Tenshi [ D. Gray Man ]

¿No falta algo?

4 Meses después...

Con todo es fastidio que podía cargarse sentó al borde de una de las tantas ventanas del salón observando a las afueras un único punto rojo.

-Ese idiota...

¿Era su amigo? Por supuesto aunque no lo admitiera era el mejor que tuvo desde Alma, por esa misma razón miró casi con desprecio lo que hacia el pelirrojo, este sin sentir la penetrante mirada de cierto nipón siguió con el coqueteo a una de las tantas chicas del instituto, con suerte alguna conquista pillaria y podría llevársela a la cama esa noche al salir, lo que ha intentado hacer en los últimos dos meses desde que salió del hospital.

-¿De nuevo espiándolo, Yu? -de la nada llegó Alma poniendo especial atención en donde se fijaba la vista de su protegido y en efecto, Lavi se encontraba de mujeriego de nuevo entre el receso. Pronto el habitual semblante alegre del peliazul se tornó triste. -Entiendelo, no hay nada que podamos hacer sin interferir

-Interferir es lo que debemos hacer -apretó los puños ante la impotencia.

-Si lo hacemos te pasará lo mismo que a él

Lavi era su amigo, más importante lo era de Kanda y el no ayudarlo dolía, dolía saber que lo sucedido podría ocurrirle a él si no tenía cuidado con las acciones hacia su protegido.

-Eso jamás, yo no podría olvidarte, nunca -Lo comprobó en dos vidas y lo haría en una tercera sin problemas.

La convicción en las palabras del nipón sacó una gran sonrisa en el ángel al no poder negar el hecho que su lazo era tan fuerte como para traer de vuelta todos aquellos recuerdos que los unieron en otra vida.

-No hay que arriesgarnos, nos tienen en la mira -y no es que fuese su culpa sino meramente la de Allen quien los metió en tal predicamento. -Ve~, es mejor verlos así que separados -el único consuelo obtenido fue el que no los separaran, hubiese sido un error después del lazo que ambos llevaban, lazo que poco a poco se iría desgastando al no tener un recuerdo vivo en una de las memorias, la más importante mientras que la otra parecía estar rota.

El azabache guardó silencio, su expresión fue suficiente para dar a entender su descontento y la rabia por permanecer como mero espectador. -Joder... -aprovechando la soledad del salón pasó el brazo alrededor de la cintura de Karma y lo atrajo hacia si. Esperaba bajar su enojo con él a su lado o tan siquiera manosearlo ahora que tenia el pleno derecho.

* Por favor, por favor perdóname *

Caminó presuroso escaleras abajo hacia las áreas verdes de aquella institución, descubrió de nuevo lo que intentaba hacer cierto mortal. ¿Es qué nunca se cansaba de intentar? Admitió esa perseverancia que no valía la pena al final si se trataba de él.

-¡Hey! Lavi~ anoche me dejaste tan adolorido en cama que llegue tarde a clases por tu culpa -una sonrisa socarrona adornó los labios del falso castaño al gritar aquello. Sin mas, la mujer que acompañaba al Bookman sorprendida por esa confesión abrió de más los ojos y todo aquel aire de conquista se esfumó. Lavi Bookman tenia novio, y uno muy desinhibido al parecer.

-No molestes quieres -apretó la mano de la chica impidiendo su huir.

-¿Quien es ella? ¿Una amiga? Hola~ -saludó con una de sus tantas sonrisas faltas el oji dorado.

-Yo... ya casi es hora de entrar y debo ir...me

El hablar de la mujer se fue apagando gradualmente como si temiera levantar la voz o peor, la mirada hacia aquel chico. Pensó que los rumores eran solo eso, rumores, que Bookman Lavi no tenía nada malo y no fue así, el problema era el chico que lo rondaba, amigo o novio aterrorizaba. Lo extraño de todo fue que no decía algo malo (más allá de la vergüenza), sus expresiones eran amables y a simple vista parecería normal, el problema de todo era la sensación de temor que se creaba al estar cerca de él... Como si en cualquier momento pudiese caer en un abismo solo por hablar con el pelirrojo.
Lavi era muy lindo, el típico chico que cualquiera quisiera tener cerca, sus amigas no dejaban de mirarle muy a pesar del accidente de meses atrás y que decir de ella, se emocionó cuando el oji verde se acercó. Sin embargo ni esto ni nada más valdría la pena si tenia que soportar ese sofocante ambiente.

La estudiante alejó su mano del Bookman, se disculpó con ambos y huyó.

-Es la tercera chica en esta semana, vaya~

-¿Y de quien es la culpa? Neah

* Pero no estaré más en casa. *

Se recargó en el respaldo maldiciendo por lo bajo su desfortunio. Esa mala suerte que tenía rostro y nombre; Neah D. Cambell.

Quien diría que después de su recuperación al retomar de nuevo su vida se encontraría con un nuevo estudiante y que tan solo le bastara una acción amable de ayudarlo en su hospedaje al rentarle su habitación para que ahuyentara 'sin querer' cada mujer que le gustase.

Era un fastidio de cara bonita.

* Quizás algún día me valores, *

-Tuya claro esta, deberías presentarme a tus futuras novias

-Lo haría si dejaras de decir cosas como esas... Se malinterpretan sabes

-Solo estábamos pasando el tiempo ¿Tan malo es? -un simple entretenimiento con un vídeo juego que dejó al ángel tumbado en cama entre el berrinche y cansancio de no poder pasar el ultimo nivel.

-Si

-Lavi~ -se sentó a su lado atento a cualquier movimiento o gesto pero nada, el Bookman permaneció en silencio un largo rato. -¿Lavi?

-Tuve un sueño anoche -comenzó a relatar entre una mirada pérdida cambiando totalmente el tema de la nada -Estaba en frente de mi unas grandes alas blancas, se ondeaban entre la oscuridad que flotaba, lo disipaba todo, vi quien llevaba esas alas y eras tu, te veías diferente pero lo eras

* y, casi sin darte cuenta, le dirás a alguien *

-¿Yo? -rió-. No me digas que te enamoraste de mi -canturreo mientras se acercaba más a él para provocarlo.

-¡Ja! Mis gustos no son tan malos

-Quien sabe, tal vez te cansaste de las mujeres y escogiste a lo mejor que estaba en tu radar

-Ni aunque te posaras frente a mi te haría caso, unas bellas curvas, un par de atributos y serias bienvenido a mi cama

-No las necesito -se incorporó. "Antes solo te bastaba una mirada de él para caer rendido", pensó. -Y en tu sueño ¿Como era?

-Mhn... Tenias una rara cicatriz en el rostro...

-¿Nada más?

-Lo demás no lo recuerdo, lo olvide después de despabilarme de seguro -muchos sueños eran olvidados conforme el tiempo pasaba y apenas se recordaba lo primordial. Para él lo importante eran esas alas.

-Olvidate de eso -se encogió de hombros antes de caminar-. No se vuelve a soñar con lo mismo a menos que sea una pesadilla -y como lo relataba el Bookman no se escuchaba como algo que le asustara.

-Es la cuarta vez que lo sueño este mes -le corrigió como si no fuera nada.

El ángel se detuvo en seco sin mirar atrás.

-Olvidate de eso -repitió en un tono diferente-. Hazme caso, son solo sueños -y dicho esto volvió a su camino justo en el timbre para regresar a clases.

* ¿No falta algo? *

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ACLARACIONES:
* Fragmentos de canción *

Pd. ¿Les gustaría que me adentrara más en la historia de Kanda y Alma?
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