Lección 17: Soul Eater

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Los dos regresamos al salón, no volvimos a hablar en lo que restó de las clases, para los siguientes dos descansos me fuí a jugar baloncesto con los chicos. Estar cerca de ella me tenía en un dilema

Mi parte cool me decía que disfrutara de la situación. Era igual que con mis antiguas citas, besos, abrazos, esas cosas pero sin llegar a formalizar como novios

Y mi parte más inquieta me pedía darle nombre a eso que "teníamos" para poder indetificarlo, pues al no saberlo me mordía la duda. Para no pensar más decidí apagar mi mente por ese día

Afortunadamente tuve profesores que ya conocia, podía manejar mi distracción sin que me dieran un reporte. Al salír de clases planeaba regresar solo a casa pero no quería comportarme como un niño

Hacer un berrinche por no obtener la respuesta que quería no era cool, además no iba a abandonarla para que su padre la siguiera todo el camino

La ví llegar al estacionamiento revisando unas hojas, al parecer eran poesías que le entregó su profesora de literatura —Perdón por llegar tarde— me dijo apoyando su mochila en el asiento de la motocicleta guardando el engargolado —Tuve que encontrar una ruta por la que mi papá no me siguiera

—Ya— nuevamente se acomodó los tirantes de la mochila. Se alejó dejándome montar el vehículo. Ella también se subió pero esta vez no sentí un cálido abrazo, solo me sujetaba para no caer

—Vámonos— dijo asomando su cabeza para poder verme ¿Por qué debía ser tan indiferente con lo que pasó?

Arranqué sin decir nada. Si ella podía estar tan tranquila entonces no debía darle más vueltas al asunto aún si quisiera. Anduve lento, por algún motivo no quise ir a casa solo para que cada uno estuviera encerrado en su cuarto —Oi Maka— la llamé lo suficientemente alto para que oyera a pesar del motor

—¿Qué pasa-— me preguntó de vuelta

—¿Te gustaría dar un paseo?

—¿Un paseo?

—Si, un paseo por el desierto

Pude ver por el espejo como se intrigaba con la propuesta, estoy seguro que no había estado en el desierto "paseando" alguna vez en su vida

Parecía pensarlo porque se mordió el labio inferior, aquello me desconcentró un poco —Si, vamos— me respondió al fin sonriendo

Aumenté la velocidad para que estuviéramos lejos de la ciudad lo más rápido posible. Pronto las casas de Death City fueron siendo pocas reduciéndose a ninguna, ahora solo se veían dunas, cactus y la extensa cantidad de arena que se alzaba por delante —Sujetate bien— le grité cuando estuvimos alejados

Maka tenía bien sujetas las manos a mi cintura, parece que le gustaba la sensación de la velocidad pero no está dispuesta a caerse. Así recorrimos otro gran tramo observando el sol iluminar nuestro camino

Después de cinco minutos nos detuvimos para contemplar el atardecer, Maka sacó su celular comenzando a tomar fotografías de la vista, yo hice lo mismo pero con otra intención

Poniéndome un poco detrás suyo comencé a capturar las imágenes, tomé varias del ocaso pero también de ella, sonriendo al horizonte. Me fuí arrimando más a su lado hasta que nos tomé una fotografía juntos, ella no miraba la cámara pero se veía increíble

El Asiento De Adelante [Monochrome 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora