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Frank nunca había estado tan decepcionado, se limita a tomar el regalo y sonreír forzadamente.

-Gracias... ¿quieres ir a comer algo?

-Es una idea genial, iré por un paraguas, el cielo está sospechosamente nublado.

-Seguro, te espero abajo.

La garganta le duele cuando habla, de verdad esperaba otra cosa que no fuera ese estúpido llavero, y aunque le sería de gran utilidad, lo mira con desprecio. Decide esperar recargado en la entrada del edificio, brazos cruzados y entrecejo fruncido.
Mira atentamente lo que pasa en su entorno, los ancianos que caminan de la mano en la acera de enfrente, la pastelería que tiene un enorme pastel blanco en el aparador. Decide examinar una vez más el grabado, su nombre y el de Gerard están escritos en letra cursiva, debajo de ellos, California-Hasta la eternidad.

-¿Te gustó? -pregunta el chico de los ojos verdes más bellos que alguien haya visto, Frank no tiene tiempo para disimular su molestia y es descubierto- Caray, sabía que olvidaba algo -la voz de Gerard expresa una gran cantidad de emoción contenida- debe estar por aquí... -luego de mucho buscar en sus bolsillos, saca una sortija poco lujosa, en realidad, él mismo la hizo, pasó días viendo tutoriales en YouTube desde el ordenador de Frank. El anillo está hecho de plástico, pero es un trabajo muy bello. Una vez más, se roban el espacio personal del otro, y con una voz profunda y dulce, sucede- ¿te casas conmigo?

Sellout (Vendido) [FRERARD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora