no soy ese tipo de chico

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Me detuve en seco. 

Sarah Clydde, una de las mas importantes editoras de la Little, brown company; solo en mis sueños mas locos me había permitido pensar que ella podía revisar mis libros y ahora ahí estaba Hurley asegurandome todo lo que pude haber soñado.

- No te atrevas a jugar conmigo - dije aun de espaldas a el.

- ¿Juego?, no es ningún juego, no hay trampas ni trucos. Te ofrecía una entrevista con Sarah y presentrale tu mejor libro, pero ya que no estas dispuesta a ir a una fiesta conmigo...- dijo y escuche como se levantó y empezó a caminar en dirección a la casa.

- Espera. Supongo que podemos llegar a un acuerdo - dije y me giré para verlo de frente.

- De acuerdo, ven sentemonos - dijo y se sento en el mismo lugar del que se había parado minutos atras, yo hice lo mismo.

- Mira - empecé - No me hare pasar por tu novia, no te besare, no diras ante las camaras que estamos en algo, ni nada parecido - dije, de hecho considerando todo lo que podía obtener a cambio, nada mas parecia tener valia para no soportarlo.

- pero entonces no se lo creeran, no se si entiendas como es esto. Todos los paparazzi estan dispuestos a hacer lo que sea con tal de que haya algo jugoso que poner en las portadas de las revistas, si vas conmigo y digo que eres una buena amiga ellos llegaran a cualquier conclusión, probablemente pervertida, que podría acabar con mi carrera; pero en cambio si te presento como mi novia no tendran que crear ninguna falsa historia por que el hecho de que tenga una novia les fascina tanto o mas que lo otro y no estare haciendo nada malo que ponga en riesgo mi carrera - explicó y a medida que hablaba se le notaba cada vez mas la angustía en su voz - ayudame porfavor - susurro tan bajito que creo que no pretendía que yo lo escuchara. Su rostro se veía tan preocupado y la verdad no entendía porque me lo peía a mi, ¿ no se suponía que tenía muchas otras buenas amigas y famosas a las que pedirselo no sería tan complicado?

- No entiendo porque me lo pides a mi ¿acaso no tienes otras amigas y famosas a las que pedirselo?, incluso creo que sería mas fácil - apunté, esperando que no se hubiera dado cuenta de eso. La verdad sería muy posible ya que es bastante despistado.

- Ellas no lo entenderían ellas piensan que soy el tipo de chico que se arriesgaría a salir con la chica, ilusionarla y hacerla creer que la quiero para la mañana siguiente cuando me encuentre con cualquiera de esas sorpresas simplemente portarme como un cretino y botarla de mi casa, pero no soy así, no voy a jugar con los sentimientos de alguien por una noche y luego botarla de mi casa. Se que tu ya no me ves de así, que crees que soy arrogante y estupido y que al final no me importan los sentimientos de las chicas; cuando la verdad es que si, cuando salgo con una chica siempre son chicas que se que tampoco quieren nada serio, que no voy a tener que mentirles para estar con ellas, se que eso suena tan repulsivo como cualquier otra cosa; pero al menos no miento y no juego con sus sentimientos - dijo todo el tiempo viendo el agua de la piscina con la que estaba jugando.

Sabía a que se referia, cuando el te decía que te quería lo decía en serio.

Cuando teníamos trece y catorce años había una niña que estaba loca por el, pero a el no le gustaba. La niña lo perseguía a todas partes y Hurley no sabía como decirle que ya no la quería, llegaron a ser novios y luego un día el se cansó y le gritó en una heladeria que lo dejara en paz y que en verdad no la quería. Ella se fue llorando del lugar y el también se fue solo que muy enojado, fue a buscar a su mamá y ella estaba en mi casa. Cuando llego le explicó todo a la mamá y ella le dijo que tenía que pedirle perdón y que no estaba bien mentir con los sentimientos luego el salió a buscarla y la encontró en el porche de su casa, al principio había pensado que estaba llorando, pero cuando intento hablarle ella parecía dormida el la levantó en brazos y al hacerlo se cayo un frasco de antidepresivos completamente vacío, inmediatamente la llevó al hospital y luego de unas horas la niña estaba consciente otra vez. El doctor alabó a Hurley por ser tan buen muchacho, sino hubiese sido por él la niña pudó haber muerto. A partir de allí nunca mintió con respecto a lo que sentía. 

- De acuerdo, te ayudare iré contigo como tu novia - accedí mientras veía esos ojos que tanto había extrañado, no los de '' guapo y sexy '' surfista, sino los de el, los de Thomas Cray; mi mejor amigo de la infancia con los que pasé los mejores momentos de mi vida.

- Gracias - dijó con esa voz que '' seductora '' que seguramente derretía a la mayoria de chicas mientras seguía viendolo a los ojos y entonces el agua me empapó toda lo ví y el estaba agarrandose la barriga del dolor a causa de la risa y yo aproveché el momento para vengarme. Lo empujé y en segundos el ya estaba en la piscina saliendo a la superficie el me vió con cara de   ''esta me la vas a pagar ''y salio de la piscina y yo empecé a correr y me resbalé a causa del agua que habiamos salpicado, pero antes de que pudiera caer el me atrapó en sus brazosy me vio otra vez con esos ojos ante los que yo no podía reaccionar y en segundos yo también estaba en la piscina junto con el.

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Los polos opuestos se atraenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora