Diez - Limón

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Hacía unos meses atrás Ashton no se habría imaginado que conocería a un chico con semejante adicción, y mucho menos que comenzaría a tener sentimientos por él. Pero esa fue la razón que lo cautivó, ese aroma que desprendía su ropa al moverse o lo apetitosa que se veía su boca al masticar sus adorados chicles.

Lo loco que podía ser algunas veces, desde comprar cientos de cajas de goma de mascar hasta usar una ridícula camiseta de unicornio. Lo tierno que podía ser en otras, desde hacer todo lo posible para subirle el ánimo a las personas hasta entusiasmarse por tener un peluche.

Ese día quería llevar a cabo 'la sorpresa no tan sorpresa' que estuvo pensando desde un principio, Calum era una persona sencilla por lo que tenía la seguridad de que le gustarían los obsequios que había preparado. Acordaron que el rizado iría a visitarlo a su casa y a eso de las cuatro de la tarde él ya se encontraba allí debatiéndose entre soltar el globo de helio, la caja metálica que cargaba con los montones de goma de mascar o la mochila de unicornio que había comprado junto a su amigo Michael, para poder tocar el timbre.

Optó por gritar el nombre del chico, que se tardó en abrir la puerta, pero cuando lo hizo en sus ojos había un brillo especial y hasta creía que se largaría a llorar.

-¡Ashton! –grito emocionado y saltó sobre él, sin importar los regalos que traía consigo.

Besó sus labios dulcemente, y tiró de su mano invitándolo a entrar. Allí, el chico observaba gustoso su mochila morada mientras que Ashton ataba el globo de helio con forma de unicornio a un mueble para evitar que se escapara.

-¿Conseguiste todo esto para mí? –preguntó sorprendido, abriendo la caja metálica.

Ashton asintió y admiró la cara de emoción que denotaba el chico, su rostro lucía tan relajado, inocente y despreocupado, que deseaba que fuera siempre así.

-Cada uno de estos chicles cuenta una parte de nuestra pequeña historia –murmuró, acercándose a él.

-Una historia que dejara de ser pequeña –afirmó Calum, con una sonrisa.

Y entre besos y más besos, el chico saco de la caja una tableta de chicle con sabor a limón.

-Faltaba uno para la colección, espero que te guste el limón –dijo, abriendo el envoltorio para luego posicionarlo en la lengua del chico.

Calum se tomó un segundo para sacar un chicle con sabor a durazno y ponerlo entre los dientes del chico. Posteriormente sus alientos se mezclaron y la sustancia gomosa comenzó a flotar en medio de una batalla de saliva, Ashton frunció el ceño y Calum soltó un gemido, separándose por completo.

-Definitivamente, en nuestra boca el durazno y el limón no son la mejor combinación –murmuró él y Ashton asintió, ambos escupieron los chicles en la reluciente cerámica.

Soltaron una pequeña risita antes de volver a juntar sus labios. En ese momento nada más importaba, solo ellos y el sabor que les caracterizaba; a goma de mascar.
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Bien, chicas este es el fin de bubble gum, subire en seguida los agradecimientos.
Basicamente actualize porque hoy es mi cumpleaños, 15 años jodiendo al mundo, genial ¿no?.
Chicas recuerden que las quiero mucho y nos vemos en la proxima fic de la serie que por sierto ya esta toda escrita, bien eso es todo, supongo.
Nos vemos Ash!xx.

Bubble Gum (ADAPTADA) CashtonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora