Jueves, ya casi termina la semana. Entre trabajos y libros mi escritorio ya es un desastre. Tengo que ordenar un poco pero las ganas no me sobran, al contrario.
Estire las piernas un poco, me hice una coleta alta y salí al balcón. Prendí un cigarro y mire a la nada misma.
Me gustan estos momentos de reflexión, mirando a la nada, pensando en todo.
Cuando uno esta solo la mayor parte del día, piensa y habla con uno mismo. Nos planteamos cosas, inventamos conversaciones en nuestra cabeza, después no decimos ni hacemos ni la mitad de esas cosas.
Estaba por terminar mi cigarro cuando siento a la gata apoyada en mi pierna y mirandome. Es tan mona, apague el cigarro y la levante en brazos, mire hacia el balcón de arriba pero no había nadie, asi que la deje un rato conmigo.
Entramos y le di leche, se que le gusta. Me senté en el sillón a leer un rato y ella se acomodó a mi lado. Se veía tan calma y a gusto que no quería devolverla, pero tambien tenia una excusa muy mona para tocar el timbre de mi vecino.
Después de un rato, la alcé y tome el ascensor, un piso hacia arriba y llegué.
Rubén, me acuerdo perfectamente su nombre. Toque timbre y nadie contestó, mi suerte no siempre es tan buena, volví a mi departamento con ella aún. La deje en el sillón y subí a dejarle una nota en la puerta para que cuando vuelva supiera que la gata estaba en mi casa.
Me agaché a pasarla por debajo y se abrió. Unos pies muy simpáticos me apuntaban.
Me levanté y era él en pantuflas, bastante dormido. Me reí un poco al verlo y le di la nota en la mano. Me dijo que lo perdone y que se vestía y pasaba a buscarla.
Insistí en alcanzársela yo, pero no hubo caso.
Al cabo de un rato golpeó mi puerta, ya todo arreglado y perfumado, sonreí ya que me parecía una exageración que se pusiera perfume para venir a buscar a la gata; pero me pareció tierno a la vez.
No lo invite a pasar para no aprovecharme de la situación. Me asombró cuando de la nada antes de irse me dice: Puedo saber tu nombre?
Como si fuese secreto, como si saberlo revelara algo de lo que no hay vuelta atrás. Asentí y lo dije, en un tono suave y dulce... Quería que retumbe en su mente, tanto como a mi me retumbaba el suyo.
Me llamo Mag -
Sonrió y se fue con la gata en brazos.
Su misterio me atrapaba, pero tambien me daba rechazo. Ya pase por esta clase de situación, ya me retumbo un nombre en la cabeza, ya tuve ganas de tomar café y charlar con alguien así.
Rod era muy bueno con las palabras y con las manos. Sabia decir lo correcto y tocar el punto justo, su imagen me persiguió muchos años después de todo.
Recuerdo una vez en su casa, juntos mirando una película, su mano en círculos acariciaba mi palma y no podía pedir más en la vida. Esa noche fue tan linda que la soñé mil veces después de vivirla, nunca pudimos repetirla.
Cuando el tiempo pasa y las relaciones pasan a ser parte de la vida cotidiana, dejan de ser hermosas, dejan de ser lo que te aleja de la rutina y eso pasó. Rod ya era mi rutina, mi rutina hacia lo peor.
Deje los estudios y comencé a trabajar en un kiosco. Me hice una amiga muy especial en ese trabajo, Anabel. Con ella el trabajo se hacia muy ameno y el tiempo pasaba rápido. Anabel tenia un novio que tocaba la batería y Rod se sumo a su banda como cantante. Me fascinaba escucharlo cantar.
Después de dos años de estar juntos todos los días, de amarnos, de desearnos, de ser uno con el otro, llego el día.
Anabel me invita a un concierto, una banda que nos gustaba mucho y trae a su hermana con ella.
Con Rod habiamos acordado que nos encontrábamos directo en el concierto. Llegamos y entre la gente comencé a buscarlo, lo visualice a lo lejos y sonreí mientras avanzaba hacia él. Anabel y su hermana me seguían detrás.
Me sonríe y me abraza como nunca, el ambiente, las luces, la música a punto de comenzar, todo me hacia feliz a su lado. Saluda a Anabel y le presenta a su hermana.
El nombre de ella lo tengo borrado de mi mente, anulado completamente.
Rod me pide que vaya a comprar unos tragos y lo hago, a la vuelta no logro encontrarlos asi que me subo a una tarima para ver más.
Comienza el recital y empiezo a tomar mi trago aun parada en la tarima, ya los iba a encontrar. En eso visualizo a Anabel, sola a lo lejos, cantando y bailando; pero no veo a Rod.
Empiezo a buscar un poco asustada y las luces no me dejaban ver mucho, pero lo vi.
El instante mas eterno de mi vida, el sonido desapareció y las luces solo apuntaban hacia ese lugar, o asi lo recuerda mi mente.
Rod, estaba ahí, besando otros labios, acariciando otra piel que no era la mia, como si nada lo atara a mi, como si yo no existiera, como si todo lo vivido hubiese sido mentira... la besa a ella, la hermana de Anabel.
Los tragos se me cayeron de las manos y solo pude caminar hacia la puerta de salida, me faltaba el aire, eso sentía.
Salí y mi pecho se partía en mil pedazos. No pensé que algo podía doler tanto como aquello.
Me senté contra una pared en la calle y la gente pasaba al lado mío como si yo no existiera. Al principio no me salían lagrimas, era más bien una confusion en mi cabeza que no entendía si era verdad o no lo que había visto. Después de un rato, comprendí que si y ya las lagrimas estaban empapando mi cara.
Empece a caminar sin rumbo y sin saber como, llegue a mi casa, a la cual no volvía hacia días, en la cual me esperaba mi mamá todas las noches preocupada e ilusionada con que vuelva.
Y asi fue, volví. Y ella estaba ahí esperándome, no me dijo nada, solo me abrazó y yo llore.
Llore por dias, llore por meses. Sufrí por años.
Sentí por primera vez, odio. Era como si la sangre de mi cuerpo aumentara de temperatura y quisiera salir expulsada. Era la sensación más fea que había experimentado.
Era Rod, saliendo de mi para siempre.
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Destiny - R.D.G -
FanfictionEl destino esta marcado para todos, el problema es cuando te animas a desafiarlo y te das cuenta que la vida no es lo que pensabas ~ [historia totalmente salida de mi imaginación, con algunas notas y sensaciones de mi propia vivencia] Portada realiz...