Capítulo 7

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Lentamente se levantó de la comodidad de su cama, buscando con la mirada al dueño de sus insaciables ansias.

-Hyung ¿Estás despierto?- Parpadeó repetidas veces, pues la inminente ausencia de luz le impedía divisar la figura durmiente del otro. Al no obtener una respuesta simplemente le dio cabo suelto a su plan.

Silenciosamente se acercó al lecho opuesto, posándose sobre las cómodas caderas ajenas, la sensación nuevamente era indescriptible, un pálpito recorrió su espalda baja llegando así a su adormecido miembro. La necesidad de sentirlo de nuevo lo inundó, cegando su conciencia y sentido común, comenzando de repente un vaivén con sus caderas generando una deliciosa fricción debajo, cerrando los ojos apoyó sus manos en los muslos detrás de él.

-¿¡Qué diablos crees qué haces!?- Había despertado a razón de sentir un peso sobre su cuerpo y cierta sensación en su pelvis.

-Hyung- Alargó la palabra aún sin detener el movimiento. – ¿Qué se siente ser penetrado?-

Aquello lo descolocó, ¿Había escuchado bien? Porque la imagen frente a él era bastante explícita, el menor incitándolo a perder la conciencia, incitando su cuerpo a colapsar bajo los deseos reprimidos durante tanto tiempo.

-Por favor hyung- Los movimientos incrementaban de profundidad, conquistando la atención del mayor.

-Bájate, Yugyeom no sabes lo que haces. Te lo suplico bájate- Posó sus temblorosas manos sobre las trabajadas caderas contrarias empujandolas delicadamente, la sensación que le proporcionaba a su entrepierna era increíble y tener que desprenderse de ella era sumamente doloroso.

-Contesta a mi pregunta Hyung- Clavó aún más sus dedos. -Apuesto que se debe sentir fabuloso-

-No te lo diré tres veces, quítate. No quiero problemas, no sé a ti pero Youngjae me jode las bolas cada que puede, no compliques esto aún más-

Aplicó mayor fuerza para levantar al joven de encima suyo, acto que quedó impedido a mitad pues el menor recostó completamente su cuerpo sobre el de él.

-¿Qué pasa, Youngjae te jode más las bolas que yo? ¿Te conformas con eso no más?- Hablaba directamente sobre su oído, cosa que despertó completamente el miembro del mayor. –Es una lástima que te quedes con Manuela, pensé que eras diferente... Hyung- Emitiendo esto último casi como un gemido.

Sentándose de repente tomó fuertemente la cintura del menor.

-¿Qué sabes tú sobre lo que hago o no para darme placer huh? No me hagas enfadar Yugyeomnie- Lentamente acercaba su rostro al maknae, el cual mantenía un semblante serio, atento a cualquier movimiento. –No quieres ver molesto a Hyung ¿Verdad?-

-¿Qué pasa si te hago enojar? Hyung- Reanudó el movimiento pélvico, sacando finalmente al mayor de sus cabales.

-Te lo advertí, quería ser amable pero contigo las cosas deben ser a las malas-

-Espe...-

Y recostando de un solo golpe la espalda del menor contra la cama, dio paso a abrir más las piernas contrarias, rápidamente subiendo la camisa y besando el abdomen se abrió camino hasta los pezones erectos de su presa. Se separó de los muslos del maknae, para prácticamente arrancarle el pantalón de pijama, dejando a medio bajar su bóxer.

-No Hyung, espera- Inmediatamente posó sus manos sobre el pecho del mayor mientras un miedo inesperado recorría su cuerpo. Sus ojos se encontraban dilatados, su boca entre abierta, su pecho subiendo y bajando, y su corazón al borde del colapso. Aquella súplica logró detener las incesantes manos del mayor.

Secreto del cuartoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora