Comienzos de una extraña habilidad

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Capítulo 01

Es jueves por la mañana y me levanto con un fuerte dolor de cabeza, los vecinos no dejaron de gritar toda la noche y casi no he podido dormir.

—Amber, baja el desayuno está listo.—me grita mi madre desde la planta baja.

Me levanto y rápidamente tomo un baño, me visto y bajo al comedor dispuesta a tomar el desayuno.

—¿Qué hay para desayunar madre?

—Hice waffles, tus favoritos, ¿no es así...? —me dijo con una voz algo extraña, pero no le tomé importancia, y solo asentí, aún que realmente no sean mis favoritos.

Mi madre estaba de buen humor, es algo raro, pero claro lo agradezco como no tienen idea, ella suele hacer waffles cuando está contenta, no tengo ni la más mínima idea del porque lo está pero tampoco me interesa.

Terminé de comerlos y me dirigí hacia la entrada de la casa a esperar el autobús que me lleva al colegio, no esperé mucho cuando lo vi venir, me subí al bús y me senté junto a Amanda, mi amiga de toda la vida y casi mi hermana.

Durante algunas clases me estaba volviendo loca, nadie cerraba la boca y todos hablaban demasiado fuerte, unos decían como les fue el fin de semana, que película fueron a ver, que les regalaron su padres y cosas así, hasta Amanda hablaba como si no hubiera un mañana así que tomé mi mochila y me encaminé a enfermería, el doctor me decía que estaba bien y que no debía ir con él si no me sentía realmente mal...

—¿No puede al menos darme algo para el mareo? —le dije.

—Mmmm bueno, dejame ir a buscar.

Espere unos minutos y aún no llegaba......me entretuve jugando con unos palitos de madera....

—Cómo me molesta esta chica, nunca tiene nada, sólo viene a joder.— escuché.

Un par de minutos después regresó con medicina y me dio las indicaciones de  cómo y qué días tomarla.

—¿Porque dice eso de mí doctor? —dije mientras lo miraba con ojos molestos.

—¿Que cosa, qué de qué hablas Amber? —me respondió confundido.

—No se haga tonto, usted sabe lo que dijo...

—Escucha no sé qué te pase pero yo no he dicho nada, mejor regresa a clase o llamaré al director por hablarme de esa manera .—dijo señalando la puerta ordenándome que saliera.

Qué extraño, si él está seguro de que no dijo nada, entonces ¿por qué lo escuché?, ¿será que me estoy volviendo loca?, me quedé algo pensativa.

Acabando la jornada de estudio salí rápidamente a tomar el autobús de regreso a casa, un poco confundida por lo que había sucedído horas antes.

Llego a mi casa y me recuesto sobre el sillón que hay en medio de la sala y prendo la televisión para ver algo antes de hacer los deberes.

—Levantate Amber, no es momento para estar de ociosa.— grita mi madre desde la parte baja de la casa.

—Madreeee, déjame descansar.—  le grité malhumorada.

Parece ser que no me escuchó porque no dijo nada...

Me paré para hacer mis deberes y más tarde me recoste nuevamente en la sala, ahora sí a ver la televisión tranquila.

Horas después me fui a dormir, fue un día agotador y estresante...

Múlbein Donde viven las historias. Descúbrelo ahora