Capítulo 6 [Martes por la mañana Parte 2]

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Después de hablar por papelitos con Osono, varios de nuestros compañeros empezaron a murmurar, al parecer algunos nos habían visto y ahora comenzaban a decir cosas de mí a mis espaldas ...justamente igual que las pinches viejas chismosas de mi calle.

En fin, ni que me importara, igual todos me caían de la verga.

Yo no les presté atención y volví a sacar una hoja de mi cuaderno pero esta vez para comenzar a dibujar, sé que no soy un artista, pero al menos me sale medio decente.

Empecé a dibujar un gato porque los amo y algún día dominaré al mundo con ellos, Sebastian me apoya :v

—Oye Yoshiro-Kun ¿podemos hablar?— escuché que alguien me hablaba desde atrás, interrumpiendo así mis pensamientos de dominación mundial.

—¿No lo estamos haciendo ahora?— contesté sin verlo, sabía que quien me estaba hablando era Taro, pero mi dibujo es mucho más importante.

—En privado, antes de que venga la maestra.— volvió a insistir el muy puto ¡¿Acaso no ve que estoy dibujando a la criatura más hermosa que existe en este jodido mundo o qué pedo?!

—......Que sea rápido — respondí con fastidio, entre más rápido empezáramos a hablar más rápido terminaríamos y yo podría volver a mi dibujo.

Me levanté de mi banco y seguí a Taro por el pasillo hasta llegar a un lugar más apartado.

*Taro POV*

Esta mañana había llegado a la academia un poco más tarde de lo normal, ya que por alguna razón sentí una extraña presencia que logró que me quedara petrificado por varios minutos antes de que esta desapareciera.

—Eso fue extraño— susurré mientras me dirigía a mi salón, desde hace algún tiempo he sentido como si alguien me estuviese siguiendo, y eso en sí ya era perturbador, pero esta vez la sensación había sido mucho peor.

"Era como si alguien quisiera hacerme daño"

Me estremecí tan solo de pensarlo, no recuerdo haberle hecho algo malo a nadie, yo siempre me mantengo en un bajo perfil y por lo general no me involucro con los asuntos de los demás, así que realmente no tengo ni idea de lo que esa persona pueda desear de mí.

Pensando en ello, puede que haya sido un error, puede que me hallan confundido con alguien más y por eso me miraron de esa forma.

Ya más calmado, entré a mi clase, pero al poner un pie dentro del salón empecé a escuchar unos murmullos.


"—¿Vieron lo que hizo el nuevo?—"

"—Creo que se mandaba papelitos con Osono—"

"—¿Ustedes porqué creen que lo hizo?—"

"—No lo sé —"

"—¿Será que son amigos?—"

"— Seguro que es igual que ese delincuente y por eso se hablan, y yo que pensaba que el nuevo era buena persona—"


Me preocupe mucho al escucharlos, Yoshiro-Kun no era una mala persona, tal vez un poco brusco, pero no era malo ni un delincuente.

No quería que él sufriera el mismo trato que Osono, así que le pedí hablar a solas en lo que tardaba en llegar la maestra.

—¿De qué estabas hablando con Osono?— le pregunté al ya estar a una distancia prudente de nuestros compañeros de clase.

—¿Eh? Pues de nada en especial — respondió aburrido, al parecer no lo veía como si fuera la gran cosa.

—Humm— no estaba convencido por su respuesta, me negaba a pensar que en realidad él pueda volverse igual que Osono.

Quise abrir mi boca para exigir una buena respuesta, pero la misma sensación de esta mañana me detuvo en el acto, el miedo se apoderó de mí por un segundo y algo extraño sucedió.

Durante un momento me pareció ver que alguien se había asomado a la vuelta del pasillo, no sabía porqué, pero la horrible sensación se volvió más fuerte, fuertes escalofríos me recorrieron el cuerpo y mis piernas no pudieron sostener mi peso por lo que caí al suelo.

No pude verlo bien pero me pareció que aquella persona tenía el cabello ¿plateado?

—¡¿estás bien?!— me preguntó Yoshiro mirándome un poco alarmado y extrañado, rápidamente me ayudó a pararme.

—N-no es nada...— tartamude tratando de recuperarme, no estaba seguro si lo que había visto era real o no.

—Mmmm.....ok— dijo restándole importancia. — Vamos, te llevaré a la enfermería.

—N-no...no es necesario.

—Prefiero llevarte a la enfermería de una vez a que te desmayes en plena clase, no quiero que después la maestra me regañe por no cuidar de la salud de un compañero.— respondió con fastidio, me tomó del brazo y prácticamente me arrastró hasta la enfermería.

Quise volver a tocar el tema de Osono, pero él no me dejó hablar antes de irse para la clase dejándome solo en ese lugar con la enfermera.

Una Semana En Yandere SimulatorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora