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Ayer fuimos a Brujas (en el idioma original Brugge) y a Gante. Las recorrimos con una excursión y un guía español.
Brujas me gustó mucho más que la otra. Si bien la historia no me parece muy interesante, el lugar me encanta. Me encanta que haya como una "temática" en la ciudad. Es decir, como en la ciudad todo es medieval, cada construcción nueva que hagan tiene que ser de ese estilo. Y particularmente, me encanta el estilo medieval.
Las casas demasiado lindas y muy pintorescas.
La ciudad es muy turística y está rodeada de canales. Es interesante porque yo pensaba que justamente se trataba de brujas, como el nombre en español, pero en realidad "brugge" significa puente, y hay muchos de ellos.
Gante tiene lindas construcciones, como todas las ciudades que fuimos, pero me pareció un lugar demasiado cristiano. Cada tres pasos nos encontrábamos con una iglesia.
La presencia de los canales en cualquier ciudad siempre resalta la belleza de esta.
Las construcciones góticas son extremadamente lindas pero ya no llaman tanto la atención ya que las vimos por todas partes en este viaje, y ya estamos un poco cansados de ellas.
La visita a Gante se me hizo mucho más larga que la otra ya que estaba muy cansada y aburrida, y entonces mi humor no era el mejor como se podría decir.
La historia de los lugares de Bélgica que visitamos no me pareció muy interesante, me aburría un poco, pero las vistas sí que son hermosas, las casas y construcciones son bellísimas, las ciudades son muy pintorescas.
Una de las mejores cosas de Belgica, no voy a mentir, es el chocolate, y todos sus acompañantes (waffles, frutillas), ya que es reconocido como el más rico del mundo.
El clima también era bastante lindo, ya que no hacía calor, estaba fresco, pero con un buzo ya se te iba el frío.
Esta vez otra linda despedida se sucedió. Cuando estábamos volviendo a la casa de Judith, luego de que lloviera un poquito, apareció un hermoso arcoiris dibujado en el cielo. Se marcaba mucho y estaba entero, todo el semicírculo. Los colores: hermosos obviamente. No podía dejar de sacarle fotos, no podía dejar de mirarlo: me sonaba a lo que me pasaba con la Torre Eiffel. Como en muchas ocasiones del viaje, sentía que en una foto no se podía apreciar del todo la belleza que captaban mis ojos.
15:21
Estamos en Rijnsburg, Holanda, vinimos para ver la casa de un filósofo que le gusta a papá: Spinoza. Después de ahí comenzamos a recorrer un poco antes de que el taxi que nos va a llevar al aeropuerto llegue. La ciudad es muy particular. Es muy, muy adorable y tierna. Las casas parecen de muñeca, y también toda la ciudad. Las personas particularmente acompañan a eso, ya que también parecen muñecos y parecen muy simpáticas. No es una ciudad turística, pero es muy, muy hermosa. No nos esperábamos que fuera tan agradable ir, fue una sorpresa. El día fue bastante peculiar.