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Ayer a la tardecita llegamos a la casa del primo de mamá, Raúl, que vive en las afueras de Londres. La casa es muy linda y tranquila.
Dato curioso: ayer estuve en tres países diferentes en todo el día: Bélgica, Holanda e Inglaterra.
Hoy a la mañana nos dirigimos hacia el centro de Londres para ir a subirnos al famoso London Eye. Para eso fuimos a la estación de tren. Los trenes pasan con una velocidad impresionante, nunca antes lo había visto, ni lo había imaginado. Asusta lo rápido que van pero al viajar dentro de ellos casi no se nota.
Nos tomamos el tren y llegamos a la estación de King's Cross, donde se inspiró la estación de tren de Harry Potter. Había una zona dónde estaba la plataforma 9 3/4 como en Harry Potter (la plataforma por la que se iba a Hogwarts), para sacarse fotos con un carrito, una varita, la lechuza Hedwig (de Harry) y una bufanda de Hogwarts, simulando que estaba atravesando el muro. Obviamente nos sacamos una foto.
Después fuimos al London Eye (la rueda gigante más grande del mundo). Es enorme, y muy lindo. La vuelta tardaba media hora aproximadamente, pero casi ni te dabas cuenta del tiempo que pasaba, ya que parecía que ni nos movíamos por la lenta velocidad a la que giraba. Vimos Londres desde un punto muy alto, el Big Ben se veía perfecto, el río Thames se veía hermoso. La vista era espectacular, pero luego de haber visto todo París desde un punto tan alto, donde todo se veía tan bello, ya no nos impresionaba tanto ver a Londres.
Esta ciudad es muy diferente a Paris, es más moderna y más grande. Está llena de mezclas entre lo moderno y lo antiguo, pero la verdad es que encajan bien, no como en Gante que las mezclas eran todas cualquier cosa.
Después fuimos a un barco por el río Thames. Pasamos por variados puentes, la ciudad está llena de ellos. También vimos vistas muy lindas, pero la verdad es que nada se compara con lo que vimos en París.
Es inevitable comparar a París con las demás ciudades. Así que he aquí otra comparación: al salir de la estación de tren sentí una sensación muy linda, el ambiente entre las personas de alguna manera me gustó más que en París, porque sentía a las personas mucho más simples, humildes, no tan producidas y sofisticadas. Pero luego a lo largo del día me di cuenta de que con la ciudad de París tuve una sensación de conexión más fuerte y linda que con Londres, aunque tampoco es que no sentía nada o que no estaba consciente de dónde estaba, como me ha pasado otras veces, pero la belleza de París me dejó impactada, y la belleza de Londres todavía no la pude sentir demasiado con todos mis sentidos, no solo con mis ojos.