Una Semana En Yandere Simulator

Capítulo 1 [Lunes en la mañana]

— Me están jodiendo— dije porque cuando me desperté descubrí que lo que había supuestamente "soñado" era verdad.

Estaba atrapado en un puto juego, con un puto Senpai, y tenía que escapar de su puta yandere....Que hermosa es mi vida ¿no?

Bueno, a mal paso darle prisa.

Como me había levantado relativamente temprano, me fui a dar una ducha (pero antes de eso revisé que no hubiera cámaras, experiencia pasada que aún me perturba) después me vestí con el uniforme de la escuela, y examiné un poco mejor la casa.

Solo había una sala, una cocina-comedor, la habitación y un cuarto de baño, todo solo equipado con lo indispensable.

—Bueno, al menos me dejaron en un lindo lugar— dije después de examinarlo todo...y buscar más cámaras escondidas pero sin ningún resultado.

En la sala, sobre la mesita central estaba una maleta de esas que usan los japoneses para llevar sus libros ¿acaso no saben que una tradicional mochila es más cómoda? Bueno, los japos son raros y fin de la historia.

En ella se encontraban libros sobre psicología, biología, química, lenguaje, y uno de ingles (la materia que más odio). Y otra carta que decía:

Para tu comodidad hemos incluido tus libros, cuadernos y útiles escolares ¡Disfruta de tu vida escolar como si cada día fuera el último!

¡Te deseamos buena suerte!

—¡¿Pero quien carajos está a cargo de esto?! ¡¡¡¿Son monokuma o que?!!!— grité con frustración, pero aún así tomé la puñetera maleta y salí de la casa para irme camino a la escuela.

La verdad temía perderme, pero gracias a dios o a cualquier deidad que se compadeció de mi sufrimiento resultó que la casa solo quedaba a un par de calles de la escuela.

—"Bien, Yoshiro es tiempo de calmarse, tu puedes con esto, solo es una yandere, ya has escrito un libro de supervivencia yandere, estas más que preparado...aunque nunca había estado en la posición de rival...pero nunca es tarde para empezar, si salgo vivo de aquí talvez lo incluya y continúe mi libro."— pensé para calmar mis nervios. Además no soy pendejo, yo tomé uno de los cuchillos de la cocina y lo envolví con un pañuelo para no cortarme con él antes de guardarlo en el bolsillo derecho de mi pantalón ¿Qué? No voy a andar por ahí desarmado cuando sé que una psicópata intentará matarme.

Entré como si nada entre todos los demás alumnos, algunos me miraban de reojo y otros solo me ignoraban, eso era bueno, entre menos llamara la atención de la gente mejor para mí.