Boys next door [Baekyeol/Chanbaek]

Gracias...

Hi. Hoy vengo temprano porque más tarde estaré sin internet y prefiero sorprenderlas llegando temprano que dejarlos esperando e.e

Este capítulo tiene la carga emocional más alta de todo el fic, así que estas son recomendaciones que considero necesarias para una mejor lectura y comprensión:

1. Estén solos, en un lugar donde nadie los interrumpa y puedan prestar su total atención a la historia.

2. Siéntense

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Chanyeol volvía a su casa luego del trabajo. Arrastraba los pies, cabizbajo. En su cabeza, la canción de la caja de música sonaba sin parar. Esa era la canción del parque de atracciones que lo volvía loco.

Baekhyun estaba desaparecido hacía ya dos semanas.

Se metió la mano en el bolsillo del pantalón, y cuando encontró el manojo de llaves, deslizó la correspondiente por la cerradura.

Se adentró a su casa, que esperaba encontrar sumida en el silencio, como todas las veces en los últimos días, pero no fue así. Un tenue sonido invadía el lugar. El vibrar del metal siendo pulsado, cambiando de tono con cada movimiento de los engranajes. Era el sonido de la caja musical, y esta vez estaba seguro de que no provenía de su mente.

Tambaleándose, y con el corazón latiéndole con fuerza ante lo que posiblemente encontraría, se dejó guiar por el origen de la melodía, hasta llegar a la puerta entreabierta de su habitación.

La empujó sin más, encontrando una delgada figura recostada en su cama, con el carrusel en miniatura descansando entre sus finas manos.

-¿Baekhyun? -llamó impaciente. El aludido levantó la cabeza al oír su nombre, y algo en la mirada del niño hizo que el corazón de Chanyeol se detuviera momentáneamente, pero no tenía tiempo de pensar en ello -¡No te has puesto en contacto conmigo en las pasadas dos semanas! ¿Sabes lo preocupado que estaba por ti? -el menor no respondió, exasperando al alto, que cortó la distancia en un par de zancadas -Incluso fui a ese club varias veces, pero me dijeron que te habías marchado -siguió reclamando hasta llegar frente al pelinegro. Este seguía callado, así que lo tomó de los hombros, sacudiéndolo, desesperado por respuestas -¡Baekhyun!

La caja de música resbaló de las manos del bajito, cayendo al piso, rodando hasta detenerse, y con ella el sonido.

Chanyeol no lo resistió más, y jalándolo con ambas manos, lo sacó de la cama, y encerró al pequeño entre sus brazos, en un abrazo sofocante y necesitado.

-Está bien, está bien -murmuraba contra el cuello del bajito, como si tratara de disculparse después de haber elevado la voz, aunque esas palabras parecieran más un consuelo para sí mismo que para el otro -Nada de eso importa. Has vuelto. Al fin has vuelto y estoy muy contento por eso -se aferró con más fuerza a la menuda figura, sin ser consciente del temblor que envolvía su propio cuerpo -Baekhyun... -suspiró angustiado.

El menor correspondió el gesto, apretando los amplios hombros bajo sus manos, y dejándose arrullar por los murmullos del pelirrojo.

-Yo me siento igual, Chanyeol... -su voz era suave y rasposa, cargada de tristeza -Todavía te quiero. Te quiero más que a nadie -cerró los ojos disfrutando de la calidez que el otro cuerpo le brindaba.

Chanyeol lo apartó con brusquedad, como siendo repentinamente consciente de la realidad. Tomó el delgado rostro entre sus manos, despejando los mechones de flequillo que lo cubrían, para detallar la condición del menor.