Capitulo 9.

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Me removí en mi cama sintiendo una gran comodidad, después solté un bostezo.

Realmente hace tiempo que no dormía así de bien, y la culpa principal de mis desvelos no era la bebé, sino mi insomnio.

Voltee hacia mi ventana y descubrí que el cielo era claro, mire a mi derecha,en ese instante mi pulso aumento pues Clau no estaba, pero unos sonidos provenientes de la planta de abajo llamaron toda mi atención.

Baje las escaleras con el mayor silencio que pude hasta llegar a la sala.

Solté un suspiro de puro alivio al ver que allí se encontraban Isaac junto a la peque. Él mayor estaba acostado boca arriba en el sofá pero, dejándole una parte a la pelinegra, quien se encontraba medio sentada entre cojines enredando sus manos entres los cabellos del rubio y soltando pequeñas risistas de vez en cuando, al jugar.

Sonreí ante tal escena.

- Mañana temprano no te escapas de una charla conmigo.- repitió mis palabras Lahey, mientras hacía comillas con sus dedos al pronunciar la palabra temprano.

- Oh, lo siento señor puntualidad, si tanta prisa tenías podías irme a despertar y asunto arreglado.- reclame.

- Vez Claudia, esa es una pésima forma de empezar el día, no aprendas eso.- rio el ojiazul.

- Gracias por hacerte cargo de ella Isaac.- le sonreí, enseñando mi lengua.

- No es nada, Sti.- me devolvió la sonrisa.

Me di la media vuelta y camine hasta la cocina, moría de hambre.

- El desayuno está en el microondas.- escuche a mi amigo decir desde la sala.

Puse los ojos en blanco ante sus palabras, pero de todas formas lo saque y comencé a comerlo.

- Que cuides de Clau y me hagas desayuno no recompensaras el casi paro cardiaco que me diste ayer.- aclare.

- Para tu información yo la cuidaba desde antes, el desayuno fue de mi cortesía y agradecimiento por tu solidaridad de dejarme dormir en tu sofá.- término guiñándome un ojo, pues se acercó hasta el comedor.

- Bien comencemos nuestras platic....- iba a terminar de hablar cuando Isaac me corto.- Termina de comer, Stilinski.

A regañadientes seguí comiendo hasta eliminar todo el contenido del plato como del vaso de jugo que me serví antes de tomar asiento en la punta de la mesa, los cuales después lave, seque y acomode en su respectivo lugar, al igual que los cubiertos que utilice.

Volví a mi habitación de manera rápida, solo para cepillar mis dientes y lavar mi cara.

Una vez de regreso en el primer piso, tome asiento frente al ruloso, quien sostenía a la pequeña que comenzaba a quedarse dormida en su pecho.

- ¿Ya podemos tener nuestras charla o me ordenaras alguna otra cosa para evitarla?- pregunte divertido.

- Stiles, prefiero que estés tranquilo pues pude que toquemos temas, que te resultaran no muy agradables.- menciono serio.

- Bien.- asentí.- ¿Qué hacías fuera de mi ventana?- fui directo.

- Cuidarlos. Tanto a Claudia como a ti.

Abrí un poco más mis ojos con sorpresa ante sus palabras.- ¿Por qué?

- Eso no importa, Stil...

- No me vengas con eso ahora, Lahey. Dímelo.- ordene mirándolo seriamente.

Tomo aire, el cual segundos después lo soltó como un suspiro.- Derek así me lo ordeno, antes de venir aquí.

Derek.

Las palabras se esfumaron de mi mente ante la mención repentina de aquel nombre.

El nudo en mi garganta creció, las lágrimas comenzaban a reclamar el querer salir.

- ¿Por qué también a mí?- logre pronunciar con voz baja.

- Porque él aun te amaba, Stiles. Él sabía que te harías cargo de su hija sin más.

Limpie con mi mano las lágrimas que bajaban por mis mejillas.- Si tanto me amaba no se hubiera metido con Breaden.- solté con rabia.

- Sin ese hecho ahora no estuviera Clau.

- ¿Por qué se llama así? ¿Por qué ese nombre? - me queje llorando mientras algunas palabras se atoraba en mi garganta.

- Eso no lo sé, Sti.

Baje la mirada, intentaba calmar el llanto con mi respiración pero no podía lograr nada aun con esas preguntas en la cabeza.

- Isaac.- le llame, cuando tuve su atención me atreví a preguntar.- ¿Él no está muerto, verdad? Todo esto es una mentira, ¿cierto? - solté un hipido al terminar de pronunciar, el dolor me consumía y las lágrimas parecían infinitas.

- Lo siento. Él de verdad estaba muy herido.- susurró con la cabeza gacha.

Restregué mis manos por mi cabello en desesperación, me reusaba a admitir esa palabras.

Suspire pesadamente, mientras negaba con la cabeza de manera lenta.

Con la poca fuerza que tenía subí hasta mi habitación, donde cerré con fuerza la puerta y me lance a mi cama, tome con fuerza mi amolda y grite como si eso lo trajera de vuelta.

- ¡NOOOOO! ¡DEEEREEEK!

The new Hale |STEREK|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora