No veía nada... Me encontraba en una oscuridad infinita. Lo único que sentía era que algo me agarraba del cuello y me impedía gritar para pedir ayuda....
-Serás mia- escuche en un susurro en la infinita oscuridad.
-¿Quién eres?- pregunte -¿Qué es lo...
Me desperté de un salto. Ese fue el sueño más raro que e tenido. Yo jamás y nunca le perteneceré a nadie. Nací sola y asi seguire. SOLA...
Deje de pensar en eso y me dirijí al baño a tomar una ducha. Al salir me coloque un pantalón corto negro, una camisa gris que me descubria el ombligo y botas negras. Qué? Hace calor.
Salí de mi habitación y me dirigí a la cocina en busca de comida. Si no comia algo en este instante les juro que morire. Y maldigo que la casa tenga tantos pasillos. De mi habitación a la cocina son como 5 minutos, es una mierda. Tener padres ricos es bueno en algunas cosas pero, se exageran demasiado a la hora de escojer casa. Casa? Digo, MANSIÓN... es horrible.
Después de ese largo recorrido por fin llego y mi cara no puede expresar más alegría de la que ya tiene. Pancakes, Huevo revuerto, Pan tostado con mantequilla, Tocino y Frutas de todo tipo adornaban la mesa entera.
Luego de desayunar toda esa comida, que por cierto estaba deliciosa, fui a mi cuarto y recogí mi mochila para salir a la secundaria.
-¡Mamá me voy!- le grite a mi madre desde la puerta de salida.
-Adios hija cuidate- me dijo mi madre hacercandose y dandome un beso en la frente como despedida.
-Gracias de nuevo por la comida. Estaba deliciosa- le dije mientras le daba un beso en el cachete.
-Lo se- me dijo con superioridad haciendo que nos riamos un poco.
Ya me encontraba en camino a la secundaria. El chofer de mis padres es el encargado de llevarme todos los días y lo peor, lo hace en mi propio auto como si fuera una bebé. Mis padres son demasiado sobreprotectores y aveces odio esa cualidad de ellos. Es el peor chofer que existe. Nunca sonríe, siempre esta serio y con cara de amargado. Por más que trates de hacerlo reír más amargado y serio se pone.
Al llegar me baje del BMW gris e hice una seña de despedida al chofer pero este solo arranco haciendo que retroceda y caiga de golpe al suelo.
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-Maldito, ojala tengas un accidente por ir tan rápido- maldije en voz baja.
Me levante del suelo y me limpié las manos y las rodillas. Recogí la mochila del suelo y seguí mi camino como si no pasara nada.
Mientras caminaba todos se me quedaban mirando. Las chicas me miraban con envidia y los chicos me miraban con deseo. Decidí no mirarlos más y seguí mi camino. Después de tanta caminata por fin llegué a mi casillero.
-Hola Kate! Como estas?!- alguien me saluda desde la mitad del pasillo. Me volteo y veo a Elena (Mi mejor amiga).
-Hola Elena! Estoy bien y tu?!- contesté.
-Estoy bien- me contesta dandome un abrazo.
-Y por que tan temprano aquí? Por que siempre llegas un poco más tarde- le pregunte un poco sorprendída.
