Tiempo Muerto

Capítulo cuatro

8:00 p.m es muy tarde y aun no hemos podido probar un bocado desde lo ocurrido con papá, en este momento intento ajustar mi corbata al cuello y hacer el nudo como el me lo enseñó para asistir a su funeral, pero es inútil, no puedo entender lo que está sucediendo, mi cabeza gira en torno a lo ocurrido y ni siquiera puedo estar triste, no puedo llorar por su muerte, no emito emoción alguna, solo estoy confundido, preguntas tras preguntas calan en lo más profundo de mi cerebro, como ¿Porque demonios no estaba dormido después de las píldoras?, ¿Porque la autopsia reveló que mi padre murió a las 2:40 a.m cuando no fue así?
Esas cosas no mienten. Y la más importante ¿ porque solo yo vi a esa criatura en el jardín? ¿porque Lana no pudo verla?.

Unos golpes en la puerta de mi habitación hace que sacuda la cabeza para dejar de pensar, era mi madre con un vestido hasta las rodillas completamente negro, su pelo rubio recogido y cubierto en un pañuelo negro.

_ Puedo ayudarte con eso_apunta a mis manos donde sostengo la corbata con un nudo torpe.

Asiento con la cabeza y se encamina hacia mi dirección, quedando de frente una mujer tristemente destrozada, nunca la había visto así, siempre a pesar de todo ah sido una mujer risueña, cuando mi abuelo Albert (su padre) había muerto ella a pesar de la tristeza en su funeral sonrió y al llegar a casa encendió la radio y puso música, todos quedamos sorprendidos, mi padre le había dicho que se fuera a descansar ya que había pasado por un día horrible, ella solo sonrió beso su mejilla y respondió.

_ No cariño, mi padre amaba la música, todo cuerpo llega a su fin, pero los recuerdos del alma viven y lo harán por siempre.

Pero es diferente ahora, esto dejo un vacío en su alma y puedo notarlo en sus grandes ojeras negras y esos ojos inflamados, rojos y cristalizados, como si los recuerdos que tiene de mi padre la mataran.

_ Listo cariño no olvides tu saco_desliza sus manos por mis brazos y se va.

Veo mi reflejo en el espejo mientras colocó el saco sobre mis hombros y lo ajustó a mi cuerpo, luego de acomodarlo me quedo viendo mi reflejo, mi cabello esta revuelto y largo, mi piel demasiado blanca ya que solo salgo de casa hasta tres veces en la semana, estoy delgado y eso se lo debo a las píldoras que una que otra hace que vomite.

¡Luces como un cadáver!

Susurre en voz baja, sin pensar en que el cadáver que iba a ver era el de mi padre, sonreí al imaginarlo. Luego otro pensamiento llegó y esto no lo susurre, ni siquiera se si lo he pensado yo mismo, fue como si una voz lo dijera.

¡Tu deberías estar muerto!

Después de eso baje las escaleras y vi a Lana vestida de negro al igual que todos, ella tenía su cabello suelto y un sombrero que lo alejaba de su cara, volteo a verme por un momento y luego me ignoro, la familia de papá llegó, la cual no era mucha sólo estaba su madre y mis dos tías, ya que cuatro de sus hijos varones habían muerto al igual que mi abuelo,el último hijo varón que quedaba era mi padre quien ya no está,solo quedaron ellas y a mi abuela no le agrada hablar de la muerte de sus hijos, según lo que escuche detrás de puertas, es que uno de ellos también estaba loco y decidió darle fin a su vida, lo encontró Peter su hermano tirado en el suelo con el rostro destrozado con una pistola que le pertenecía a mi abuelo, lo mas extraño era que esa pistola la habían sepultado con el todos pensaron que mi tío Daniel antes de morir había puesto una réplica del arma de fuego en el ataúd ya que la pistola valia mucho dinero en 1958  mi abuelo dijo que la uso en la segunda guerra mundial como un general,y mi tío Daniel al enterarse la habría guardado en su cuarto donde su hermano Demian la encontró y se quitó la vida a todo eso Daniel negó haber hecho tal cosa, en esa época no se mentía, fueron a la tumba donde descansaba el cuerpo de mi abuelo y no había ninguna réplica nadie sabe como llegó el arma a manos de Demian,de pequeño le pregunte a mi madre si esto podía a llegar a pasarme a lo que ella respondió ¡No! Luego del incidente de las píldoras no pensó lo mismo aunque no fue con intención alguna.

La familia de mamá también llegó, tres de mis tíos, cuatro de mis primos, mi abuela, dos de mis tias, amigos de papa y detrás de ellos luego de unos cuantos minutos el padre que daría inicio a la misa de despedida de papá.

Algo llamó mi atención una mujer de unos cincuenta años de edad o más, se encontraba en el otro extremo la estancia, su atuendo no era como el de los demás, todos estábamos de negro y ella vestía un saco color rojo, una pollera con manchas de leopardos, zapatos blancos con medias negras y un labial del mismo tono que el de su saco, nunca la había visto en reuniones familiares ni nada por el estilo, se encontraba sola nadie le hablaba ni siquiera mi madre.

El padre anuncio que ya podíamos ingresar a la pequeña habitación en donde se hará la ceremonia de despedida, su ataúd se encontraba en el centro de la habitación, detrás de él un ramo enorme de rosas blancas y en el medio del ramo una fotografía de el, hasta el final de la habitación se encontraban los asientos, mi madre, Lana y yo tomamos los del frente, los de nuestra derecha los amigos y familiares de papá lo que llamo mi atención ya que la señora del saco rojo se encontraba allí, a la izquierda estaba la familia de mamá.

El padre comenzó con unas palabras de apoyo para mi madre, la cual asentía y se esforzaba por no llorar y se aferraba con fuerza a los brazos de Lana buscando valor y contención algo que su hijo mayor no podía brindarle, Lana se encontraba a su derecha y yo a su izquierda, solo mantenía mi vista en el suelo y entrelaza a mis dedos, mi abuela paterna me
Echaba una que otra mirada y negaba con la cabeza en gestos de vergüenza pensando en que no la veia.

_ Estamos aquí reunidos para despedir a un gran hijo, hermano, esposo, padre y amigo, para entregarlo en su santa gloria a Sam_al decir su nombre mamá comenzó a sollozar en un tono alto.

Otros llantos se escuchan y observo hacia los asientos donde la familia de papá se encuentra y es mi abuela y tías las que lloran intensamente, mi vista recorre todos los asientos del lado derecho y se fija justo en una silueta oscura la cual observo detenidamente intento forzar la vista para verle la cara así que levanto aún más mi rostro para alcanzarla, y lo veo el ardor de enojo y miedo sube hasta mis mejillas, su rostro blanco y esos ojos que nunca olvidare, se encontraba allí sentado en los primeros asientos de la derecha, lanzó una sonrisa que heló mi sangre haciendo que mi corazón latir tan rápido que temía a que se fuera a oír, mi respiración fuerte y rápida hizo que me doliera el pecho, vi sus dientes putrefactos en una boca que casi ocupaba todo su rostro, siento miedo mucho miedo en este momento.

Pero la adrenalina y el miedo fueron el impulso para levantarme de mi asiento y encaminarme hasta el, seguía sonriendo hasta que estuve un poco más cerca fue cuando su rostro se puso serio y bajo su mirada clavandome sus ojos amarillos casi rojos, me tire sobre el y tuve su rostro muy cerca tanto que pude ver su piel blanca y quebrada con trozos de carne podrida abierta, sus ojos se tornaron negros completamente negros ya no eran amarillos, su boca se abrió y emitió un grito ahogado que hizo que me arrodillara en el suelo mientras presionaba mis manos a mis oídos y gritaba de dolor.

El grito se detuvo y con esfuerzo logre levantarme para tirarme sobre el y lanzarle un golpe seco mis nudillos dolían pero quería seguir golpeándolo, volví a lanzarle uno tras otro, ni siquiera veía su rostro la ira y adrenalina se apoderaron de mi, un brazo me toma por los hombros intentando quitarme pero logre librarme de ello, seguí golpeando hasta que vuelven a tomarme por los hombros y logran sacarme, grito con todas mis fuerzas para que me dejen seguir, pero no lo hacen, veo con atención cuando esa cosa intenta levantase del suelo y no logra hacerlo, pero cuando lo hace veo su rostro y al verlo dejo de forcejear con quien sea que me este sosteniendo, para darme cuenta de que era Greg el amigo de trabajo de mi padre recostado en un charco de sangre, unos grito de desesperación llegan a mis oídos y me siento aturdido todo da vueltas, un golpe llega a mi barbilla y veo una nube negra y el impacto de algo duro y frío.

Al despertar me encuentro en mi habitación, despierto exaltado y lo primero que hago es ver a mi alrededor, y lo que veo detrás de mi puerta es a la mujer del saco rojo viéndome atentamente.

_¿Que fue lo que viste?_pregunta dura y decidida.

Hola otra noche de actualización, espero lo disfruten y no olviden comentar así se si les agrada o no. Desde ya muchas gracias.
All the love R♡