Lección 9: Este soy yo

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Al día siguiente amanecí cansado, no había podido dormir bien, el tal Akane se fué muy tarde, aproximadamente hasta la una de la madrugada ¿Acaso no lo esperaban en su casa? Hubo un momento en el que quise salir a decirle que le bajara el volumen de sus chistes. Pero me recordé que era invitado de Maka

Me levanté y caminé hasta el baño, la puerta estaba abierta así que no tuve porqué tocar. Mirándome al espejo me dí cuenta de las terribles ojeras bajo mis párpados —Si mi madre creía que lucía como un vago, ahora de seguro pensaría que me drogo

Me duché con velocidad por estarme lamentando mis pocas horas de sueño, se me había hecho tarde. Corrí a la cocina para buscar algo que comer de camino abajo, me de tuve cuando ví un plato y una nota

"Soul tuve que salir temprano, te dejé hecho el desayuno, disfrútalo nos vemos en clases

Maka :)"

Esa niña, después de todo me apresuré a juzgarle

Me pregunto si seguirá siendo así conmigo, aunque creo que es mejor mantener nuestra distancia. Después de todo solo voy a vivir aquí un mes

Tomé dos hotcakes haciéndolos rollo y salí rumbo al Shibusen. Honestamente no quería ir a ninguna clase pero tenia que tener por lo menos las asistencias

Al llegar ví a Maka en el salón, estába muy concentrada en un libro, no prestaba atención a otra cosa. Me pasé directamente a mi asiento —Hola— le dije, ella pareció no escucharme. Iba a saludarla una vez más sin embargo la profesora Azusa llegó haciendo que todos tomaran sus asientos

¿Alguna vez han escuchado que cívica es una materia fácil? Pues no lo es, no con la diosa de la ética Yumi Azusa

Aunque fuera muy estricta, no dejaba de ser aburrida

Estaba tan cansado que casi me dormía, pero al final terminé viendo fijamente la espalda de Maka para concentrarme en algo y no suspender por flojo

Era delgada, bastante si me lo preguntaban. Tenía un cuerpo fino como el de las bailarinas de porcelana que venden en las tiendas de recuerdos, sus coletas la acompañaban siempre, su pelo se veía muy suave ¿Lo sería? Además tenía unos ojos verde olivo que nunca ví en nadie norteamericano. Aunque no puedo verlos desde este ángulo sé que están ahí, alternando su atención entre la pizarra y su cuaderno

Me quedé pensando en Maka Albarn, la nueva de la clase, la del asiento de enfrente, la hija del subdirector. Mi compañera de piso

Es muy seria, además cambia de planes muy drásticamente sin tener malos resultados, a mi nunca se me hubiera ocurrido convivir con su padre en caso de una visita, para ser honesto. Apenas llevo una semana de conocerla y ha volteado mi vida de cabeza

En un principio la creí antipática pero me he dado cuenta de que es amable, sin pedirlo me hace el desayuno, me ha dado la mitad de su departamento y ha conseguido que mis padres no molesten en un buen tiempo

Pero no se si pueda devolver los favores, me es difícil confiar en la gente, siempre preferí hacer las cosas solo. Tengo amigos pero ni uno sabe nada de mí en realidad

¿Puedo confiar en ella? ¿Que pasaría?

Pensar no es cool y menos si estoy pensando el la come libros Albarn

Vuelvo a ver su espalda, esta vez una de sus coletas cae delicadamente de su hombro hacia atrás ¿Podré saber si es tan suave como parece?

El descanso llegó. Por fin

—Mañana los espero con el ensayo— oí decir a la maestra

¿Ensayo? ¿Cuál ensayo?

Salimos rumbo a la cafetería, Maka apenas se fijaba en el camino de lo concentrada que estaba en su libro

El Asiento De Adelante [Monochrome 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora