6 -final-

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- Que espléndido día para que el gran Papyrus triunfe un día más - El esqueleto se removía desperezándose. - Despierta humana, es hora de levantarse - Frisk abría los ojos perezosa pero algo obstaculizan su mirada. El blanco más absoluto hizo que Frisk diese un brinco en el sitio apoyándose contra Papyrus - Sans cabeza hueca no duermas ahí. Asustas a la humana
- bah - perezoso se dejó caer de medio lado en el suelo todavía con los ojos cerrados soltando la mano de la chica.
- V-voy a desayunar - la chica salió del lugar tratando de ignorar al esqueleto.

- Que ha pasado - Papyrus clavó sus ojos en Sans a modo acusador.
- Nada bro - su voz sonó ahogada, el ser ignorado de aquella manera había sido doloroso
- No me mientas hermano, algo paso la humana estaba triste ... - Papyrus suspiró - Aunque pensándolo bien yo tampoco estaba bien del todo.
- Me odia... - sin levantar del suelo Sans rodó quedando boca abajo, sonó ahogado
- Ella quizás quiera volver con su familia Sans. No trates de retenerla si no lo desea, esta dejando su familia humana por estar aquí. Estamos encerradola igual que nos hicieron ellos, sabes bien que nadie merece eso - el más bajo suspiró y se puso en pié con una mirada perdida. Sabia que tenia razón, sabia que era una posibilidad.
- No puedo seguir así. Necesito respuestas - apretó los dientes.

Frisk desayunaba algo de zumo cuando escucho una especie de sonido eléctrico, no le hacía falta girarse. Notaba aquella mirada sobre ella, aquella que ya no sabía cómo afrontar.
- Tu... ¿Deseas volver al mundo humano? - aquella pregunta la tomo por sorpresa, nunca nadie se la había formulado y ese tono tan rasgado denotaba que le había costado hacerlo. Pero ¿porque? Apenas unas horas antes se había estado burlando de ella ¿o quizás no? Todo era muy confuso.
- No. No deseo volver. Caí aquí huyendo de ellos, de los que se hacían llamar familia. - Frisk río ante la pregunta, a decir verdad volver ya no era una opción pues su familia ahora estaba en Underground. - Estoy segura que lo has visto, mi espalda. No es algo fácil de ignorar. A mi padre le gusta pegar con el cinturón hasta arrancar la piel y mi madre me culpa a mi de ello. Caí aquí porque huía sin rumbo. - comenzó a reír un poco forzada - Trate de salir porque estaba asustada. Asustada de estar sola en un mundo nuevo lleno de seres desconocidos, un lugar en el que tuve que luchar sola para demostrar que no quería hacer daño a nadie. Irónico ¿no? - Su voz sonó tan neutral y tranquila que ella misma se sorprendió
- No volverás a estar sola, te lo aseguro - Frisk en ningún momento se había girado pero notaba lo extraño que estaba el otro. Serio, hablando sin chistes ni juegos de palabras .
- Desde que entre no estuve sola, pero yo era muy pequeña para comprenderlo. Aunque tuve tiempo de recapacitar. Esperar algo como un cuento para dormir es demasiado ... - soltó otra falsa carcajada dando otro sorbo al baso
- ¿un cuento de dormir?
- Es una de esas cosas que siempre he creído de familia perfecta. Un cuento antes de dormir, regalos en el árbol de navidad, una tarde de acampada... Es una tontería, lo se, pero parecía tan cálido en mi imaginación... Cuando estaba triste o asustada solo me decían "tienes que madurar Frisk, solo así avanzaras. Llorar no te servirá de nada." Mi padre me azotaba cada vez que hacía algo que no le encajaba - rió terminado de beber el zumo cuando sintió los brazos del otro a su alrededor.
- No es una tontería, ningún niño debe andar desconsolado. Deberían haberte llenado la cabeza de pájaros y haberte dejado soñar con historias de cuentos. En lugar de estar por aquí sola pululando, un niño no debería haber estado intentando salvar todo un mundo subterráneo. - Sans lloraba abrazado a la chica por detrás y esta estaba perpleja. ¿Lloraba por ella? ¿Lloraba lo que le había sucedido a ella? ¿Porque?
- No llores, es tonto hacerlo cuando ni siquiera yo lo hice.- Frisk se giró hundiendo su cara en la clavícula, metiendo sus brazos por debajo de la chaqueta surcando con sus manos las vértebras del otro.
- Eras tan pequeña... Y nadie se dio cuenta
- No es culpa tuya tonto saco de huesos - trataba de mantenerse tranquila pero era algo que llevaba guardando demasiado tiempo y era la primera vez que lo decía en voz alta. No podía evitar que le afectará a pesar de ser cosa del pasado.

Frisk insistía en que era algo del pasado pero se aferraba al esqueleto mientras sus manos temblaban ligeramente.
- ¿Quieres escuchar un chiste? - su boca estaba tan cerca del oído de la chica que le daba miedo hablar mas fuerte.
- Vale...
- ¿Que dice un esqueleto cuando se confiesa? - acarició ligeramente el cabello de esta, ambos estaban más tranquilos
- Mmmmmm... No se - enterró más la cabeza en el pecho del mayor
- Te quiero - las manos de la muchacha se cerraron agarrando la camiseta del esqueleto y su rápido respirar atravesaba la tela llegando hasta los huesos del otro. - ¿Frisk?
- Si es una broma es muy cruel - Sans cerró los ojos con una sonrisa relajada y con poco esfuerzo levanto a la chica que se agarró a su cintura con las piernas.
- Se que es malo incluso para mí. Pero el sentimiento es el mismo - Rió abrazando con fuerza a la muchacha, recapacitando todo lo que podía salir realmente mal.
- Es muy malo - Ella sugetó la cara del esqueleto y lo beso tiernamente - Pero me gusta - Chocó su frente contra la del esqueleto - No vuelvas a hacer una tontería como la de ayer- Sans hizo desvío la mirada entre avergonzado y entristecido.
- E-empecé a beber por culpa de Chara... - Frisk lo silencio con un beso dulce y profundo que se deshizo lentamente.
- Conozco lo suficiente de esa historia, no hace falta que lo cuentes... - la voz de ella sonó algo áspera, dolida. No sabia quien había sido o como se había enterado pero no continuaría con algo que los daña a ambos.- Me da igual todo lo sucedido hasta ahora
- Gracias - Sans ando pesado con la chica encima y cogió algo de bollería de una estantería - desayuna si no quieres acabar ESQUELETICA - la miro deseando una respuesta con una enorme sonrisa.
- Algún día te darás cuenta que no tienen gracia... - Reprochaba sonriendo tiernamente.
- Nunca pienso dejarlo, te sacan una sonrisa.
- Te quiero... - el esqueleto sonrió y acarició la espalda de la chica que tanto se agarraba a el. Olía su pelo, ese olor que tanto le gustaba y había deseado. Si era un sueño deseaba no despertar nunca, aunque lo que realmente sentía es que comenzaba una época realmente feliz.

Undertale : Diez Años Donde viven las historias. Descúbrelo ahora