La leyenda del niño y el rio

162 6 0
                                    

Hace muchos años, allá por el 1901, en un pequeño pueblo del departamento de Paysandú, Uruguay, existía un hombre muy adinerado al que une a su hijo de unos 5 años le gustaba mucho ir a pescar al rio Queguay.

Un día empezó a llover y, el chico, asustado por los fuertes rayos que caían sin parar salió corriendo. Iba tan rápido corriendo junto a la orilla, que, en un descuido, resbaló y calló al rió.

Eran las 20:23 pm.

Inútiles fueron los esfuerzos del pobre niño para salvarse, ya que, no sabía nadar. Sus padres empezaron a notar que su hijo tardaba mucho en regresar y decidieron ir a buscarlo. Pasaba el tiempo y no aparecía hasta que, su desaparición fue definitiva.

Su padre le hizo un ataúd y decidió enterrarlo con los objetos personales del niño ya que lo daba por muerto. De camino al cementerio cruzando el puente del río en donde se había caído el niño, no se sabe cómo, el ataúd se precipitó fuera del carruaje en el que era transportado. Enseguida, al caer al agua, el ataúd desapareció completamente.


Pasado el tiempo fui a ese río a pescar con un amigo ya que yo vivía en Uruguay. Debido a que no pescábamos nada decidimos prolongar a las 20:30 pm. Eran aproximadamente las 20:20 cuando empezó llover y decidimos irnos. Mientras nos alejábamos miré la hora y eran las 20:23 pm y le pregunté a mi amigo si sus padres lo iban a castigar o algo por llegar mojado a su casa cuando un fuerte ruido como de alguien caer al agua nos hizo mirar hacia donde estábamos pescando hace unos minutos.


Asistimos corriendo rápidamente para socorrer a aquella persona o lo que fuera que se había caído cuando notamos que no había nada. De repente, a lo lejos, distinguimos un pequeño ataúd que se dirigía hacia nosotros y mi amigo sin pensárselo dos veces lo cogió y lo abrió.


Encontramos muchas cosas de lo que parecía eran de un niño y de repente notamos que a nuestras espaldas había un niño de aproximadamente unos 5 años de edad, con un rostro pálido, ojos negros y pupilas muy dilatadas, observándonos y nos dijo:


- Espero que sepáis nadar


-Y un fuerte viento nos empujó al rió. Yo, por suerte, fui rescatado de aquel tenebroso rió por un chaval de unos 19 años que casualmente pescaba unos 200m mas abajo que nosotros. Desde ese trágico suceso que acabó con la vida de mi amigo nunca he vuelto a ese río y he empezado una nueva vida aquí en España donde vivo actualmente.


Pero se dice que si vas a pescar ahí puedes oír como a las 20:23 pm cae alguien al agua y eso si, te advierto algo : ¡ no vayas a socorrerlo. Por supuesto ese río existe y es el rió Queguay y esta cerca de una conocida ciudad llamada Paysandú.

Leyendas Urbanas y CreepypastasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora