Lección 6: Compañeros de piso

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El domingo saqué mis cosas de la casa de mis padres, si iba a fingir que vivía solo tenía que ser todo el show cómo dijo Albarn

Una vez salí de casa un auto esperaba por mi en la entrada —¿Listo?— Albarn estaba dentro de ese coche

La miré atónito y señale desconcertado por el vehículo—¿Qué?

—Es de papá, lo devolveré luego. Súbete

—Pero...—

—Tengo licencia de extranjero, además la vez pasada me llevaste a casa así que te devuelvo el favor

No me quedó de otra, abrió la cajuela y eché dentro las maletas, subí al asiento del copiloto y ella arrancó

No me despedí de nadie. Wes y mis padres salieron a tomar el té con no se quién. Agradecía que no estuvieran para cuando me fuera, ya mañana les mostraría donde "iba a vivir"

—Albarn— llamé removiendome en el asiento

—Maka

—¿Disculpa?

—Maka está bien, no seas tan formal me incomoda— me pidió sin despegar los ojos de la calle ¿Cómo era posible que a sus diecisiete años manejará mejor que yo? Bueno, estamos hablando de un auto, si hablamos de motocicletas no me ganaría jamás

—Bueno, Maka ¿Por qué de repente me ayudas?

—No es una ayuda Soul— en cuanto dijo mi nombre sentí un escalofrío —Es un trato, yo te salvo de tus padres y tu pagas la mitad de la renta del departamento

—Pero sólo fingiré que vivo aquí, no le veo la necesidad de pagar

—Bueno, yo te ofrezco la mitad de mi departamento en lo que encuentras algo mejor, últimamente he tenido problemas con mi cuenta bancaria y necesito un compañero de piso por el primer mes de renta, ya después puedes buscar algo con calma

Llegamos pronto a el edificio del viernes, bajé mis maletas y subimos —¿No hay ascensor?— pregunté para hacer tema de conversación

—No— respondió. Me sentía incómodo, parecía que le valía un comino mi presencia —Llegamos— Abrió la puerta del departamento. El lugar era espacioso y pintoresco, era un buen lugar en realidad. Tenía cocina, dos habitaciones, un cuarto de baño y sala —Tu habitación será la de la izquierda, siéntete como en casa

Me quedé parado a la mitad de la sala viéndola ir y venir con cajas que supongo son sus pertenencias, tomé mis cosas yendo a donde me indicó, abrí la alcoba encontrando todo vacío, la cama tenía unas sabanas blancas y las cortinas eran del mismo color. ¿De verdad iba a aceptar vivir con ella?

Por el momento no tenía opción, era eso o morir en casa de mis padres. Acomodé mis pertenencias en los espacios, guardé mi ropa, saqué mi ordenador, parlantes, también mis cuadernos y por último regresé a la sala por mi guitarra

Repentinamente choqué con ella

No había visto a Albarn tan de cerca, en realidad ni siquiera me había detenido a hacerlo

Era un poco más baja que yo, al parecer siempre llevaba sus coletas, era muy delgada, se veía que no tenía genes norteamericanos solamente

Tras la caja que le impedía ver asomó su cabeza hasta poder fijarse en el panorama —Perdón, no te ví— me dijo retrocediendo 

El último contenedor se tambaleó amenazando con caer —Te ayudo— me ofrecí levantando las dos cajas de arriba —¿A tu habitación?

—No te preocupes, puedo llevarlas sola

El Asiento De Adelante [Monochrome 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora