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París, París, que decir? Si anteayer pensaba que fue definitivamente el mejor dia, hoy pienso que ayer, justamente, fue mucho mejor. No hay momento alguno que no me allá gustado. Disfruté el día al máximo. Es simplemente una increíble ciudad. La verdad es que aunque siempre soñé con venir a París y sabía que era hermoso, se pasó: es demasiado hermoso, no creo que mis ojos hayan estado preparados para tal belleza.
Ayer lo primero que hicimos fue ir en un trencito a Montmartre, un lugar bastante lindo, lleno de artistas y dibujantes, con obras realmente hermosas. Además está en una altura bastante alta entonces la vista se veía muy linda. Había un músico tocando un arpa y la verdad es que suena muy lindo.
Después fuimos al parque Du Champ De Mars, que es un terreno de pasto, al frente de la Torre Eiffel. Ahí nos sacamos muchas fotos. Es un lindo lugar, podría estar todo el día acostada en el pasto viendo a la Torre.
Luego vivimos una experiencia totalmente inolvidable: subimos a la Torre Eiffel. Antes de eso, una guía nos explicó la historia de la Torre (supongo que resumidamente). Subimos por un ascensor, en el cual podías apreciar cómo íbamos subiendo, observando a la cada vez más pequeña ciudad, y además si mirabas para arriba podías ver el interior de la torre.
Primero subimos hasta el segundo piso ya que había que cambiar de ascensor para ir al último (el tercero).
Ya desde esa altura la ciudad se veía espectacular, sobre todo el Río Sena, ahí destacando entre lo demás.
"¿Dónde está la torre Eiffel? No la veo." Decíamos bromeando, ya que sabíamos que estábamos justo en ella.
Después subimos al tercer piso y quedé sorprendida. Yo pensaba que era más abajo, pero no, era en lo más arriba del todo, excepto por la antena, que está en el punto más alto.
Mis ojos no podían dar crédito a lo que veían (como en muchas ocasiones de este viaje), la vista me dejó sin palabra alguna.
Más tarde viajamos en un barco por el Sena. Otra vez vistas hermosas se apreciaron. Además estaba comenzando el atardecer, y el cielo se veía bellísimo. También habían gaviotas volando. Fue una linda despedida.
Un gesto muy lindo es que las personas a la orilla del Sena y las del barco se saluden entre sí, con dichosa alegría. Que un desconocido te salude tiene el poder de dibujarte una sonrisa y provocarte responder con el mismo gesto.
Lo más hermoso e increíble de la torre Eiffel (además de la vista) es verla en la noche, iluminada e iluminando la ciudad. Verdaderamente es imposible no sacarle fotos, y es inevitable buscarla con la mirada todo el tiempo, me podría quedar viéndola por días.
Suerte que pudimos apreciar sus luces, porque es algo bellísimo. Desde cualquier lugar que la veas, se ve siempre igual: maravillosa. Me encantaba verla detrás de los árboles, oscuros en la noche, y a su luz y su resplandor destacándose entre ellos. Arriba del todo había un foco de luz, tal si fuera un faro, y también se veía muy lindo.
Una linda despedida fue que cuando volvíamos al hotel en el metro, había unos músicos que estaban tocando la melodía de unas canciones latinas como Bailando, y me encantó presenciarlas y escucharlas nada más ni nada menos que en París, Francia.
Otra cosa de París es la increíble diversidad racial que hay.
Nunca había visto tanta diversidad de personas, ni siquiera en Disney. Es como si fuera el centro del mundo, y probablemente sea la ciudad más famosa y popular de todas. Es, realmente, el lugar donde he estado, en el que estuve más cerca de todo el mundo. Es decir, por ejemplo, aunque esté a más de 10 mil kilómetros de China, increíblemente estuve lo más cerca de ella que nunca había estado, sin contar kilómetros, por la cantidad de chinos que se encuentran en París. Así lo mismo con India, con África, con Inglaterra, con Italia, etc. Se ve todo tipo y color de persona, y la verdad es que es muy interesante observar las diferencias con detenimiento, ya que eso en Uruguay no es muy posible de presenciar. Además también la diversidad de idiomas es muy variada. Se sentía bastante raro estar, por ejemplo en un ascensor, y que prácticamente todos estén hablando en un idioma diferente.
Igualmente yo creo que no podría vivir en esta ciudad. Hay demasiada gente para mi gusto y es demasiado metropolitana. Pero definitivamente es completamente turística y que vale la pena visitar.
París es una ciudad llena de historia, arte, diversidad cultural y racial, turistas, construcciones, tecnología, personas, monumentos, museos, romance, etc. Es una ciudad llena de vida y belleza. Un privilegio poder visitarla.
Merci bocoup, Paris, au revoir.
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Amsterdam: una ciudad adorable y muy cálida, personas humildes y casas muy tiernas y peculiares. Los canales caracterizan a la ciudad, y la verdad es que la hacen hermosa.
Cuesta pensar que atrás en el tiempo esta ciudad estaba invadida de nazis cuando estalló la segunda guerra mundial buscando judíos que llevarse, y que ahora aparente ser una ciudad tan tranquila y amigable.
Es una ciudad tan linda como me la imaginaba.