Posdata, Muérete.

I.

¡Ardilla!

Tal vez te parezca extraño que comience esto con el nombre de un animal, pero, ¿por qué las cartas anónimas siempre deben comenzar con un "Querido..."?

Anoche estuve pensando en ello un largo rato, y me dije, ¿por qué no desconcertar al destinatario de mis escritos comenzando con algo que no espera?

Y si te lo preguntas, no te envío esto porque te quiero. Ugh, no. Ni siquiera me gustas un poco. Eso sería muy cliché.

¿Sabes por qué lo hago? Perdí una apuesta.

Así como lees. Mi mejor amigo y yo apostamos nuestra dignidad a quién entre tú y Helena Jones (los más populares, por si no te habías percatado ya ¬ ¬ ) era el primero en tener novio/a, aunque ambos son más falsos que la existencia de unicornios. Y sí, yo aposté por ti.

No te lo tomes como algo bueno. De hecho, es todo lo contrario. No te imaginas lo mucho que me cuesta siquiera gastar tinta y papel en una persona tan arrogante como tú, y no tengo miedo de decirlo.

En fin, sólo para que sepas de qué va esto, tengo que escribirte cien cartas anónimas con temas aleatorios (la condición de él fue que tuvieran motivos románticos, pero eso no es ni una pizca de mi estilo, y ya te lo dije, no me agradas).

¡Ah! Por cierto, no me interesa si tienes intenciones de descubrir quién soy, mucho menos, si tiras, incendias, desechas, masticas, digieres, etcétera, estas cartas. De hecho, estaría encantada. De otra manera, sería vergonzoso.

Vale, ya lo sabes.

Atentamente,

No, así no...

Hagámoslo de nuevo:

Fastidiosamente, y como también es cliché decir anónima, La Chica Que Está Terriblemente Disgustada Con Esto.

Adiós.

Posdata, muérete.

Espero les guste esta nueva propuesta... Tengo tiempo planeando escribirla.

No se olviden de votar y comentar si les ha gustado, ¡hasta  la próxima!