BULLET [Yoonmin]

CAPÍTULO 3.

Me desperté en la noche, hacía tanto frío que me quemaba. Miré en el asiento donde antes estaba ese chico tan amable y allí había una nota.
« Jimin, Tal vez despiertes en la noche, te veías agotado. Son las 4, el conductor dice que cuando bajes no olvides cerrar la puerta, nos vemos
~Namjoon. »
Reí un poco al ver la nota, que caligrafía tan extraña tenía ese joven.

Tomé mis cosas y bajé de ese intento de tanque de guerra, cerré la puerta y
Miré hacia todos lados, no se veía ni una sola alma en aquella calle.
«Mierda, Ya valí» pensé y froté mi cabeza, esto me jodía, y nadie en este bendito lugar puede traer celulares.
Empecé a caminar de un lado a otro tratando de buscar una solución o encontrar atajos.
Escuché que una rama se rompió detrás de mí y me quedé helado...

Giré lentamente y vi a un chico vestido todo de negro. Debo admitirlo ese color le quedaba muy bien para su tono de piel. Lo miré detenidamente y el giró su cabeza y me sonrió lentamente provocando que algo dentro de mí se revolviera...
«Es sólo hambre» pensé.
Crucé mis brazos un poco incómodo y el se acercó a mí.
«Nunca hablaría este zopenco» pensé nuevamente algo irritado.

-¿Quién eres?- preguntó examinandome de pies a cabeza.

«¡Aleluya!, El Yisus oyó mis súplicas»

-¿Quién eres tú y qué haces aquí? - pregunté girando un poco mi cabeza y lo intimidé un poco. El rió y despeinó su cabello.

-Perdona el tremendo susto que te dí- volvió a reír y miró directo a mis ojos- Soy Jungkook, un placer. -Sacó una Chupeta de su bolsillo y la metió en su boca- Ahora, ¿Quién eres tú?.

-Jimin... Park Jimin - Miré su perfil, si que era bonito ese chico. Afortunada la chica que lo tenga.

Saqué esos pensamientos rápido de mi cabeza y miré hacia todos los lados
-Eh... ¿Sabes dónde se encuentran todos los que reclutaron y trajeron en ese camión hoy? -señalé el vehículo a lo lejos y lo miré.

-Ahhh ya entiendo, eres de los míos, ven conmigo, Park Jimin, Te llevaré con el líder. -comenzó a caminar a un lado de la carretera y luego se metió en medio de unos árboles perdiéndose en ese misterioso bosque.

-Sólo dime Jimin- dije en un susurro

«Dios mío, ¿Qué es lo que me espera...?»

Lo seguí por unos largos senderos y decidí romper el silencio que llevábamos desde hace unos minutos

-¿Qué hacías allá afuera, que los soldados no son estrictos y no permiten salir?

Él rió, se detuvo y me miró.
-Lo son, pero conozco atajos. - Me sonrió- Además no puedes orinar en paz allá, siempre hay alguien que quiere mirartelo. Además les falta aseo -dijo con un poco de asco.

Ambos reímos y seguimos andando, si que me la llevaría bien con este chico...

Xx uno más, pequeñas criaturas.
Con amor, la humilde Alienígena