«Smash»

Chapter IV

¡Estoy de regreso! :D
Tarde, nuevamente, pero mejor tarde que nunca :D -le tiran zapatos por usar la misma frase otra vez-

Bien, no entretengo más.

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Capítulo IV

Lucas aún se encontraba en una especie de trance, después de que Chrom le dijera lo sucedido con uno de sus tutores, quién, perdone Marth la expresión, era como su madre... su segunda madre.

Ike se veía emocionalmente abatido, expresión que Lucas nunca antes había visto en el rostro del mayor. Normalmente este se mantenía siempre serio e indescifrable, no era alguien que demostrara realmente sus emociones, salvo cuando se encontraba con Marth y no había nadie presente.

Chrom se disculpó por haber tenido que darle tal noticia, y se excusó con que tenía varios asuntos importantes que no podía posponer.

— "Lucas..." —lo llamó antes de irse. Su mirada se veía seria, cansada. — "¿Puedes cuidar de Ike? Si no, podría enviar a Lucina y..."

— "No hace falta, Señor Chrom." —lo cortó el pequeño, ya recuperado de su estado de trance. — "Yo puedo hacerme cargo..."

El rubio tenía una mirada triste, pero a la vez decidida, por lo que el mayor le tomó la palabra. Aunque para ser sincero, no quería dejarlos solos. Para aquella pequeña familia, porque ellos se consideraban una familia, hecha y derecha; el que le haya sucedido eso a Marth debía ser algo terrible, ya que el peli azul era el soporte fundamental de ambos. Sus miradas serenas, sus sonrisas y sus "Todo estará bien", se ocupaban de tranquilizarlos y devolverles la sonrisa.

— "Está bien..." —suspiró resignado mientras se encaminaba a la puerta y la abría. — "Con todo, si necesitan algo, Ike tiene mi número. Nos vemos."

Dicho esto, el mayor salió, dejándolos completamente solos. Lucas se movió con cuidado al lado de Ike, jalando suavemente de su brazo.

— "Ike... Ike..." —lo llamaba el rubio, obteniendo una mirada medio muerta por parte del mayor, lo cual le asustó. En verdad que nunca había visto así a su tutor. — "Deberías ir a descansar..."

Nuevamente, como si de una marioneta se tratase, el peli azul se movió. Haciendo caso a lo que su pequeño rubio le decía, fue a su habitación y se dejó caer boca abajo en la cama. Lucas se sentó a su lado, frotando con suavidad la espalda del mayor, y susurrando varias veces "Todo estará bien", en busca de darle algo de calma al más alto.

Ike se odiaba por eso. Se supone que debería ser él quien le diese consuelo a Lucas, no al revés. Pero no podía. En ese momento le era imposible hacerlo. Y en cierta forma, se sentía calmo al saber que el pequeño rubio actuaba casi igual que Marth cuando intentaba consolarlo.

— "Marth..." —dijo en un susurro.

Lucas esbozó una pequeña y triste sonrisa al escucharlo, y al instante se le ocurrió algo. Tal vez no sería posible, de hecho estaba seguro de que no sería posible, pero de todas formas quería intentar.

— "Ike..." —preguntó algo temeroso, dudando aún de lo que diría. — "¿Podemos ir a verlo?"

El peli azul negó al instante. Estaba más que seguro que la imagen de Marth en tal estado solo terminaría haciendo sentir aún más mal al chico. Además de que les prohibirían la entrada de seguro.

— "Quizás..." —seguía intentando el menor. Sabía que si Ike quería, podía lograr que los dejaran pasar a ver a Marth. — "Quizás podamos verlo mañana..."