Un comienzo con tropiezos

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Narrador

Existe una ciudad desolada, hundida en el hambre y la desesperación... pero esta historia no se basa en la ciudad y su hambruna si no en Karolina que es una niña con padres adictos al alcohol, drogas, marihuana entre otras cosas. La niña de solo 12 años de edad ya estaba sumergida en el mundo del alcohol, claro si la Caribe se considera alcohol... sus padres la maltrataba física como psicológicamente y la niña por lógica lloraba aunque nunca frente a los padres u otras personas ya que para ella era signo de debilidad y si eres débil cualquiera te puede manipular. Ella media 1.60, tenía el cabello corto un poco más debajo de los hombros este era de color castaño oscuro, casi rosando el negro, una piel blanca y unos ojos color carmesí.

Una tarde sus padres estaban muy tomados y llamaron a la niña

-Karolina ven para acá- gritó su alcolizado padre

La niña fue hacia donde estaban sus padres

– ¿Qué quieren?- dijo de mala gana

-Más respeto niña... no queremos que salgas de tu habitación, vendrán unos amigos y no quiero que andes estorbando- le dijo apenas la madre que la miraba con desprecio

-Como si me importara mucho- dijo ella rodando los ojos y ya apunto de subir las escaleras

Sus "padres" solo la vieron irse

-Es una pequeña rata- dijo la madre con un cigarrillo en su boca

-Tienes razón querida- Dijo con una cerveza en la mano ya un poco mareado por el alcohol

Karolina solo escuchaba las rizas de sus padres

-"Son un par de borrachos, pero amenos tengo un techo y algo de comida, si vienen los amiguitos de esos dos seguro intentaran algo... ahora que recuerdo mi papá tiene un arma en su cuarto, será mejor que la tome más vale prevenir que curar"

Se dirigió a la habitación de sus padres y busco por todas partes hasta que encontró el arma, era un arma pequeña y muy vieja, sinceramente ella dudó que funcionara, solo habían tres balas.

-Espero que esta porquería funcione, dudo mucho que la use... pero qué más da- se alejó de la habitación de sus padres y se encerró en la suya era muy pequeña, solo tenía una cama y un librero con un solo libro que encontró un día mientras salía a "ganarse el pan de cada día", se sentó en suelo y cargó el arma con las tres balas que tenía.

Ya estaba anocheciendo, ¿cómo lo sabía?, se veía desde el agujero que estaba en la pared, no se puede decir que era una ventana porque no había cristal.

Ella estaba enfrente de la puerta apunto de dormirse en el frio suelo mientras sostenía el arma en sus pequeñas manos.

CRASH, fue lo único que escucho detrás de la puerta, se asustó tanto que por accidente jalo del gatillo y una bala salió disparada directo a la puerta, se escuchó como si algo o alguien cayera al suelo, se levantó rápidamente y abrió la puerta, detrás de esta estaba su madre con una bala en la cabeza, Karolina se quedó en shock por un momento pero el grito de su padre la hiso reaccionar de inmediato.

Aquel hombre veía el cuerpo inerte de su mujer, luego vio a la niña con el arma en sus manos, se lanzó a tacarla pero el sonido de otro disparo se hiso presente.

-Madre mía, esto es doble homicidio, significa que me encerraran en la cárcel por dos semanas- "será mejor que escape, la cárcel no es tan mala, dicen que es mejor que estar fuera de ella, pero solo tengo doce años y no me apetece estar encerrada por algo que no vale la pena"

Algo o mejor dicho alguien la sacó de sus pensamientos, era el amigo de sus papás y la palabra "era" está bien empleada, el tipo salió corriendo despavorido, una manera de correr digna de un gay.

Mi hermosa lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora