Lección 4: Albarn & Death

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Los últimos tres días no fueron mejor de lo que esperaba, por el contrario habían sido un completo desastre. Albarn no dejaba de meterme en problemas con sus rabietas en mi contra. Y como castigo por no llevarnos bien me obligaron a guiarla por la escuela

—Ya te dije que no necesito tu ayuda Evans puedes irte a donde se te plazca no diré nada

Siempre decía lo mismo, y parecía que en realidad no me necesitaba, conocía el lugar bastante bien, aunque siempre iba a la biblioteca en los descansos

—Es mi obligación, no quiero un castigo aún peor, además ¿De quién crees que es la culpa?— La verdad era la primera vez que la "guiaba" los otros días le hacía caso pero hoy el profesor Sido me advirtió que debería hacer mi trabajo o de lo contrario me esposaría a ella. Quizá si se atrevería, mejor no retarlo

Repentinamente mi móvil sonó en mi bolsillo —¿Qué?— grité prácticamente sin mirar a quién le respondia

¿Problemas para dormir? — Bromeó el remitente de la llamada

—No te importa Kid ¿Qué quieres?

Necesito que vengas a mi salón y traigas a la alumna nuevame pidió con suma tranquilidad, entonces ví mi oportunidad para deshacerme de ella

—Allá la tendrás amigo— colgué y alcance a la plana Albarn pues me detuve para responder —Hey

—Pensé que por fin me dejarías en paz

—Y es lo que haré, el hijo del director te busca, así que mueve tu trasero y vamos con él

—Estúpido pervertido deja de ver mi trasero ¿También te gusta ponerles notas del uno al diez? ¿Degenerado?

—Es una expresión ¿De acuerdo? Ni que tuvieras mucho que ver— la tomé de los hombros empujandola antes de que pudiera decir algo —Camina me urge deshacerme de tí, los rumores corren demasiado rápido— Si me veían con ella podrían inventar que me gustaba y eso sería la gota que derramar del vaso

—¿Qué rumores? Además ¿Con quién dijiste que íbamos?— Preguntó deteniéndose abruptamente

—Vamos con Death the Kid el hijo del director, apúrate

Los ojos se le llenaron de emoción —¿Kid? ¿Ya volvió de Suiza? Anda Evans llévame con él— me tomó de la muñeca y me arrastró

De alguna manera me incomodó que prefiriera su presencia a la mía. Según yo no soy tan insufrible —Espera tonta por ahí no es— le dije al notar la dirección en la que íbamos

—Apúrate entonces— urgió sin detenerse

Llegamos al salón de Kid y par mi sorpresa a él también le brillaron los ojos cuando la vió, aunque era un sentimiento diferente desde mi perspectiva —Maka— Exclamó feliz —Cuanto tiempo

En su salón estaban Black y Tsubaki. Nos miramos confundidos cuando se saludaron con tanta emoción

—Hola Kid, ha pasado mucho tiempo— Se abrazaron y por una extraña razón me sentí desplazado

—Has crecido Makita— ¿Le dijo Makita? ¿De dónde se conocían para tener esa confianza? —Pensé que no volverías al Shibusen

¿Volver?

—Pues, acabo de regresar, mi papá y yo apenas nos mudamos ayer ¿Sabes?

—Así que el señor Spirit también regresa ¿Aquí mismo? Mi padre nunca me lo dijo

—Si, fue repentino

Después de eso nos perdimos, no comprendiamos mi una sola palabra ¿Volver? ¿De dónde? ¿Su padre también volvía? ¿A qué?

—Chicos les quiero presentar a mi amiga de la infancia Maka Albarn— Nos dijo Kid, el rayitas se veía muy sonriente

—Hola— Tsubaki saludó primero, tan amable como siempre —Bienvenida al Shibusen Maka, mi nombre es Tsubaki Nakatsukasa

—Bienvenida a mis dominios mortal Nyajajaja— Black Star le extendió la mano esperando un saludo más formal —Soy el gran Dios Black Star, si algún día necesitas admirar mi grandeza no lo dudes ni un momento— le dijo

—¿De... acuerdo?— parecía muy sorprendida por la manera de Black para presentarse —Soy Maka Albarn mucho gusto

—Bueno ya nos conocemos— le dije yo cuando todos esperaban que nos presentaramos

—Bien Maka ya sabes como nos movemos por aquí, cualquier cosa estoy en este salón— ofreció Kid

Habían pasado dos días más y Albarn ahora se juntaba con mis amigos, dejamos de molestarnos por que yo debía ocuparme de otro asunto muchísimo más importante

—Viejo eres un fracaso, a este paso vivirás con tus padres hasta los cuarenta

—Cállate Black Star no necesito que me lo recuerdes— bufé ante el comentario nada divertido de mi amigo

—Pero ¿Que tan difícil puede ser conseguir un departamento?

—Ya sabes cómo son mis padres Black, necesito encontrar un lugar "decente"— dije lo ultimo entre comillas, en realidad no me importaba mucho dónde me quedara, aunque tampoco me iría a un basurero

—Bueno Tsubaki me dijo algo de que una conocida suya necesitaba un compañero de piso para pagar la renta de su departamento si quieres puedo pedirle que te la presente

Analicé la situación, si mis padres no se enteraban de que viviría con una chica todo saldría bien —Vivir con una chica, cool ¿Crees que podrías hacer eso por mi?

—Claro, un Dios siempre ayuda a sus súbditos

Bromeamos un poco más hasta que realmente debía volver a casa. Nos despedimos quedando para el partido del viernes

Cuando volví a casa en la esquina de la cuadra ví a un tipo que lloraba a mares ¿Qué le pasa? Me acerqué y el hombre parecía un niño haciendo berrinche

—¡Maghaaa mi maghitaa!— Gritaba mientras moqueaba, me alejé de él antes de que se me pegará algo con su manera de llorar. Guardé a mi bebé en el garage dirigiéndome al edificio principal de la casa —Ya volví— anuncié cerrando la puerta tras de mi

—Soul, hola querido, la comida está lista— Anunció mi madre, tenía un delantal con un volteador en la mano

—Comí en la casa de un amigo, no tengo apetito— Subí a mi habitación para empezar a hacer mis maletas, le coquetería un poco a la amiga de Tsubaki y asunto arreglado. Adiós casa Evans

Llegó el viernes, nos juntamos en la cancha local al salir de clases —Hola chicos— mis amigos ya estaban en el lugar y yo apenas llegaba

—Hey Soul, le comenté a Tsubaki sobre la chica y dijo que la traería hoy — me informó cuando chocamos los nudillos

—Perfecto Black por fin me iré de esa endemoniada casa

Kid terminó de ponerse las muñequeras, acercándose con el balón —¿Empezamos?

Haciendo algunas canastas pasábamos el rato esperando a Tsubaki —Hola chicos— por fin había llegado —Soul traje a alguien que puede ayudarte con tu departamento

Sonreí y me di la vuelta, pero en cuanto ví de quien se trataba mi sonrisa se borro —¿Albarn?

Continuará...

El Asiento De Adelante [Monochrome 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora