Días normales

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Capítulo 02

Al día siguiente Salí con Amanda a caminar porque tenía un terrible dolor de cabeza y quería despejar un poco la mente...
Caminamos y caminamos, pasamos a comprar un helado y nos sentamos en unas bancas que estaban en el jardín...

—¿Ya viste ese chico Amber?, esta guapísimo. —me dijo con los ojos enfocados en él.
No era la gran cosa, sólo un chico normal y a mí no me llamaba la atención...

—Hablaré con él, espera aquí.—decía mientras caminaba hacia él y lo miraba fijamente como una acosadora.

—Hola soy Amanda, mucho gusto.

—Ummm qué tal, ¿te conozco? —le dijo confundido.—¿Qué le pasa a esta tal Amanda?, que ni me hable, es horrenda.

El gesto de mi cara cambio por completo cuando lo escuché decir eso así que tuve que intervenir.

—Oye ¿qué te pasa? No digas eso de mi amiga bufón.—le grité en la cara y me llevé a Amanda del brazo...

—Hey que te pasa Amber me lastimas, y no me ha dicho nada.
—¿Eres sorda o algo? Te lo dijo en las narices

—Dijo qué..... sabes que ya no importa así dejémoslo.

Sigo sin entender porqué escucho cosas que los demás no hacen, pareciera que solo las escucho en mi mente pero eso sería muy anormal e imposible.

Nos fuimos de ahí, e invite a Amanda a dormir en mi casa, quería hablar con ella sobre esto que me está pasando, quiero respuestas y las buscaré donde sea...

Empezamos a buscar en Internet sobre esto, escribimos cómo me sentía y lo que me pasaba en el día como dolores de oído, fuertes jaquecas y malestar. Me llevó a muchas páginas sin sentido, nada parecía convencerme hasta que entré a una página muy rara y solitaria, se podía ver que nadie había entrado ahí en mucho tiempo, ya que decoración de la página era muy anticuada, además que la última actualización había sido hace un par de años.

Estos síntomas se pueden relacionar con un don que solían tener dos de cada cinco integrantes dentro del mundo de Al'Der, un conjunto de personas con extrañas habilidades que sólo ellos y muy rara vez sus hijos poseían, quién lo posee debe tener mucho cuidado ya que estas personas son perseguidas por gente que quiere mantener esto oculto, nadie debe saber que un grupo de humanos tienen habilidad extraordinarias, la telepatía es la segunda de cuatro habilidades que pueden llegar a tener estas personas.

No existen muchos, sólo unos pocos que se esconden y tratan de ocultar su pasado.

Si la persona que tiene este  don esta consiente de que lo posee, deberá entrenar muy bien esta habilidad, le servirá de mucho ya que lleva a desarrollar otras más, aún más fuertes y difíciles de controlar...

Si usted está seguro que lo tiene llame a este número - - - - - - -

—Debemos llamar Amber, vamos, no pasa nada.

No estaba totalmente segura y por eso no quería llamar, pero tengo sed de información y respuestas.

—Bueno llámemos, sólo porque tú me lo pides. —le dije nerviosa mientras marcaba el número que ahí especificaba.

Sonó varios minutos y nadie levantaba el teléfono...

—¿Quién habla? —respondió una persona del otro lado de teléfono un poco gruñón.

—Ha! hola, disculpe quería informarme sobre lo que está posteado en su página sobre un don o algo así. —hice voz como si estuviera confundida.

—Ay no Amanda ¿qué hacemos? Qué tal y es una persona mala. —se lo dije en voz baja mientras tapaba el teléfono para que no escuchara lo que le decía

—Sólo cuelgale, rápido Amber hazlo.

Y sí, lo hice, le colgué al extraño, me alivié que no regresara la llamada porque me estaba empezando a asustar.
Nos quedamos en silencio sin decir ni hacer nada, estábamos mudas y pensativas...

—Oye, si tienes este "poder" ¿eso no quiere decir que uno de tus padres es de los Al'der?

—Cállate no digas tonterías, eso sería algo imposible mis padres apenas tienen tiempo para trabajar, no tendrían el tiempo para andarse con juegos de niños.

—Mira, ya es tarde durmamos un poco, ¿quieres?, mañana hay escuela y necesitamos dormir. —le dije por último y me tape la cara con la sábana

—Descansa.

—Descansa.

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