedo a equivocarme, si es que eso tiene sentido. Y yo tuve miedo todo el tiempo durante ese proceso interminable de errores y aciertos.

Tuve miedo cuando Kyungsoo apareció en mi oficina diciendo que era un hombre embarazado de mí, sentí miedo cuando aquella idea dejó de ser ridícula para empezar a tener algo de sentido y Dios, lloré como un niño cuando recibí la confirmación de la clínica de inseminación sobre que el embarazo era real.

Realmente lloré, porque yo ya había renunciado a ser padre.

No es que fuera muy viejo, pero ya no era tan joven y ser padre, a mis ojos, significaba comenzar una relación, que tardaría años hasta convertirse en un matrimonio y sólo entonces planearíamos tener un niño que, entonces, llegaría demasiado tarde a mi vida. Porque yo ya estaría más cerca de la edad de ser su abuelo que de ser su padre, de hecho.

Adoptar estaba fuera de cuestión porque ser padre soltero no coincidía con la empresa que cargaba en la espalda y lo último que quería era que mi hijo me recordara como alguien que se perdía todos sus partidos de fútbol debido a reuniones con clientes insoportable. Entonces, cuando llegó Kyungsoo... Fue una sorpresa.

Una sorpresa de verdad, porque ni siquiera sabía qué pensar.

Primero pensé en ignorar completamente a ese adicto a las drogas que había aparecido en mi empresa, con la cara más descarada del mundo, contando una historia ridícula. Sin embargo, su historia encajaba, de alguna manera, y aquello me estaba dejando loco. Al punto de realmente terminar mi turno más temprano y salir en busca de respuestas concretas, o morir intentándolo.

Cuando descubrí que era verdad, no había ni la más lejana posibilidad de que yo no me hiciera responsable de esos niños. Fingir que no me importaba sería ir contra todos mis principios morales que había tenido durante toda mi vida. Sería ridículo, entonces la hipótesis ni siquiera pasó por mi cabeza, pero admito que casi llegué a desistir después de la primera conversación que tuvimos, en su apartamento.

Do Kyungsoo era insoportable.

Una de esas personas que probablemente no podían mantener una relación por más de dos meses porque los demás se cansaban de él antes de eso. Él tenía una personalidad fuerte, llena de imposiciones, de lengua aguda y un sarcasmo casi palpable. Era simplemente la persona más difícil de tratar que había tenido la infelicidad de conocer y, como si la situación no fuera lo suficientemente mala, él sería la madre de mi hijo.

Aquello parecía honestamente mi infierno astral.

Pero entonces las cosas empezaron a cambiar poco a poco...

No sé cuándo empezó, pero sé que un día me di cuenta de que él tenía... Corazón. Peludo y lleno de púas de hielo, pero estaba allí. Que era una persona extremadamente necesitada, que tenía miedo de las relaciones, que estaba asustado, que me veía como una amenaza para la única familia que él podría tener la oportunidad de construir y... Eso fue suficiente para mostrarme que valía la pena darle un voto de confianza a Kyungsoo.

Qué valía la pena intentar conocerlo.

Fue entonces que las varias facetas de él comenzaron a aparecer, junto con su historia. Él no tenía padres; de los dos mejores amigos que tenía, uno de ellos había desaparecido del país y el otro estaba haciendo lo mejor posible para mantenerlo entero, sin mucho éxito. Sus relaciones, como yo había previsto, fueron terribles, terminando mucho antes de que cualquier ser humano logra siquiera arañar la fortaleza impenetrable que rodeaba su corazón. Él tenía motivos para tenerme miedo. Creía que yo desaparecía con sus hijos y lo dejaría en la mierda.