Capítulo 5

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Tuve que matar a Katherine. Fueron unas ansias de matar que me despertó de manera brutal. Tenía una semana sin hacerle mal a alguien y eso hizo que se me despertara un instinto malévolo de manera despiadada y sínica. Estuve conversando con mi esposa Isabelle, sobre su hermano, mi cuñado. Ella se convirtió en mi cómplice, sin darse cuenta. Por ella, lo mataré psicológicamente, hasta que pare a loco o tenga ataques de estrés post-traumáticos.

– Hola mi amor ¿Cómo estás?

– Muy bien ¿y tu? – dice Isabelle –

– ¡Hola chicos! – digo saludando a los niños –

– ¡Hola papá! – dicen todos al unísono – 

– Esperenme en el cuarto. Voy a comer, luego me cambiare e iré a jugar con ustedes luego.

– Está bien – dice Alan retirándose todos de la sala –

Isabelle no sabía con quién estaba hablando. Lamento meterme con un integrante de su familia, pero si no lo hago, me van a arrestar y prefiero morir a estar bajo las rejas.

– Amor ¿Que vamos a comer hoy?

– Sándwiches con una ensalada de tomate y cebolla

– ¡Oh! Hoy nos toca cena Gourmet

– Si, yo sé, que te gusta la comida baja en grasas trans y es necesario para que mantengas ese abdomen marcado que tanto te gusta lucirme, jaja.

– Si amor, tanto el abdomen como los músculos, llevan mucho entrenamiento y dieta estricta. Todo por ti, para poder mostrarlo solo a ti, y pases tus delicadas manos por mi vientre.

– ¡Uff! Solo de imaginármelo me empiezo a excitar. Para verte.

– Mira. – le digo, quitándome la camisa –

– ¡Que rico estas, papi! – dice Isabelle, besándome –

– Vamos a la recamara princesa

– Hazme tuya

Luego de tener un acto sexual excitante y placentero, ambos se visten y salen de nuevo a la sala de estar. Los niños se quedan dormidos, y por lo tanto, han decidido ver una película en pareja.

David era el típico padre que le importaba su trabajo y llevar la comida a casa. Pensaba que ser padre era darles dinero a sus hijos y que tuvieran la mejor consola de videojuegos. Argumento falso, personalista y déspota. No piensan como padres sentimentales, ese tipo de padres se les puede llamar padres de acero, no les importa la salud mental de sus hijos.

– Amor, ¿Cómo está tu familia?

– Muy bien ¿Y la tuya?

– Bueno bien, mi madre es la única que está viva de mi familia. Todos murieron. – Digo con el corazón partido, pese a que no regué ni una lagrima en mis mejillas–

– Disculpa, lo olvidaba.

– Descuida, fui el que te interrogó, yo empecé.

– ¿Mi cuñado? ¿Cómo está? –Proseguí–.

– Mal, ha tenido problemas en el trabajo

– ¿Por qué?

– Amor recuerda que él es detective.

– Si lo sé pero ¿Que le ha sucedido?

– Su jefe lo asignó al caso que conmocionó a esta ciudad. La joven estrangulada en el bar, como él es detective veter...

– ¡Ok no necesito que me digas eso!; Eso es irrelevante a lo que te he preguntado. Te pregunté qué sucedió en su trabajo, no te pregunté si era de gran categoría o no– Le dije con tono histérico, no quería saber sus miserables títulos–.

Un Crimen PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora