Luz En La Oscuridad

Capítulo 9

~Pov. Kate

Dos putas horas, no una si no dos. Llevo conduciendo por esta maldita calle que por "casualidad" esta en medio de un maldito bosque que parece ser interminable. Esto era lo único que me faltaba para fastidiarme. Tayler y Elena aún siguen dormidos y les juro que parece que estan muertos.

Ya empezaba a hacerse de noche por lo que pude deducir que eran las seis o siete de la tarde. Aun seguia conduciendo sin saber en donde me encontraba. De la nada pude notar una luz que ilumino la oscura calle. Al principio pensé que seria una ciudad, pero luego de acercarme lo suficiente me encuentro con un simple motel no tan de lujo en medio de un bosque, que podria ser Narnia.

-De acuerdo Kate, es lo que hay. Estas cansada y además solo te detendras a pedir indicaciones sobre como salir de este maldito bosque. Eso es todo- Me dije para luego estacionar el Jeep en el parking del Motel.

Me dirigí hacia la puerta de entrada donde se encontraba un portero un poco raro. El portero era alto, muy alto, su cuerpo se encontraba más encorvado de lo habitual, su rostro tampoco era tan normal, sus ojos estaban salidos, su boca estaba de lado y la tenia media abierta.

Me acerqué al pomo de la puerta de entrada del Motel, pero el portero se adelanto y la tomo para luego abrirmela. Yo simplemente pase sin mirarlo a la cara. No me atreví a preguntarle nada a él. Camine hasta llegar a la recepción y toque el timbre para que me atendieran..

-Eehh... hola- dije para que me atendieran, pero nadie lo hizo. Volví a tocar el timbre, pero de nuevo nadie lo hizo. Mire hacia la entrada del motel y el portero ya no se encontraba ahí. No espere ni un minuto más y sali corriendo hacia la salida.

- No debiste haber entrado a este maldito lugar, si que eres estúpida- me dije a mi misma.

Llegue a la puerta y tome el pomo, pero esta no se movia. El miedo no tardo de apoderarse de mi. Observe a través del cristal, pero nada, no habia nada. Solo oscuridad...

Me di la vuelta y las luces poco a poco se fueron apagando. Lo único que logré ver en ese momento fueron unas escaleras. Corrí lo más rápido que pude y al llegar a las escaleras se apagaron totalmente todas las luces. Subí las escaleras entre tropiezo y tropiezo. Mientras subía vi una luz al final de las escaleras...

-Mi salvación- pensé.

Subí lo más rápido que pude y al llegar me encontré una puerta que daba a una habitación con una ventana abierta. Caminé hasta la puerta y me asomé para ver si no había nadie...

-¿Hola?- dije nerviosa y lo único que escuché por contestación fue mi eco. Entré dando pasos cortos para evitar hacer algún ruido, hasta llegar a la ventana. Cuando iba a mirar a la misma se cerró provocando que retrocediera unos pasos. Me di la vuelta para salir corriendo por la puerta pero al acercarme se cerró al igual que la ventana.

-¡Ayuda!-grité con todas mis fuerzas mientras le daba puños a la puerta. Las lágrimas me bajaban por las mejillas sin parar.

-Sientate- escuché una voz femenina entre la oscuridad. Y apareció una silla en el mismo centro de la habitación.

-¿Quién eres?- pregunté asustada.

-¡Sientate!- gritó esa voz femenina. No lo pensé dos veces y me senté.

-Bueno... ¿Katherine Miller?... ¿Cierto?- en ese momento se paró una sombra negra al frente.

-¿Cómo sabes mi nombre?- pregunté nerviosa.

-Sé todo de ti, niña- dijo sentándose al frente mio.

-Esa silla no estaba ahí... como apareció?- pensé.

-¿Cómo?- pregunté y al intentar pararme note que mis pies estaban atados al igual que mis brazos -¿Qué está pasando?- pensé.

-¿Quién eres?- fue lo único que logre decir.

-En este momento no te interesa quien soy- contestó muy seca.

-Pues si me interesa- traté de que mi voz sonara firme pero fue en vano.

Dios mio ayudame... no se que hacer. Todo oscuro, estoy hablando con no se quien que tiene voz femenina, Tayler y Elena parecen muertos... espera... y ¿Tayler y Elena?

-¿Dónde estan mis amigos?- pregunté sobre saltada. No esperaba decir eso...

-Jaja... ay niña... me parece que no sabes absolutamente nada- recibí por contestación de esa desgraciada mujer.

-¿De que estas hablando?- le pregunté ya que no sabía de que carajos estaba hablando la idiota esa. Porque por lo menos a mi no me da risa lo que le pase a Tayler y a Elena -expliqueme de que carajos estas hablando porque se de que carajos estas hablando...

-¡Chicos!- me interrumpió la desgraciada. En ese instante apareció el poltero y otro hombre más -llevensela, ya me apesta escucharla- término.

Los hombres me cogieron con todo y silla y me llevaron. Entramos a otra habitación en total oscuridad como el resto del lugar. Me dejaron en el centro de la habitación y se fueron y para mi suerte cerraron la habitación con llave. La única claridad que entraba era de la ventana que quedaba a mis espaldas...