Buenas noches

807 45 2
                                    

       

Mierda, me va a sacar los ojos y hará que me coma mis propias tripas, su mirada era severa, su rostro no marcaba alguna otra expresión. En la atmosfera se percibía la incomodidad que provocaba el silencio, al final yo fui la que lo rompí.

-Pues... prácticamente no quebré ningún acuerdo... porque... usted ya está aquí y eso... y eso...- No encontraba palabras para excusarme, tenía la mente en blanco.

-Mira Karolina, tu sabes que no me importa que mi hija y tu tengan una relación ni nada que implique la misma, pero lo que tú no sabes es qué consecuencias conlleva el sexo, ¿o sí lo sabes?-

-Pues... mucho placer, gemidos y la satisfacción de las habilidades para hacer que tu pareja llegue a los orgasmos- Su cara era un poema, pero mi respuesta era correcta, ¿verdad?

-Bueno... también, pero a lo que me refiero es que existe la posibilidad de que gracias a las modificaciones genéticas que te  hiso Marcelo pueda que al tener relaciones sexuales, haiga consecuencias muy graves-

-¡¡¡ME VOY A MORIR!!!- Santa diosa de la papaya, yo soy muy sexi para morirme no quiero irme a la tumba virgen.

-¡¡¡NO IDIOTA!!! Puede que dejes embarazada a mi hija en todo el proceso-

-AH... me dice la verdad o solo me está tomando el pelo para que no le robe la inocencia a su hija-

-Las dos cosas, como sea, muy pronto estará lista tu habitación, por lo tanto no estaré con el pendiente de que violes a mi niñita-

-Pues de niñita no tiene nada-  Las palabras salieron cómo susurros.

-¿Cómo dices?- Me miraba espantada, con los ojos como platos.

-No se haga suegra, sé muy bien que vio el escote de mí no novia y admítalo, no es mucha pero tiene su pechonalidad- Que lo admita, que lo admita.

-No digas estupideces y... ¿Cómo que tú no novia?-

-Pues es que apenas hoy se me confesó y pues... ¡¡usted no deja que surja el amor!!- Mi momento de pación tan grande como el incendio de un bosque se desvaneció en segundos con el tremendo susto que me dio.

-Bueno, como sea, conque no hagan la tijera con eso me basta-

-¿Enserio suegra?, ¡gracias!, por eso la amo- Le di un fuerte abraso y la levanté del suelo, luego de eso retomé la compostura y la puse con delicadeza en su antigua posición.

-Perdón... me dejé llevar, en todo caso... Karolina es incapaz de aprender el movimiento tijera X-

-Esto no es pokémon estúpida, ya lárgate de aquí y cuando te vuelva a ver espero que oficialmente  seas mi nuera- Me dedicó una sonrisa cómplice.

-A la orden capitana-

-Y por cierto... hiciste un buen trabajo con el tal Samuel... no preguntes como le sé, simplemente te aconsejo que la próxima vez lo dejes en una vía más transitada para que alguien lo ayude-

-Entendido pero... como es que sabe de poses de sexo lésbico- Tengo esa duda rondando mi cabeza desde hace mucho.

-Esas son cosas mías, que no te incumben- Se sonrojó, que bonito, no sé si lo saben pero mi suegrita luce extremadamente joven, créanme, parce de 20 años.

Salí de la habitación algo consternada, supongo que se lo habrá encontrado cundo venía a casa, pero eso no importa, la suerte me está sonriendo, los vientos me favorecen y al fin podré demostrarle a mi princesa lo mucho que la amo.

Entré a la habitación y estaba todo oscuro, cerré la puerta detrás de mí y avancé algunos pasos, de repente vi como una sombra negra se abalanzó sobre mí, estaba que me cagaba del miedo pero gracias a mi sentido del olfato pude oler el delicioso aroma de frutas que ella tenía impregnado en el cabello, le correspondí el abraso y pude notar que estaba temblando, la cargué y la llevé a la cama, cuando la recosté sobre esta ella no se despegaba de mí y seguía temblando.

Mi hermosa lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora