Capitulo 19; Estúpidas pesadillas.

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-Ya voy para allá, solo quédate ahí y no te muevas- le respondí a Manuel por teléfono mientras intentaba ponerme la otra bota e ir a la clínica donde se encontraba Raúl y Manuel esperándome.

-Okay. Apúrate, esto es muy incomodo- solté una risa al imaginarme a ellos dos tratando de tener una conversación normal, desde el primer momento que se vieron nunca se agradaron

-Adiós –

Guarde el celular en mi bolso y salí directo a ese lugar en donde se suponía que tenía que encontrarme con Raúl y Manuel.

Me estacione en el lugar más cercano a la entrada y fui directo a la sala de espera donde deberían de estar esperándome.

-¡Al fin llegas!- me dijo Manuel en cuanto me vio entrar a la clínica.

-Hola, si estoy bien gracias por preguntar - ¿Sarcasmo? ¿Dónde?

-Que graciosa enana –respondió Manuel dándome un corto abrazo. Sobre su hombro vi a Raúl observándonos detenidamente, estaba con una expresión seria, tal vez celoso. Sonreí ante la idea. Me separe de Manuel y salude a Raúl con un corto beso en los labios. Manuel nos miro confundido, él no sabía nada sobre la relación que ahora llevamos.

-¿Por qué no entramos a ver a María? – pregunté mirando de forma divertida a Manuel.

*

Después de que le dieron de alta a María no fuimos todos juntos de nuevo a casa, ella tenía que descansar y hacer reposo por el aborto.

Mientras María dormía en su habitación yo me quede en la sala hablando con Raúl, para ese entonces Manuel ya se había ido. Estaba un poco deprimida por el estado de mi hermana, tengo miedo que esto la deje más marcada de lo que debería, lo menos que quiero que sufra más de lo que sufrió en su infancia y más sintiéndome culpable de lo que pasó. Si yo no la hubiese dejado nada le habría sucedido.

-Cariño, ¿Estás bien?- me pregunto Raúl mirándome extrañado.

-Sí, solo pensaba en... tu sabes, lo de María. Siento que si nunca nos hubiésemos peleado nada le habría ocurrido al bebé- Raúl me miro con desconcentro y me abrazó.

-No quiero que te sientas culpable de ello ¿Está bien? No fue tu culpa el aborto que tuvo tu hermana. Las cosas ocurren por algo, tal vez ella no estaba preparada para dar a luz a un hijo. Además, ella te tiene a ti y a todos nosotros para que la apoyarla, tú misma me lo dijiste; ella es muy fuerte y podrá salir adelante. No me gusta verte así. - Con lágrimas en los ojos lo abrace más fuerte, y lloré en su hombro. Lo necesitaba, necesitaba desahogarme, necesitaba más de él. Alce la mirada para encontrarme con sus hermosos ojos miel, amo el brillo que desprende de ellos, amo la forma en que me mira, como se ve en ellos el deseo que siente por mí. Sin más soportarlo me abalance a él dándole un profundo beso, lleno de pasión, de deseo, de amor. ¿Es posible que me pueda enamorar tan rápido de él? Me tomo de la cintura y me alzo para quedar sentada entre sus piernas y así profundizar el beso. Pase mis brazos por su cuello y comencé a acariciar su cabello liso. A los pocos segundos me quede sin aire así que con la respiración todavía agitada me separe de él quedando a poco centímetros de su rostro.

-Me estás haciendo adicto a ti pequeña- Y con eso volvió a atacar mis labios.

Aún estando encima de él comencé sentir algo cerca de mi intimidad, solté un pequeño gemido sobre sus labios. Me alzo y yo rodee mis piernas en su cintura llevándome hasta mi habitación. Con mucha delicadeza, demasiada diría yo, me dejo sobre la cama. Paso sus besos a mi cuello y para darle más accesibilidad doble mi cabeza hacia atrás. Sus besos fueron bajando hasta el valle de mis pechos donde se detuvo para sacarme la blusa. En ese momento lo menos que podría hacer era pensar, estaba muy exaltada por los roces de Raúl. Sin darme cuenta yo estaba solo en ropa interior mientras que él seguía completamente vestido, aunque eso estaba por cambiar. Era mi turno. Volví a tomar posesión de sus labios e introduje mis manos dentro de su camisa acariciando así su bien formado abdomen, tome esta y se la quite por completo. Por un segundo me quede admirando su cuerpo bien trabajado hasta que me di cuenta que cerca de las entradas tenía un tatuaje de una brújula muy bien dibujada. Con delicadeza lo acaricie y me di cuenta que ese tatuaje estaba tapando una cicatriz, por impulso, me acerque y la besé. Él al contacto con mi tacto se tensó.

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⏰ Última actualización: Aug 13, 2016 ⏰

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