Santa

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SeHun estaba indignado. No, indignado a un nivel superior. Nada comparado con Elvisa y eso que ella-él le enseño como indignarse.

—lo siento señor pero no puede subirse a las piernas de Santa Claus. —le indico un chico vestido como duende.

— ¿Cómo que no puedo? —el rubio se cruzó de brazos y el gorro de Santa con cascabel en su cabeza le cubrió un ojo. —aquí dice que venga y le pida un deseo.

—pero esto solo es para niños pequeños. — el muchacho también se cruzó de brazos a pesar de que SeHun le sacaba dos cabezas.

—mentiroso y estas frente a Santa. —el alto negó con la cabeza, igual que un niño. —y no dice nada sobre que no pueda.

—usted ya no es un niño.

—soy un niño, esto de aquí lo confirma. — señalo sin descaro su entrepierna y el muchacho se sonrojo.

—no tiene menos de 12. — hablo el duende mirando a la gente que observaba su pelea y a su compañera que atendía a los otros niños mientras trataba con el rubio de mechas arcoíris.

— ¿y qué importa eso? ¡Quiero sentarme en las piernas de Santa y que me cumpla mi deseo!

—que no puede señor.

— ¡que si puedo!

—no puede.

— ¡que si puedo y tu serás padre! — exclamo señalándolo con el índice.

El duende abrió mucho los ojos y SeHun entreabrió los labios, dándose cuenta de su error.

—que diga, que si puedo. — el rubio se mordió los labios aun con la mano en el pecho, siguiendo con su indignación.

—deja que el joven se acerque a mí. —rio el amable señor vestido de Santa Claus.

A SeHun se le iluminaron los ojos y pasó cual señora pomposa. Pomposa de término gente pudiente y con buen trasero. El duende gruño rojo de ira y se fue después de tirar su gorrito de cascabeles.

El rubio se dejó caer en las piernas del hombre de barba blanca y este soltó su tan conocido jo jo jo.

—eres un niño grande y casi no vienen a pedirme deseos. — hablo el mayor mirando al rubio.

—es que es muy importante y creo que puedes cumplirlo. — SeHun susurro como si fuera el mayor secreto del universo.

— ¿y qué es? — el hombre estaba gustoso de la felicidad del rubio y porque a pesar de los 17 añotes que se cargaba, seguía creyendo en los milagros de navidad.

—quiero tener un bebe con YiXing. — soltó son las mejillas rojas y los ojos brillosos.

— ¿perdón? — Santa miro a SeHun con sorpresa. — ¿quieres un bebe? — SeHun asintió. — ¿y porque me lo pides a mí? Eres muy joven ¿tu novia está de acuerdo?

— ¡YiXing es más lindo que una chica! — exclamo indignándose de nuevo. —mucho, mucho más hermoso ¡es precioso!

— ¿quieres un bebe con tu novio? — el rubio asintió. — ¿y porque me lo pides a mí?

—porque lo quiero como navidad. — la sonrisa de SeHun enterneció al hombre de rojo y asintió acariciándole el cabello.

—hare lo que pueda, ahora ve con tu novio y dale mucho amor.

— ¡contra la cama, el piso, el baño, la mesa, las sillas, la cocina y todo lo que se me ocurra! —SeHun se levantó súper feliz y salió corriendo ante la mirada avergonzada y sorprendida de muchos, incluyendo Santa.

—ay esta juventud. — rasco su barba con un buen animo.


Como enamorar a Zhang YiXing sin pendejearla tanto *[SeXing]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora