Pasó casi una hora, al fin se encontraba listo... pero, ¿Por qué William no venía? El camino desde la oficina no era tan largo... ¿Y si se había entretenido con alguna chica? ¿Y si sólo le mintió para que le dejase tranquilo...? No podía ser posible...
Todo volvió a quedar en silencio... Lo único que se podía escuchar era el sonido de los carruajes pasando de forma apresurada por la calle y la lluvia, cayendo con fuerza...
Pero esa no era la única tormenta esa noche. En los ojos y en el interior del joven shinigami carmesí una tempestad de emociones amenazaba con desatarse en breves.
De nuevo sus ojos se encontraban llenos de lágrimas, a pesar de repetirse a si mismo que no debía llorar, que eso arruinaría su hermoso maquillaje que tanto tiempo le tomó hacer, ¿y si William venía? ¡No podía verle mal maquillada! ... Después de todo... La esperanza es lo último que se pierde... ¿No es así?
Pero las horas pasaban, y el sueño comenzaba a adueñarse del cuerpo del pelirrojo, por lo que optó por desmaquillarse e irse a dormir, estaba seguro de que mañana sabría por que su querido superior no había podido venir, ¡debía haber una explicación! Y perdido entre sus pensamientos y sus sábanas del color de la sangre, Grell se sumió en un sueño, evadiéndose de todo lo sucedido.
La lluvia continuaba azotando los cristales, pero aquel sonido no era molesto, todo lo contrario, le relajaba y le invitaba a dormir por más tiempo. Era su día libre, no tenía que preocuparse por si llegaba o no tarde al trabajo, no debía aguantar regaños, no por un día... Pero había algo que le dificultaba el poder dormir tranquilamente, y se trataba de un olor muy dulce que poco a poco había comenzado a invadir su habitación, y que, extrañado le hizo abrir los ojos para encontrarse con una fría mirada esmeralda clavada en el más pequeño.
Se sobresaltó, pero pronto un gran sonrojo se apoderó de sus mejillas y tapándose con las sábanas hasta la cabeza únicamente alcanzó a titubear....
-¡Wi-william!
Así es, su querido y frío supervisor se encontraba sentado al borde de la cama, al parecer este había estado viendo a Grell dormir...
-¿Sucede algo, Grell?
Y por más raro que pudiese sonar, le dedicó una sonrisa, cosa que extrañó al carmesí y le hizo pensar que únicamente se trataba de un sueño, y de ser así, no quería despertar...
-N-no.. yo.. Estoy soñando aún, Will...
Rápidamente el menor fue tomado del brazo y de un pequeño tirón acabo pegado al pecho del mayor, quién depositó un suave beso en los labios de Grell, él sólo podía mirarle confuso y con un gran sonrojo que le comenzaba a hacer competencia a su cabello.
-Lamento no haber podido venir anoche a cenar, tal y como te dije. Lo cierto es que por culpa de Knox tuve que quedarme horas extra en la oficina, y cuando salí de esta comenzó a llover con bastante fuerza, espero lo comprendas, Sutcliff, aún así, tengo algo para ti en compensación.
...
[¡Hoooola queridxs! He vuelto tras un largo periodo en el que no tenía nada de imaginación, ¡Lo siento mil! No volverá a suceder, principalmente por que tengo los siguientes capítulos escritos... (?) Lo siento mucho si este es corto, de hecho era sólo para retomar la historia y al final me acabó enamorando. (?) ¡LA HISTORIA HA LLEGADO A 1K! AYYYYYYYY. ;///3///; ❣ ]
❣ GrelleSutcliffDEATH!❣
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Mi amada carmesí.
RomanceAño 1800, un amor prohibido y una decisión muy apresurada, aunque con resultados beneficiosos.