Capitulo Dos

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Desde esa noche mi vida no ha vuelto a ser la misma, no he regresado a la secundaria, no tengo amigos,lo peor y más difícil es que no llevo una vida normal, común, corriente y feliz.

Lana sube al vehículo y regaña a mamá, pregunta porque ha venido conmigo a buscarla, mamá le pide que baje el tono de voz. Despues de todo estoy loco no sordo. Pero Lana lo ignora completamente, y no oculta su enfado hacía ambos, se coloca los audífonos y observa hacia su lado de la ventanilla. Mamá sigue diciéndole algunas palabras pero ella no las escucha, yo solo tiro de las mangas de mi suéter y finjo no haber oído las duras palabras de mi hermana.

El sonido del motor hace que salga de mis pensamientos y ponga mi atención a la ventanilla que esta junto a mi, tiro mi cabeza hacia atrás y me relajo al saber que el camino a casa comienza, esa tranquilidad se ve interrumpida cuando el motor del vehículo se apaga bruscamente, la confusión se apodera de mi y de inmediato me remuevo en mi lugar. Todo comienza a ponerse aún más intranquilo cuando Nick se acerca a la puerta de conductor que es en donde se encuentra mi madre.

_ ¿Cómo está señora Evans?_pregunta de manera amable_ ha pasado mucho tiempo.

Me quito el cinturón de seguridad, y lenta me deslizó hacia abajo y me colocó detrás del asiento de conductor.

_ Si ha pasado tanto Nick, pero todo esta bien, ¿y tu como estas?_responde mi madre.

_ Muy bien cómo ve es mi ultimo año_dice y la felicidad se nota en su tono al mencionarlo.

_ Estoy feliz por ti Nick, tienes un futuro por delante_dice mi madre, y se que le gustaría que ese fuera yo, porque no lo dice muy convencida.

_ ¿ Y Alec como esta?_pregunta y su tono ya no es el mismo.

Ante su pregunta mis manos comienzan a temblar, mi respiración comienza a acelerarse trato de calmarla colocando mis manos en la boca pero no logro hacerlo, mi corazón late demasiado rápido, y solo siento la necesidad de abrir la maldita puerta y salir corriendo en dirección a mi casa y encerrarme en la habitación.

Antes de responder mi madre gira a ver los asientos de atrás,

Lana también lo hace,su ceño se frunce al mirar mis manos temblorosas y en la poción incómoda en la que me encuentro, se quita los audífonos y le habla a mi madre.

_ ¡Mamá debemos irnos tengo que ir al baño por favor me estoy orinando!_dice de forma grosera mientras hace globos con su goma de mascar.

_ ¡Lana!_medio grita mi madre_ Lo siento Nick hablaremos otro día, que sigas bien.

_ Adiós señora Evans_responde Nick y su voz se escucha lejana.

Mi madre vuelve a girar y ve el lugar en donde me encuentro, sus ojos se abren como platos e intenta ayudarme sin hacer preguntas.

Al llegar a casa mamá se encamina a la cocina mientras Lana a su habitación, subo escaleras arriba ingreso a mi habitación y tomó asiento en una pequeña silla de madera que se encuentra en una esquina de mi habitación frente a la pared donde yace un calendario con las pastillas que debo tomar.

1:00 P.M " Citalopram" (antidepresivo)

La que más detesto, deja mi boca seca, también suelen ponerme un poco nervioso y lo mas horrible son el dolor de cabeza y las nauseas.

1:30 P.M " ansioliticos"(retienen el vómito y las nauseas)

3:15 P.M " Neuril" (ansioliticos, anticonvulcionantes y anti-panico)

6:30 " Benzodiazepina"(ansiedad, sonámbulismo y falta de sueño)

Es la ultima del día la que me permite dormir por las noches, las que me permiten dejar ver cosas, al tomarla sólo debo estar en mi cama, suelen dejarme caer dormido en cualquier lugar en el que esté, me dejan sin energía y ganas.

Desde ahora solo mi madre me las entrega, ya que la ultima vez tuve una sobredosis, tuvieron que hacerme cuatro lavados de estómago, cuando era niño solía esconder las píldoras debajo de la lengua para no ingerirlas las ocultaba en una caja de bajo de la cama, debido a eso seguía escuchando y viendo cosas, una noche estaba en mi cama acurrucado en mis sábanas, pensé que esta noche iba a ser tranquila ya que en lo que llevaba no había oído ni visto nada, así que me puse de pie y baje las escaleras y fui por un vaso de agua, al regresar colocó el vaso con agua en la mesa de noche y me dejo caer en la cama sin poder cerrar los ojos y con mi vista clavada al techo, finalmente giro hacia un costado para intentar dormir hasta que lo vi, había alguien en mi habitación estaba en una esquina detrás de la puerta, de pie mirándome, su piel era blanca y pálida tenía grandes ojeras debajo de de sus ojos negros y pupilas blancas, lo mas raro es que emitía la voz de mi madre.

_ Alec Cariño_repetia una y otra vez, moviendo de un lado a otro su cabeza.

mi corazón latía desenfrenado y solo quede ahí en el mismo lugar parálisis total de pies a cabeza viendo a algo totalmente inhumano. Fue entonces que en un parpadeo desapareció ya no se encontraba en aquella esquina, salí de la cama y me encamine hacia la puerta, pero el sonido de mis libros cayendo hizo que me detenga y un escalofrío recorra desde mis pies descalzos hasta la punta del ultimo cabello de mi cabeza, giré lentamente y esa cosa se encontraba frente a mi viéndome con sus horrendos ojos y su boca abierta, cerre mis ojos y grite con todas mi fuerzas colocando mis manos en las orejas y lágrimas de terror recorriendo mis mejillas, al abrir mis ojos ya no había nada frente a mi, los libros que deberían estar en el suelo estaban acomodados en su estante.

Entonces pensé que debía dormir para no volver a ver a esa criatura, corrí hacia la caja que se encontraba debajo de mi cama, deje caer todas las píldoras, tome en mis manos el vaso de agua mientras colocaba las píldoras una por una en mi boca y bebía el agua, mi vista se comenzaba a nublar, y yo aun seguía ingiriendo las píldoras hasta que el vaso de agua resbala de mis dedos y cae al suelo rompiéndose en mil pedazos, caigo rendido en la cama y escuchó unos golpes en la puerta eran mis padres.

Aun recuerdo el rostro asustado de mi madre, a mi padre cargandome en sus brazos con su rostro cansado y preocupado, al día siguiente desperté en el hospital con suero en mis brazos, y un tubo recorriendo mi garganta, mi madre había hablado con un psicólogo y este me visitó en el hospital, el señor Stone, el se encargó de decirle a mis padres que lo que había intentado hacer era un intento de suicidio debido a mi gran depresión.

Por supuesto eso era una total mentira en ese entonces.

Gracias a las que nos leen, por favor no sean lectoras fantasmas si les gusta la historia Hasta donde va, háganlo saber. Gracias y pronto habrá un trailer..

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