Lección 21: El mejor hombre

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—Me gustas pecho-no-tan-plano. Lo voy a repetir hasta que lo entiendas— Aseguré de forma suave —No importa cuanto tiempo me lleve

—¿Eh?

—Que me gustas— La ví fijamente, sonriendo ante su sonrojo pronunciado. Y es que no podía creer su necedad por negar que me gusta, por decir que terminaría aburrido de ella. Si alguien le dijo eso alguna vez estoy seguro que ese alguien es un completo ciego

—¿De que te ríes?— increpó torciendo la boca

—De tu expresión

—Qué divertido Evans— se hizo a un lado apagando la estufa

—Si mucho— Besé su mejilla tronando los labios de manera pronunciada —Y cuando decidas darte una oportunidad seré el primero en la lista de espera no podrás darle a nadie más mi lugar

—Mira mejor callate y siéntate a desayunar que vamos tarde. Contando que dejaste la motocicleta en la escuela

-—¿Por qué eres tan amargada? Disfrutame

—¿Por qué eres tan egolatra?

—No soy egolatra, solo quiero que sepas que no hay mejor hombre sobre la tierra para tí que yo— me senté sonriente, era su turno de sufrir un poco

—Por supuesto ¿Y por qué según usted señor sabelotodo?

—La sabelotodo eres tú, pero sé que no hay mejor hombre para ti, porque soy el único al que dejas acercarse tanto. Como ahora— Debiamos ser honestos, los dos estábamos concientes de ello

Maka abrió los ojos analizando mis palabras llenas de razón. Yo era el único hombre que estaba así de cerca, ni siquiera su padre que era su padre estaba tan ligado a ella. Aunque pensándolo bien él tuvo la culpa de que odiara al género masculino en primer lugar

—Casualidad— respondió entonces

—¿Nunca adminites la derrota?

—No la admito cuando no he perdido. Apresurate ya— exigió irritada, por hoy debía detener la presión

—Vas a volverme loco

—O cadáver si no te apresuras, estámos llegando tarde

—A sus ordenes mi señora

Desayuné más tranquilo, al menos parecía estar menos incómoda que ayer. Levanté los platos ofreciéndome a lavarlos, luego salimos juntos a la escuela —¿Qué te parece si cargo tu mochila?— pregunté desprevenido

—¿Estás en educación media? Puedo cargar con mis libros yo misma— dijo fastidiada. Amaba ver sus berrinches ante mis atenciones

—Vamos, vamos. Ninguno de tus anteriores novios hizo esto por tí te lo aseguro— le quité la mochila que apenas se iba poniendo

—¡Soul!— se quejó intentando tener su maleta de vuelta. Se dió por vencida al ver que no lo conseguiría  —Ya te dije que no he tenido novio. Nunca

Se mantenía empeñada en negarlo, comenzaba a creerlo —Te lo pongo así, vamos a intentarlo como si fuera uno de tus "no novios"— ofrecí —Citas, abrazos— estoy seguro de que su expresión será épica —Besos— le codeé un poco sonriendo de lado

—¡Eres insoportable!— tal como pensé se puso roja por la propuesta ¿Acaso no sabe qué tan adorable es? No me siento cool diciendo eso pero es la verdad

—No puede ser tan malo— defendí mi plan de conquista ante sus negativas —¿Soy guapo?

—Si— su respuesta sincera me sorprendió bastante —Me gusta tu confianza— aquello me emocionó

El Asiento De Adelante [Monochrome 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora